Acabo de ver esta espléndida película de Budd Boetticher, rodada en 1956, de la cual estoy seguro, John Carpenter la ha visto más de una vez
La película transcurre en una ciudad americana cualquiera. Un hombre se encuentra, en el banco, con un antiguo compañero de la mili, Leon "Ranita" Poole, un tipo de aspecto apocado, "poquita cosa". Poco después, Poole participa en un atraco en el mismo banco. La policía le persigue hasta su casa, con el inspector Sam Wagner (Joseph Cotten) a la cabeza, y durante el subsiguiente tiroteo, la esposa de Poole resulta muerta. Durante el juicio, en el cual es condenado a diez años de prisión, le jura a Wagner que se vengará.
Dos años y medio después, Leon Poole es un preso modelo con un aparentemente sincero deseo de redimirse y pagar su deuda con la sociedad. Las autoridades de la prisión deciden enviarle a una granja penitenciaria de baja seguridad, pero durante una visita a la ciudad para proveerse de suministros, Poole asesina al guardia al que acompaña a sangre fría y huye. Se desplega una impresionante fuerza policial para evitar que Poole llegue a la ciuda. Wagner es advertido de que, durante todo el tiempo que Poole estuvo en la cárcel, no habló con sus compañeros más que de una cosa: su obsesión e vengarse de él, asesinando a su esposa. Wagner colabora en la caza que despliegan las autoridades, intentando que su esposa no descubra que es el objetivo, pero a pesar de todas las precauciones, Poole conseguirá llegar a la ciudad dejando tras de si varios cadáveres...
Lo primero que llama la atención es la semejanza de esta película con "Halloween" de Carpenter. En ambas, un asesino recluído escapa y elude su captura mientras se dirige a la ciudad, con un objetivo muy claro: asesinar a una mujer, para dejar un rastro de cadáveres a su paso. Y, hacia el final de la película, Poole asesina a un hombre que sujeta una botella de leche, rompiendo en el disparo la botella, muy similar al asesinato de la niña con el helado de "Asalto en la comisaría del distrito 13".
La película tiene toda la atmósfera de un clásico, y grandes interpretaciones, tanto de Cotten como del actor que interpreta a Poole, Wendell Corey, de aspecto apocado, con gafas gruesas, todo el mundo se ríe de él, parece más inofensivo que una mosca... pero cuando la situación lo requiere, se convierte en un frío asesino al que nada detiene (de hecho, uno de los crímenes que se producen en la película se debe a que la víctima se niega a tomar a Poole en serio). Peliculón que me era totalmente desconocido.