Primero James Bond, ahora El hobbit... qué mala pinta tiene esto y qué películas tan sabrosas pueden morir antes de nacer...
La culpa de esto la tiene una deuda de 4.000 millones, es difícil que así la Metro pueda negociar con los bancos la financiación necesaria para sacar adelante alguno de los proyectos que podrían dar ganancias.
Habrá que estar a la expectativa...