A ver si lo entiendo, la ediciones deficientes a precio descaradamente alto -en relación a lo que ofrecen- se venden muy bien, pero las buenas ediciones no venden porque la gente prefiere las descargas gratuitas. Pues ya tienen la solución: que editen mal, algo que ya hicieron con muchos títulos de New Columbia Classics, y volveran a subir las ventas, o que licencien todo su catálogo a Impulso que ellos si saben hacer caja sin esforzarse.
A mi esto me parece una inmensa boutade, junto al hackeo de los ordenadores ministeriales -que debe ser delito-, para presionar al gobierno por enésima vez para que legisle a su favor.