El hexágono de Saturno
Misterio de los de verdad: una distribución nubosa hexagonal(*) en Saturno que ya fue observada por las Voyager hace más de 20 años y que ha vuelto a ser descubierta por la Cassini, aunque ahora es menos brillante. También en 1990 el Telescopio Espacial Hubble volvió a observarla, aprovechando la buena posición de Saturno. Tiene un tamaño de unos 25.000 kilómetros de diámetro, llegando hasta una latitud de 78 grados (recordemos que el diámetro terrestre es de unos 12.800 km, poco más de la mitad. Es decir, podríamos colocar tres Tierras inscritas dentro...)
La nube está centrada en el polo norte de Saturno, y con los datos de las Voyager ya se apuntaba que se trataba de una onda estacionaria en una borrasca rodeada por una corriente de gases a alta velocidad (100 metros por segundo). Esa corriente, se apuntaba entonces, era la que mantenía su forma, junto a varios ciclones cercanos. Las observaciones del HST proporcionaban un modelo hidrodinámico, una onda de Rossby atrapada en el fluido saturnino, estabilizada de esa manera y mantenida por procesos convectivos. En el 90 sorprendía ya su duración, aunque se comentaba que sólo cuando llegara la Cassini (entonces un proyecto aprobado por NASA) se podría llegar a entender realmente el mecanismo.
En todos estos años no se ha visto nada similar en otro planeta, ni en Jüpiter ni en Urano o Neptuno, los otros globos fluidos del sistema solar. Aunque es cierto que las ondas de Rossby son un fenómeno que sucede en cualquier esfera fluida rotante. Nuestro propio planeta las tiene en torno a la región polar debido a la fuerza de Coriolis. La conocida jet stream (corriente en chorro) que aprovechan los aviones para ahorrar combustible y tiempo volviendo de Norteamérica a Europa es, precisamente, una estructura que marca el límite meridional de esa oscilación, y sufre modificaciones temporales oscilatorias. Lo que pasa es que en la Tierra no se alcanza una situación estacionaria, como ha sucedido en Saturno.
En la animación que acompaña este texto (que corresponde a un periodo de 12 días), podemos ver cómo el gas se mueve en torno al polo norte saturnino (o saturniano, ¿?). El gas se desplaza en algunas longitudes un poco hacia el sur y en otras un poco hacia el norte, provocando el resultado de esa forma de hexágono regular.
Lo curioso del hexágono es que no se observa actualmente en el visible. Durante la época del invierno en el hemisferio norte saturnino(**), que dura 15 años, en esa región es de noche y no se ve nada... salvo que se use el infrarrojo. Las imágenes de Cassini, precisamente, son en ese rango del espectro. Los nuevos datos confirman que el origen más probable es esa onda estacionaria, aunque durante un tiempo se especulaba si el campo magnético estaba implicado. Saturno tiene también campo magnético y fenómenos aurorales. Uno de los "motores" de la onda oscilatoria, en algún modelo, era precisamente esa energía proveniente del viento solar. Parece que no hace falta, y además la estabilidad del hexágono indica que se trata de algún aporte vertical desde el interior del planeta, es decir, movimientos convectivos, el que mantiene la onda estacionaria. Además, se ha estimado que esta onda está atrapada no en las regiones más externas de la atmósfera, sino unos 100 km por debajo.
Por supuesto, también podría salir alguien diciendo que semejante estructura es improbable sin un origen artificial... Vamos, lo habitual.
Ah, por terminar: en el polo sur no parece encontrarse otro hexágono... aunque sí hay un ciclón oval en esa región.
Notas:
(*)Tanto vale hexágono y hexagonal como exágono y exagonal. Yo me lo aprendí con hache en aquellos tiempos lejanos y me sigue disparando al ojo verlo sin ella.
(**) El eje orbital del planeta está inclinado unos 6,5 grados. Por lo tanto sus estaciones no son muy acentuadas, pero suficientes como para hacer que en las regiones circumpolares existan largas noches y largos días.