Iniciado por
Casiusco
Es una película entretenida, cuya mayor aportación es un personaje ciertamente interesante, y de un potencial mayor que lo que al final entrega, en un descenso común que finaliza de manera vulgar, casi impostada.
Como si no se lo hubiesen tomado en serio, o no hubiesen percibido que tenían "algo más" entre manos.
El planteamiento y este personaje, resultando en su comienzo verdaderamente atractivos, oscurecen cuando el protagonista pasa a ser un trasunto de súper héroe, sin llegar a posicionarse con firmeza en ningún lado; recordando la preparación asiática del Bruce Wayne de Nolan, en una escena tan mal hecha y tan artificial que incluso la fotografía desentona; o apelando a la escuela de mutantes de Charles Xabier, en una composición que incluso en el devenir de los personajes parece una representación de cartón piedra.
Da la impresión de que tenían un buen planteamiento, y en resto acabó siendo un pastiche de efectos -buscando ser efectista- y tópicos que pudiesen engrasar y completar la historia sin tener en cuenta que, la historia interna, lejos de tener consistencia, iba a saltos, entre la pausa y contrastes bruscos, sin ningún tipo de resonancia, coherencia, o personalidad.
Ni el personaje evoluciona per sé, ni la colección de piezas que se articula a su alrededor parecen consecuentes. Sólo funcionales.
Sirva como ejemplo la escena del acercamiento de los dos protagonistas en la habitación del hotel, fundamentada en que estaba en el guión, y los guiones de este tipo de películas siempre "deben incluir" esta escena, en mayor o menor medida, sin ningún tipo de relación con la trayectoria interior de los personajes. Sólo como adorno, y forma burda que intentar representar una afinidad que, antes parecía forzada, sólo basada en estereotipos; y después, se disuelve con la misma facilidad decorativa con la cual apareció. Rematando en una última escena en el piso de ella, transferible a no menos de una docena de películas.
Me gustó el contable incapaz de tener una perspectiva común, que nada entre números con suma profesionalidad y eficacia, repite tareas -y estrofas- sistemáticamente, y que es capaz de defenderse por haber necesitado aprender a sobrevivir en un entorno donde la gente como él siempre dio -y da- miedo. Para quien introducirse en determinados ambientes no es más hostigador o agobiante que su día a día. No más peligroso que cualquier vecino de rellano. Y que, lejos de hacer las cosas con frialdad, simplemente, las hace "así" porque cree que es lo correcto.
Ahí había algo. El resto, a medida que avanza el film, no estuvo a la altura.
Y es una pena, porque el personaje daba más de sí. Su composición tenía muy fácil generar empatía. Y la película, en términos globales, aunque decaiga en su segunda mitad, es entretenida. Pero no más.