EL ASTURIANO PODRÁ DEJAR LA ESCUDERÍA SI LO DESEA
McLaren oculta a Alonso información sobre el monoplaza de 2008
Fernando Alonso. (Foto: AP)
Actualizado miércoles 26/09/2007 14:14 (
CET)
JAIME RODRÍGUEZ
MADRID.- Fernando Alonso y McLaren están atados por un severo contrato laboral que finaliza el 31 de diciembre de 2009. Demasiado lejos, en estos momentos, para ambos, a pesar de que la corona de campeón del mundo está a la vista. También lo está para Lewis Hamilton, compañero del español y actual líder de la clasificación (dos puntos de ventaja).
Restan tres carreras -la primera el domingo, en Japón- para encontrar al ganador, pero el ambiente en la escudería es irrespirable. «Durísimo», dicen desde dentro. Frialdad, incomunicación, aislamiento... La distancia entre Alonso y sus superiores es abismal, sólo con estrechas vías de forzado diálogo abiertas.
El asturiano ha tratado de sellar la burbuja en torno a él para centrarse en la lucha por el título. Le han garantizado igualdad de trato y ninguna trampa en la pista. Se la jugará contra Hamilton, mismo coche, misma ambición. Con Ron Dennis, en teoría, como testigo supremo -imparcial, ha jurado-, aunque el jovencito inglés sea un chico de la casa.
Las directrices internas hablan de ecuanimidad y alerta, ante la amenaza de los Ferrari, todavía con sus pilotos guardando opciones matemáticas de victoria. Pero las dos partes, empresa y empleado, han comprendido que su convivencia está podrida. Son incompatibles. Un matrimonio fracasado con escasas posibilidades de arreglo. Pero, según han confirmado a EL MUNDO fuentes de McLaren, el futuro del bicampeón español depende de él mismo.
No le van a obligar a cumplir los dos años de contrato que le restan. Nadie en la escudería desea prolongar la tensa situación que se vive esta temporada y se pretenden tomar medidas para solucionarlo, con Alonso o sin él.
Desde el clan del ovetense, se asegura que todavía no les han abierto las puertas. Que Ron Dennis no se ha dirigido a ellos con la carta de libertad. A pesar de los mensajes que reciben y de la actitud agresiva del inglés contra el piloto en el caso de espionaje, aún no conversaron oficialmente del futuro. La cita no tardará, por las obligaciones de la planificación. Los equipos ya trabajan en el próximo curso y necesitan conocer quién va a pilotar sus coches. Se prueban avances y cambios en la mecánica. También McLaren, que la pasada semana estuvo en Jerez probando innovaciones para la campaña de 2008, donde se reducirán las ayudas electrónicas a la conducción.
En la firma británica, ante la incógnita sobre Alonso, han decidido silenciarle la información sobre el coche de 2008. Nadie garantiza su continuidad y, ante la duda y el riesgo de que en pocos meses el asturiano sea un piloto de la competencia, optan por eliminar la cooperación a medio o largo plazo. Todo se limita a la preparación del monoplaza para las tres carreras finales del Mundial.
Alonso, ante esta postura, ha reducido al mínimo su implicación en la dinámica del equipo fuera de las carreras. Menos ensayos, menos simulador. Sólo concentración y estudio de los circuitos inminentes. Ahora, se encuentra muy cómodo con el Mercedes tras la aclimatación inicial. En las últimas carreras ha sido más rápido que su compañero y domina las reacciones de las ruedas Bridgestone, nuevas para él al inicio del año.
McLaren quiere a Alonso en la familia, pero a un Alonso distinto. No a disgusto. Le obligarían a aceptar el reparto de papeles con Hamilton, sin favoritismos a priori. El español, al contrario que Michael Schumacher en Ferrari, no incluyó ninguna cláusula en su contrato que le garantizara ser el número uno. Dennis, de palabra, le ofreció gloria y fortuna, sin imaginar la explosión de Hamilton. Pero ante el rendimiento del novato, el equipo pretende seguir sin líder definido dentro del box. Serán los resultados los que mandarán.
Tiempo para pensarlo
¿Aceptará Fernando Alonso el plan? Dependerá de las propuestas externas que reciba. Al asturiano le pesa el duro año que está atravesando en McLaren. No le gustan las formas, la jerarquía, ni el trato que ha recibido. Su impulso personal le anima a marcharse, pero profesionalmente medita con madurez la decisión.
Renault trabaja desde hace meses en su regreso, y aparece en el horizonte como salida más viable, pero Alonso no tiene garantías sobre el coche que dispondrá en 2008 en la marca francesa. Desde París, aseguran que «habrá noticias» respecto al español en las próximas fechas, pero el proyecto está por definir.
Y en el imperio italiano Fiat, donde está ubicada Ferrari, no han descartado al bicampeón para la próxima campaña. Más allá de los rumores clásicos del mercado de fichajes, lo cierto es que directivos de la multinacional italiana están insistiendo a los gestores de la sociedad deportiva, a pesar de las discrepancias de Jean Todt, en la conveniencia del fichaje.
En McLaren, si Alonso sale, Nico Rosberg es la carta de Ron Dennis, pero para fichar al alemán habría que solventar su vinculación con Williams por medio de una costosa penalización. Tras la multa de 100 millones de dólares por espionaje impuesta por la FIA, la escudería puede buscar caminos menos costosos. Las opciones, entonces, de Pedro Martínez de la Rosa como piloto oficial el próximo año aumentarían, aunque su lugar apalabrado está en el nuevo equipo, socio de McLaren, Prodrive.