Esto del probar está muy bien, pero no es una cosa tan fácil como parece. De entrada, reunir en una sala comercial los 4 ó 5 modelos que te interesan para poder hacer una comparación conmutando entre ellos sin que haya "trampa ni cartón", y si es posible igualando presión acústica (si no, nos estaremos engañando,
Matrix dixit), es algo que sólo está en la mano de algunos privilegiados. Y de algunos privilegiados que viven en Madrid o Barcelona, el resto de España está prácticamente descartada por falta de oferta variada.
Al final, te tienes que fiar de la memoria auditiva, que tanto nos engaña, oir uno aquí y otro allí, y despreciar las condiciones de la sala donde pruebas cada conjunto de altavoces.
Una vez elegido el conjunto que
parece mejor, resulta que cuando llega a casa no suena igual de lo que recordábamos. Claro, lo mejor sería haber hecho la comparación en casa, ponemos de acuerdo a 3 ó 4 tiendas para que nos dejaran los altavoces un fin de semana, ya se los devolveríamos el lunes.
O nos buscamos unos cuantos amiguetes para hacer la reunión en casa, y que traigan sus altavoces y un equipo de conmutación "guapo", aunque luego cada uno dice que el suyo es el mejor.
Ahora que lo pienso... Si hasta los de "probar, probar..." se han arrepentido de sus compras varias veces, hasta que han conseguido llegar a tener el conjunto definitivo, que siempre es el actual, que siempre les da muchas satisfacciones... y que siempre acaban cambiando porque no era tan definitivo.
Hummm... Pues casi estoy pensando en comprar los mismos altavoces que Kores, por ejemplo, y evitarme todo este enorme trabajo, adelantaré un montón de escalones a la vez y ya tendré un equipo "definitivo". ¡Y a ver quien me tose!