Caray, qué de vueltas innecesarias le estáis dando al asunto, y además en los últimos posts parece apreciarse hasta cierta fricción...
¡Haya paz!
Yo creo que la distinción que se ha pretendido hacer antes, y que no tiene ningún valor en un sentido u otro, ni positivo ni negativo, es que hay dos acepciones básicas de "coleccionismo", o dos tipos de "coleccionista", según lo que se persiga:
- en unos casos, el coleccionismo implica "completismo", como quien aspira a tener todos los cromos de un álbum de cromos, independientemente de si unos son más o menos bonitos o si nos gustan más o menos. Sería el caso, por ejemplo, de quienes coleccionan relojes Swatch simplemente por el hecho de intentar tenerlos todos, o a lo mejor porque algunos son más escasos, ediciones limitadas, o más difíciles de conseguir. O quien dice relojes Swatch dice también, por ejemplo, muñecos Funko Pop. Aquí, el valor está en la colección en sí misma, lo completa que sea, o lo únicos que sean los objetos coleccionados. Y se busca llegar a tener algún día TODOS los que existen, o lo más cercano. Naturalmente, claro que a este tipo de coleccionista le puede gustar más o menos cada una de sus piezas, pero el interés en ellas es fundamentalmente como tales "objetos de colección".
- en otros casos, hay quien simplemente empieza a comprar algo que le gusta, ya sean comics, películas, música, buscando obras específicas no por su valor como objetos coleccionables, sino por criterios, digamos, "artísticos", simplemente porque quieres leer y conservar equis tebeos, o escuchar y conservar equis discos, o ver y conservar equis películas, y claro, a base de comprar y comprar, acabas teniendo, más que una "colección", una "biblioteca", o una "comicoteca", o una "discoteca". Aquí el objeto no es tener TODO de ningún material, sino lo que nos interesa por criterios más personales y específicos (como mucho, puede que queramos tener completa alguna serie concreta, o toda la obra de un determinado autor). Pero a este "acumular" con un criterio más discriminatorio, más de "seleccionar" obras concretas por interés específico personal, por el valor de cada obra dentro de su disciplina, también se le acaba llamando "coleccionismo", en especial cuando la acumulación resultante empieza a ser bastante abultada.
En realidad, son dos actividades distintas, guiadas por objetivos distintos, pero recogidas ambas en el diccionario como "coleccionismo".
¡Y las dos implican que, a la larga, te acabas quedando sin espacio!