
Iniciado por
DrxStrangelove
¿Carta de presentación? un espectador puede descubrir a un director a través de películas diferentes de su filmografía; no necesariamente tiene que hacerlo siempre con la primera o con “la mejor”; luego, si lo desea, decidirá si continuar con su filmografía y evolución, sea retrospectivamente o no, condicionado por cómo y cuándo haya llegado a ella. No existe una “carta de presentación” como tal, unánime, que lleve a todo el mundo a poner al director en el mismo lugar. De hecho, por muy buena que pudiera ser Dune, el director seguirá teniendo la misma trayectoria a sus espaldas que condicionará, para bien o para mal, su cine.
Lo que trato de decir es que, teniendo en cuenta esta obviedad, da igual si se empieza por el principio o el final de su filmografía para determinar objetivamente si es mejor o peor realizador. Ninguna de las dos opciones garantiza absolutamente nada. Aunque Dune sea un pelotazo comercial y cuente con la aprobación generalizada de público y crítica, la valoración que se hará tanto del director como de la película siempre estará condicionada por la apreciación personal en ambos casos: tanto si se ha visto el resto de su filmografía, como si no. Depende del espectador. Toda película es susceptible de dar a conocer a su director al público que lo ignoraba como de sepultarlo en lo más profundo de su psique aunque nos pueda parecer una aberración en cualquiera de los casos. Y en el primer caso, no hay nada que garantice que ese nuevo espectador, interesado en el resto de la filmografía por lo mucho que le ha gustado Dune, vaya a aumentar su admiración por Villeneuve porque indiscutiblemente va a pensar que sus primeras obras son mejores.
En cualquier caso, esto no quiere decir que con el paso de los años la valoración que se haga de su cine tanto a nivel individual como colectivo vaya variando. En cierta medida les pasa a todos los directores independientemente de que ésta mejore o empeore. La cuestión es si, en este caso, sumará más que restará, o permanecerá en el mismo lugar para cada uno de nosotros. Porque la valoración que suponemos que le confiere el colectivo, también está sujeta a nuestra propia percepción dada la imposibilidad de hacer una foto fija que cuantifique lo intangible. Villeneuve no es el mismo Villeneuve para todo el mundo, independientemente de la calificación como director que se le otorgue.