¿Quién le iba a decir hace un año a Lupita Nyong'o que su vida estaba a punto de dar un giro de 180 grados y que ya nada volvería a ser lo mismo?
La actriz nacida en Mexico pero de origen keniata apenas podía imaginar tras licenciarse en la Escuela de Dramatización de Yale que su recién conseguido papel secundario en la película Doce años de esclavitud le reportaría, a sus 30 años y apenas unos meses tras el estreno del largometraje, no solo el Óscar como mejor actriz de reparto, sino infinidad de premios y reconocimientos y una fama que no conoce fronteras.
Lupita Nyong'o está viviendo su mejor momento, no cabe duda de ello. La última agradable noticia en llegar a sus oídos ha sido su nombramiento por parte de la revista People como la persona más hermosa del planeta, un galardón que años anteriores ha recaído en nombres tan célebres como Michelle Pfeiffer, Leonardo DiCaprio o Gwyneth Paltrow, entre otros.
Para Nyong'o, el premio supone algo más que un hermoso piropo de tremendas proporciones, sino la posibilidad de lanzar un mensaje a todas las mujeres que, como ella, una vez renegaron del color de su piel.
Y es que Lupita, en una entrevista concedida para la revista Essence en febrero, confesó que durante su adolescencia a menudo deseaba levantarse por la mañana y descubrir que su piel se había tornado pálida, y hasta rezaba por ello a Dios, tal y como ella misma admitió. Todo cambió cuando la modelo sursudanesa Alex Wek alcanzó la fama, y Lupita descubrió en ella una belleza con la que podía sentirse identificada.
La ascensión de Nyong'o al Olimpo de Hollywood ha logrado romper una serie de barreras tradicionalmente impuestas por la cruel industria cinematográfica y la esfera pública. El reconocimiento de la revista People que acaba de lograr la actriz solo ha sido concedido anteriormente a tres mujeres negras o latinas: Halle Berry, Jennifer López y Beyoncé, pero es que además, el éxito le ha llegado a la actriz a los 30 años, una edad a la que las mujeres no suelen ya triunfar en el cine al más alto nivel.
En cualquier caso, Nyong'o ha encontrado ya su lugar en la meca del cine, y a juzgar por sus próximos proyectos, de entre los cuales destaca el largometraje Non Stop, ha llegado para quedarse.