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Hoy tenia un domingo tonto, y he aprovechado para verme
Archie, la miniserie de cuatro capítulos sobre Cary Grant que tiene Filmin en exclusiva en su catálogo, y que está basada en parte en el libro que Dyan Cannon, la penúltima esposa del famoso actor, escribió sobre sus breves años de matrimonio (la serie está producida por ella y por la hija que ambos tuvieron en común, y eso se nota en el enfoque del proyecto).
Bueno… Que decir sobre ella:
Jason Isaacs está soberbio interpretando al bueno de Cary (imita sus gestos y, sobre todo, su voz, a la perfección), pero como exploración de la persona la serie se queda bastante coja. Se centra sobre todo en los últimos veinte años de vida del actor, intercalando episodios de su infancia en Bristol y de su viaje a Estados Unidos como parte de una compañía de vodevil, así de cómo fueron sus inicios como actor.
La serie se centra en todo momento en la idea de Cary como un personaje inventado por Archie Leach, la verdadera persona detrás del mito…. pero la historia falla precisamente en revelarnos cómo y cuando se produjo ese cambio, y asistimos impasibles a la visión de un Grant crepuscular, solitario, y de su vida con Cannon, desvelándonos al personaje simpático de cara al exterior, y a la persona hosca y un tanto maniática en la que se había convertido en su vida privada. Isaac lo interpreta de forma magistral, haciendo que la faceta de marido controlador (e hijo traumatizado por el drama de su madre, cuya historia se nos presenta como trascendental en el carácter del joven Archie) conviva en perfecta armonía con el Grant que todos conocemos por sus películas. Desgraciadamente la serie nos habla en todo momento de ese “Archie” que una vez fue, pero nunca llegamos a comprender del todo como ese crío que empezó haciendo pelis en la década de los veinte se convirtió en la estrella Cary Grant, y eso es una falla absoluta que lastra el producto irremediablemente.
Técnicamente no está mal hecha, pero es demasiado convencional. Se necesitaba claramente a alguien tras las cámaras con un mayor nervio… y sobre todo un guion bastante mejor armado.
En definitiva, para ver un día que no haya una cosa mejor que hacer, pero desgraciadamente se olvida a los diez minutos de visionarla. Es una lástima, porque Isaacs está muy bien en su papel…
Un saludo.