Ya es casualidad que el film se venga abajo cuando el personaje de la maravillosa Jennifer Connelly desaparece del cotarro...

Película muy vistosa de ver, con un Di Caprio bastante energético, pero lo dicho; pierde fuelle en su tercer acto y cae, sin frenos, hasta un final horrible, infantil, ridiculo, propio de un Disney de sobremesa.

Menos pseudopolítica, más aventura, por favor. Con todo, creo que las pelis del director este suelen ser bastante majas de ver. Ver y tirar, por supuesto.

¡Puto Paul Bettany!