Yo la verdad la hubiese comprado igual por ser de Cushing y Lee y me faltaba, pero viendo lo visto hubiera esperado a rebajas. Pero la vi por casualidad y... no pude resistirme, ja, ja, ja.
Al menos mañana, si no pasa nada raro, me espera una auténtica maravilla como la noche del demonio. Un buen consuelo para mitigar el mal sabor de boca de la calavera maldita.
Un saludo.