La forma española de entender el "juego democrático" siempre va a hacer que, de un modo u otro, con mayor o menor delicadeza y sentido, cada lado barra para casa y destaque sus logros como los más importantes para llegar a este fin. Es la pura maquinaria de la propaganda. Que seamos tan idiotas como para seguirles el juego a estas alturas de la película (joer, estamos en pleno período electoral), es... pues eso, de idiotas.