Un tráiler no muestra el enfoque que va a tener toda la película ni el alcance que va a tener la violencia en pantalla, ni si va a ser el adecuado o no.
Se podría decir lo mismo de una película sobre un asesino psicópata en la que no se viera violencia, y te encuentras con una obra maestra como "M, el vampiro de Dusseldorf", donde precisamente la ocultación de la violencia con el fuera de campo crea aún más horror en la mente del espectador.