Este fin de semana me puse con una película con la que iba con espectativa cero, sobre todo por desconocerla. Pensaba que sería un delirio setentero y guasón para pasar el rato... y ha resultado muy interesante. Concretamente hablo de El conde Yorga, donde Robert Quarry interpreta a un vampiro "moderno" de los años 70, es decir, un vampiro que abandona el típico castillo alejado para irse a vivir a la gran ciudad americana.
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Y que gran interpretación, madre de...! Uno de mis vampiros favoritos desde YA. Reúne varias de las características que me encanta ver en un vampiro fílmico, y que casi en ninguno encuentro cumplidas todas; por un lado, la animalidad y brutalidad que caracteriza a cualquier criatura de la noche; por otro, su gran inteligencia y astucia, ese sentido flemático y ambiguo del humor...
Me encantan los vampiros que pueden sentarse a hablar con sus víctimas, a charlar y discutir como caballeros sin dejar de lanzar pequeñas frases de ambiguo contenido, amenazas veladas.... no soporto a los vampiros que hablan demasiado (como esos arrepentiditos que filosofan sobre la condición humana) sino los que, en superioridad intelectual, se permiten jugar al ratón y al gato con sus enemigos, con helada cortesía aristocrática y fino sentido del humor (negro).
Y Quarry/Yorga, cumple todas esas características. Es un vampiro cuyo principal poder no es tanto la fuerza física como la inteligencia acumulada por los siglos, la astucia obtenida por las experiencias de siglos enteros, los conocimientos de ciencias ocultas, los poderes de sugestión... buff no me cansaría de hablar, que gran descubrimiento.
Un par de escenas para el recuerdo (la del gato, joooer que mal rollo) y un gran final, de esos que se daban en los 70 sin despeinarse. No todo es bueno, la película es de bajo presupuesto y se nota la serie B: abuso de los típicos efectos de la época, fallos de raccord (hay un momento en que es claramente de día pero ataca el vampiro, al momento siguiente es de noche otra vez, todo transcurre en la misma noche!) pero aún así, ya solo por Quarry vale la pena. También hay momentos genuinos en el que los "buenos" (el novio de la pretendida de Yorga y su amigo especializado en enfermedades sanguineas, lo más flojito de la peli) se plantean cómo podrían justificar el asesinato de Yorga ante los tribunales, ante la incredulidad policial.
Tengo entendido que hay una secuela (Retorno del conde Yorga) que veré aunque solo sea por Quarry, pero a ver que comentáis por aquí, ¿mantiene el tono de la primera?