No era mi intención verla pero no tampoco es una mala película.
Es un Rob Reiner descafeinado, una comedieta romantica convencional pero eficaz...aunque en realidad parece un episodio alargado de Friends, porque Jennifer Aniston hace de Rachel Green. Es el mismo personaje de Friends, clavadito. Y ella está esplendida: de un personaje pijo, llorón y cursilón...se saca una chica divertida y entrañable.
Vamos, comedia de 90 minutitos a mayor gloria de la Aniston...que sale tan atractiva como en Friends o la reciente Sin control.
Decente pero olvidable.