Tema: Clásicos del terror

¡Noooo por Dios! ¿Veis? a mí es que me carga eso de que la intelectualidad de la dicotomía realidad/irrealidad, o escamotear a los monstruos (más que nada por economía y limitaciones). ¡Qué puñetas de dudas! Pero si viendo la película compruebas que Tourneur se posiciona del lado de la fantasía. Y con La mujer pantera igual. O, ¿qué hace esa pantera den el despacho del psiquiatra? ¿Por dónde se fue la chica? Igual que la secuencia de la mano que se apoya en la baranda en La noche del demonio. En el contraplano no hay nadie en la escalera. Y el prota va de espaldas, por lo que no puede verlo. ¿Alucinaciones del espectador? ¡Viva lo horrible posible! Y que no me toquen ni un mm de celuloide de La noche del demonio.

¿Soy el único que encuentra geniales las apariciones del demonio?

Sr. Karloff, te toca ahora lo de DESACUERDO TOTAL, jajaja.

Si maese, VA PRIMERA. El orden establecido es ese .

Me uno al top ten, pero lo tengo en casa y ahora me vine al juzgado con las interrupciones del caso. Luego lo asentaré.

Lo que no puede faltar en la casa de cualquier "terrorista" que se precie de tal es la edición gloriosa de 39 Escalones con audiocomentario y prólogo del Sr. Angel Gómez Rivero y libreto del no menos señor Carlos Díaz Maroto. IMPRESCINDIBLE

Lo que no entiendo es lo de las ligas diferentes. Tanto La semilla del diablo, como La mujer pantera y Yo anduve con un zombie juegan en la misma liga del cine fantástico y de terror. Estilos los hay y muy diferentes en el género, pero liga sólo hay una... y a ti te encontré en la calle, jajaja.

Repulsión es distinta a Psicosis, y a La Residencia... pero son de la misma liga. Es como si comparamos un buen oporto con un buen jerez... pero son vinos (y de calidad).

Ayer me dijeron algo que me descolocó: Hasta que llegó su hora no es un western... es algo más. Pues para mí es un western... ¡y uno de mis dos favoritos de todos los tiempos además!

Es así, Jane, estoy con maese en dicha explicación. La Noche del Demonio me gana en cada visionado y la encuentro cada vez más genial y terrorífica. Esa fiesta con los niños en la casa del satanista, esa irrealizable convención de psicólogos que luego, por separado, ninguno entienden lo que sucede -ese imposible juego entre la razón y lo inexplicable-. Además, para mí, la imponente -y mal criticada- aparición del demonio no sólo es impactante sino horrorosamente hermosa .
La peli es un modelo de narración, como Cat People, sin dudas. Sonidos, historias y citas, indicios previos y expresiones de los personajes nos acercan al terror como pocas veces. Tal cual le sucede a Irena, una personalidad dual invadida por una maldición, aquí también tenemos, en otro sentido, una agobiante y satánica persecución.

¡Anda que la imagen de Carrefour tampoco es mostrar a un monstruo!





¡Uno de los mejores zombis de la historia!

Tengo un cuadro de Carrefour en un lugar importante de mi casa

Tourneur, si hubiera tenido consigo a John P. Fulton, tal vez habría mostrado una transformación completa de chica en pantera. Recurrió a ese plano oscuro con flou en el que la chica va como menguando ante los ojos del psiquiatra, para aparecer convertida en pantera. ¡Es una transformación, nos pongamos como nos pongamos! Otra cosa es que existan espectadores que gusten de este tipo de obligadas sutilezas, y deploren la fantasía declarada. Yo acepto una cosa y otra según los resultados; pero no digo que la fórmula de ocultar lo fantástico sea la válida ni la mejor. Repito: según los resultados. La Universal y la Hammer mostraban y se recreaban con la lírica del monstruo y yo tan contento, señores. Es como cuando Fisher evitó los efectos de transformación en la inconmensurable La maldición del hombre lobo (dejó sólo el plano de las manos en foto fija). Porque Les Bowie no estaba a la altura de Pierce/Fulton, tal como se demostró en el final de la no menos inconmensurable La Gorgona. La historia es así, no la podemos cambiar.

Por cierto, últimamente nada más que hablamos de sobresalientes, jajaja. Qué nivelazo.

Iniciado por Diodati

Lo que no entiendo es lo de las ligas diferentes. Tanto La semilla del diablo, como La mujer pantera y Yo anduve con un zombie juegan en la misma liga del cine fantástico y de terror. Estilos los hay y muy diferentes en el género, pero liga sólo hay una... y a ti te encontré en la calle, jajaja.

Repulsión es distinta a Psicosis, y a La Residencia... pero son de la misma liga. Es como si comparamos un buen oporto con un buen jerez... pero son vinos (y de calidad).

Ayer me dijeron algo que me descolocó: Hasta que llegó su hora no es un western... es algo más. Pues para mí es un western... ¡y uno de mis dos favoritos de todos los tiempos además!

Lo digo porque La mujer pantera y Yo anduve con un zombie no van sobre satanismos -que parecía, era el tema de se hablaba-, sino, digamos, sobre licantropía y zombies.

De todas formas, yo creo que en el terror se cumple especialmente la máxima de que menos es más, y que es quizá preferible optar por la sugerencia y la insinuación a mostrar abiertamente. Tal vez el monstruo que nosotros nos imaginamos da más mucho más miedo que el mejor maquillaje o el más perfecto de los efectos especiales. Si encima me colocan una cosa que veo a la legua es de plástico, pues apaga y vámonos.

En el caso de Carrefour (¿quién tendría la idea de poner a una cadena de supermercados el nombre de un zombie ?) yo creo que realmente te asusta precisamente porque es verosímil. Es sobrenatural, se sale de lo ordinario, pero es creíble. Yo creo que si los zombies de verdad existiesen serían más parecidos a Carrefour que otros zombies digamos más asquerositos que otros que hemos visto en el terror posterior. Lo mismo se puede decir de los zombies de La legión de los hombres sin alma. Para mí rige totalmente la máxima aristotélica de que el arte no tiene por qué ser realista, pero sí verosímil, especialmente en este caso.

Exacto, maese. Esos planos de Tourneur y el talento de Musuraca nos permite disfrutar de la total perfección de encuadres nunca perfeccionistas y su inquietante juego de luces y sombras.
Esa sombra que se abalanza sobre la figura del psiquiatra es imponente. La recuerdo y no me concentro en el trabajo, que hasta he cerrado la puerta para que no me molesten

Y mas ahora con lo que dijo nuestra dama silente con eso de las lenguas de plástico .

Pensar que te iba a pedir un dibujo del demonio de La Noche...., Jane. No puedes negar su belleza

Ulmer:

Iniciado por Diodati

¡Noooo por Dios! ¿Veis? a mí es que me carga eso de que la intelectualidad de la dicotomía realidad/irrealidad, o escamotear a los monstruos (más que nada por economía y limitaciones). ¡Qué puñetas de dudas! Pero si viendo la película compruebas que Tourneur se posiciona del lado de la fantasía. Y con La mujer pantera igual. O, ¿qué hace esa pantera den el despacho del psiquiatra? ¿Por dónde se fue la chica? Igual que la secuencia de la mano que se apoya en la baranda en La noche del demonio. En el contraplano no hay nadie en la escalera. Y el prota va de espaldas, por lo que no puede verlo. ¿Alucinaciones del espectador? ¡Viva lo horrible posible! Y que no me toquen ni un mm de celuloide de La noche del demonio.

¿Soy el único que encuentra geniales las apariciones del demonio?

Sr. Karloff, te toca ahora lo de DESACUERDO TOTAL, jajaja.

A mi tambien me encantan las apariciones del demonio.

Magistral, maese

Tú prefieres que no te muestren, Jane. Yo no prefiero nada. Opino según los resultados, porque cuando la Hammer me muestra a Drácula, o me muestra al monstruo de Frankenstein la Universal, o veo a la niña endemoniada Reegan... ¡Pues qué quieres que te diga! Me encanta que me muestren.

En el caso de La noche del demonio, para ti (y para muchos) es un monigote, un espantajo. Para mí es subyugante, fascinante. Esa secuencia en la que aparece en los bosques, humeante... ¡Ufff! Para enmarcar. De todas formas, estas películas viejonas, que sólo interesa a unos pocos románticos del cine, son como dianas para muchos cinéfilos de última hornada, dispuestos a lanzarle dardos. Es ley de vida.

Exacto. Y esos resultados conmueven. Al lado de Carrefour tengo la Mantis de Nathan Juran y The She Creature de Eduardito L. Cahn. Me muestran y muestro. Y la felicidad es total

Iniciado por Diodati

Tú prefieres que no te muestren, Jane. Yo no prefiero nada. Opino según los resultados, porque cuando la Hammer me muestra a Drácula, o me muestra al monstruo de Frankenstein la Universal, o veo a la niña endemoniada Reegan... ¡Pues qué quieres que te diga! Me encanta que me muestren.

En el caso de La noche del demonio, para ti (y para muchos) es un monigote, un espantajo. Para mí es subyugante, fascinante. Esa secuencia en la que aparece en los bosques, humeante... ¡Ufff! Para enmarcar. De todas formas, estas películas viejonas, que sólo interesa a unos pocos románticos del cine, son como dianas para muchos cinéfilos de última hornada, dispuestos a lanzarle dardos. Es ley de vida.

Pero es que me parece que no es exactamente lo mismo. Drácula, Frankenstein y El Exorcista difícilmente se podrían hacer sin mostrar al Conde, al Monstruo o a Regan. Además, que es casi imperativo mostrarlos, porque si no, la gente no se creería sus respectivas historias y la película no funcionaría. Recordemos el cuidado con que está rodada la secuencia de la creación del Monstruo en la película de Whale: es porque era consciente de que si esta escena fallaba, la gente no creería el concepto básico sobre el que se sustentaba la película, y esta entera no funcionaría. Y además, éstos son monstruos icónicos. No sé, lo que me pasa con el demonio de Tourneur supongo que es lo mismo que me pasa con el negro fumao que se supone es el maligno en La novia del diablo (que por demás, me encanta).

Es lo mismo Jane. El hombre lobo y la mujer pantera es lo mismo. Casos de zoantropía. Aunque algunos digan que la chica SE CREE pantera, la igual que muchos dicen que Rosemary sufre los avatares de una educación religiosa deficiente y de demonio nanai de la China. Por eso, los que hacen ascos a la fantasía, al terror explícito, a lo horrible posible, prefieren estas tesituras que consideran "para nenes párvulos, poco sesudos". Pero en muchos casos son equivocadas. Porque pantera haberla hayla en el filme de Tourneur. Y pantera satánica además, no fugada de un zoo. Planteamientos distintos por parte de genios distintos. Es la variedad en esto del cine fantástico. Por eso hay un Murnau, un Browning, un Whale, un Kenton, un Schoedsack, un Leni, un Lang, un Fisher, un Tourneur, un Arnold, un Bava, un Corman, un Hitchcock, un Molina, un Spielberg, un Argento, un Carpenter...

De hecho, Jane, Tourneur en La Noche del Demonio muestra -sin perjuicio de la supuesta imposición- y en Cat People no, y los resultados son magníficos en ambos casos. Y así muchas pelis: cuando el talento se impone los resultados no pueden fallar.

De ahí viene lo de las imposiciones de los productores. Ellos fueron los que pidieron se incluyera ese final explícito con el monstruo, en lugar de dejarlo en el aire. Pero, ¿qué aire? Si has oído mi audiocomentario, Ulmer, ofrezco pruebas de que el realizador ya se decantaba claramente por el hecho de lo sobrenatural, sin considerar esas apariciones. ¿Entonces? ¿Qué dejaba al aire? ¿Qué el tipo muere al final arrollado por un tren? ¿Cómo si no hubiera suficiente magia real en las visitas a la mansión del trasunto de Aleister Crowley?

Sí, pero es que yo creo que no es lo mismo. No es lo mismo que la película juegue con que si el monstruo es real o no, que te muestre, desde el principio, que el monstruo es de verdad. E incluso en estas la sugerencia puede jugar un papel muy importante. Por ejemplo, al Drácula de Browning no le vemos nunca mordiendo a sus víctimas, y yo creo que esto es parte del atractivo de la película, independientemente de si vino impuesto por la censura o no. Y no lo digo por descalificar uno u otro tipo de películas, creo que las hay tanto buenas como malas en ambos bandos.

Lo he escuchado y varias veces, LA PALABRA .

Es como dices, maese, fijate que puse eso de "sin perjuicio de la supuesta imposición". El director sin dudas ya sabía de que iba la mano y como venía.

¿Y tú dudas de si es real, Jane? Porque yo lo tengo claro. Todo ese maleficio, ese tipo enloquecido, esos sucesos extraordinarios, esas apariciones, ese vendaval, esos personajes, esas condenas, ese miedo ancestral... ¿Alucinaciones colectivas? Cuando en una calle me atracan diez veces, entiendo que en esa calle habitan maleantes. No que es casualidad.

Jane, pásate la secuencia en la que Alda entra en la casa y es perseguido por... ¿nadie? ¿Y esa mano en primerísimo plano con él al fondo sin percatarse, que en contraplano inmediato desaparece? Explícamela bajo un contexto narrativo y dime que soy yo el que la veo, que alucino, que no es verdad...

Lo del Drácula de Browning obedeció sencillamente a la censura. Yo hubiera preferido que se mostrara, pero no queda mal, la verdad. Entre otras cosas, porque ese filme tan criticado por estos lares es para mí joya total del género, poesía pura, y lo adoro de principio a fin.

Exacto, maese, ya la duda se despeja en ese imponente comienzo, antes de la notable aparición demoníaca, con la terrorífica voz en off que nos muestra Stonehenge en todo su esplendor y se evoca la historia de la brujería y los ancestrales poderes de la oscuridad. Impresionante.

Y explícito, mi querido amigo, explícito.