DRACULA (1897, DRÁCULA) de Bram Stoker
Lapso temporal: 1893 (del 3 de mayo al 6 de noviembre) y 1900
Localización: Transilvania / Inglaterra / Transilvania
Dramatis personae (por orden de aparición):
- Jonathan Harker
- Conde Drácula
- Mina Murray (luego Mina Harker)
- Lucy Westenra (luego la "Hermosa Señora")
- Dr. Seward
- R. M. Renfield
- Quincey P. Morris
- Arthur Holmwood (luego Lord Godalming)
- Profesor Van Helsing
VS
DRACULA (Grand Theatre, Derby, Inglaterra, 15 de mayo de 1924) de Hamilton Deane
Libreto: Hamilton Deane
Localización: Inglaterra
Dramatis personae:
- Edmund Blake (Conde Drácula)
- Hamilton Deane (Abraham van Helsing)
- Stuart Lomath (Dr. Seward)
- Bernard Guest (Jonathan Harker)
- Frieda Hearn (Quincy P. Morris)
- Peter Jackson (Lord Godalming)
- Bernard Jukes (R. M. Renfield)
- Dora Mary Patrick (Mina Harker)
https://beladraculalugosi.wordpress.com/edmund-blake/
VS
DRACULA (Sam Shubert's Theater, New Haven, Connecticut, EEUU, 19 de septiembre de 1927) de Hamilton Deane y John L. Balderston
Libreto: Reescritura por parte de John L. Balderston del original de Hamilton Deane
Localización: Inglaterra
Dramatis personae (por orden de aparición):
- Terence Neill (Jonathan Harker)
- Herbert Bunston (Dr. Seward)
- Edward Van Sloan (Abraham van Helsing)
- Bernard Jukes (R. M. Renfield)
- Dorothy Peterson (Lucy Seward)
- Bela Lugosi (Conde Drácula)
https://beladraculalugosi.wordpress....-1928-dracula/
VS
NOSFERATU, EINE SYMPHONIE DES GRAUENS (1922, NOSFERATU, EL VAMPIRO) de Friedrich Wilhelm Murnau
Guión: Henrik Galeen
Première: 4 de marzo de 1922
Lapso temporal: 1838
Localización: Alemania / Transilvania / Alemania
Dramatis personae:
- Max Schreck (Conde Orlok / Conde Drácula)
- Gustav von Wangenheim (Hutter / Jonathan Harker)
- Greta Schröder (Ellen / Mina Harker)
- Alexander Granach (Knock / Renfield)
http://www.brentonfilm.com/articles/...-and-dvd-guide
http://www.brentonfilm.com/reviews/n...u-ray-reviewed
http://www.brentonfilm.com/articles/...-and-premieres
http://www.brentonfilm.com/articles/...rom-the-vaults
VS
DRACULA (1931, DRÁCULA) de Tod Browning (y Karl Freund)
Guión: Garrett Fort, basado en la novela de Bram Stoker y en la adaptación teatral de Hamilton Deane y John L. Balderston
Inicio de rodaje: 29 de septiembre de 1930
Première: 12 de febrero de 1931
Localización: Transilvania / Inglaterra
Dramatis personae:
- Bela Lugosi (Conde Drácula)
- Helen Chandler (Mina Seward)
- David Manners (John Harker)
- Dwight Frye (Renfield)
- Edward van Sloan (Van Helsing)
- Herbert Bunston (Dr. Seward)
- Francis Dade (Lucy Weston)
VS
DRACULA (1958, DRÁCULA) de Terence Fisher
Guión: Jimmy Sangster
Inicio de rodaje: 11 de noviembre de 1957
Première: 22 de mayo de 1958
Lapso temporal: 1885 (desde el 3 de mayo...)
Localización: Transilvania / Inglaterra / Transilvania
Dramatis personae:
- Peter Cushing (Dr. Van Helsing)
- Christopher Lee (Conde Drácula)
- Michael Gough (Arthur Holmwood)
- Melissa Stribling (Mina Holmwood)
- Carol Marsh (Lucy Holmwood)
- John van Eyssen (Jonathan Harker)
LA NOVELA:
La novela de Bram Stoker se articula a partir de cartas, diarios, grabaciones fonográficas, recortes de periódicos y telegramas.
Los cuatro primeros capítulos (los mejores y que fueron incomprensiblemente omitidos en sus versiones teatrales) se desarrollan en Transilvania, vienen de la mano del diario de Jonathan Harker, transcurren en un lapso temporal que va del 3 de mayo al 30 de junio de 1893 y son una parte esencial de la novela ya que es en ella donde se nos presenta al Conde Drácula (primero en el personaje del cochero que recoge a Harker y luego como anfitrión del mismo en su castillo), se nos describe físicamente al mismo ("Dentro había un hombre
alto y viejo, de cara afeitada, aunque con un
gran bigote blanco y
vestido de negro de pies a cabeza, sin una sola nota de color en todo él") y sirven de armazón al resto del entremado novelesco y además de ser los más terroríficos de todo el libro y los mejor escritos.
Las primeras palabras del Conde: "¡Bien venido a mi casa! !Entre
libremente y por su propia voluntad! ("No puede entrar en ningún sitio, al principio, a menos que alguien del interior le invite expresamente; después, si podrá hacerlo todas las veces que quiera" (Van Helsing)).
A continuación viene una pormenorizada descripción del personaje: "Tenía un rostro fuertemente aguileño, con el puente de su delgada nariz muy alto y las aletas arqueadas de forma peculiar, la frente alta y abombada, y el pelo ralo en las sienes, aunque abundante en el resto de la cabeza. Sus cejas, muy espesas, casi se juntaban en el ceño y estaban formadas por un pelo tupido que parecía curvarse por su propia profusión. La boca, o lo que se veía de ella por debajo del bigote, era firme y algo cruel, con unos dientes singularmente afilados y blancos; le salían por encima del labio, cuyo notable color rojo denotaba una vitalidad asombrosa en un hombre de sus años. Por lo demás, sus orejas pálidas y extremadamente puntiagudas en la parte superior; tenía la barbilla ancha y fuerte y las mejillas firmes, aunque delgadas. La impresión general que producía era la de una extraordinaria palidez.
Hasta ahora le había visto sólo el dorso de las manos - que tenía apoyadas sobre las rodillas - a la luz del fuego, y me habían parecido blancas y finas; pero al verlas más de cerca, no pude por menos de observar que eran ordinarias, anchas, con unos dedos cuadrados. Cosa extraña: tenía vello en las palmas. Sus uñas eran largas, finas y puntiagudas. Al inclinarse el Conde hacia mí, y rozarme sus manos , no pude reprimir un estremecimiento. Quizá fue debido a la fetidez de su aliento, pero me invadió una espantosa sensación de náusea que, por mucho que quise, no me fue posible ocultar."
Y ahora una frase que haría inmortal Bela Lugosi en su adaptación cinematográfica: "
Escuche... son los hijos de la noche. ¡Qué hermoso concierto!".
Los espisodios del espejo ("Me sobresalté, asombrado de no haberle visto, dado que el espejo reflejaba toda la habitación que tenía detrás"), el corte en el rostro ("Cuando el Conde me vio la cara, le fulguraron los ojos como con una especie de furor demoníaco, y me agarró súbitamente por el cuello. Me revolví y su mano rozó el crucifijo que yo llevaba puesto. Esto produjo en él un cambio instantáneo; y se le pasó tan rápidamente el furor, que me pareció pura figuración mía"), el descenso por el castillo del Conde ("Pero mis sentimientos se convirtieron en repugnancia y terror cuando le vi emerger todo entero por la ventana y empezar a reptar por el muro del castillo hacia el tremendo precipicio,
cabeza abajo, con la capa extendida a modo de grandes alas".) [uno de los más estremecedores pasajes del libro y que en el cine no pudimos visionar hasta SCARS OF DRACULA (1970, LAS CICATRICES DE DRÁCULA)], la aparición de las tres "novias" de Drácula, hermosas y sensuales ("¿Cómo os atrevéis a tocarle ninguna de vosotras? ¿Cómo os atrevéis a poner los ojos en él cuando lo tengo prohibido? ¡Atrás! ¡Este hombre me pertenece!"... "¡Tú nunca has amado; tú nunca amas!"), el rejuvenecimiento del personaje, a través de la sangre de sus víctimas ("El Conde estaba allí, pero su aspecto era como si hubiese rejuvenecido en cierto modo, porque su cabello blanco y el pelo de su bigote habían adquirido un matiz acerado y grisáceo; tenía las mejillas más llenas, y en su blanca piel afloraba una coloración sonrosada; tenía la boca más roja que nunca, y en los labios tenía unas gotas de sangre fresca que se le habían corrido por las comisuras, hasta la barbilla y el cuello. Incluso los ojos profundos y ardientes parecían rodeados de una carne hinchada, ya que se le habían abultado los párpados y las bolsas de debajo. Era, sencillamente, como si ese espantoso ser estuviese atiborrado de sangre; yacía como una repulsiva sanguijuela exhausta en su saciedad"), el infructuoso intento de Harker de acabar con el Conde dentro de su ataúd (dejándole una herida en la frente (juego de espejos con la marca del vampiro que deja el crucifijo de Van Helsing en la frente de una Mina Harker en proceso de vampirización)) desembocando finalmente en el intento de huida por parte de Harker ("huiré de este sitio infernal, de esta tierra maldita, donde el demonio y sus hijos aún andan con pies terrenales").
La parte central de la novela (que va del 9 de mayo al 11 de octubre (capítulos V a XXV), la más extensa, gravita en los personajes de Mina Harker, Lucy Westenra, el Dr. Seward (y su paciente, Renfield (el personaje más atractivo de la novela, junto al del Conde (alguien que no tiene voz propia pero cuya sombra (es un decir, ya que los vampiros no la proyectan)), los pretendientes de la hermosa Lucy (Arthur Holmwood (su futuro esposo), Quincey P. Morris y el mencionado Dr. Seward) así como el cazavampiros Van Helsing.
Capítulos que engloban partes, a veces fascinantes (la conversión de Lucy en la "Señora Hermosa" (y la "delectación" con la que Stoker describe su destrucción ("Arthur se inclinó y la besó; luego hicimos salir de la tumba a Quincey y a él; el profesor y yo (Dr. Seward) aserramos la parte superior de la estaca, dejándole la punta dentro del cuerpo. Luego le cortamos la cabeza y llenamos la boca de ajos. Soldamos el ataúd de plomo, atornillamos la tapa, recogimos nuestras herramientas, y salimos.")), a veces repetitivas y con demasiada verborrea y constantes alusiones al carácter angelical de las protagonistas femeninas e invocaciones a un Dios que parece hacer oir sordos frente a tanta aberración.
Por supuesto, el tema de las transfusiones sanguíneas es un despropósito (todavía no se conocían los grupos sanguíneos), sirviendo más bien como nexo de unión más fuerte entre los personajes masculinos (todos ellos ceden gustosamente su sangre a la cada vez más ávida Mina) y la heroína de la novela.
Los tramos finales de la misma (capítulos XXV a XXVII, que transcurren entre el 15 de octubre y el 6 de noviembre (más una nota final, siete años después) recuperan el pulso de los primeros capítulos con la encarnizada y trepidante persecución tras el Conde (que permanece indefenso en su ataúd transportado por los gitanos que le sirven y le protegen) que llevan a cabo Harker, Holmwood, Morris, Seward y Van Helsing y que acabará finalmente con la destrucción del monstruo ("El sol casi rozaba las cimas de los montes, y las sombras de todo el grupo se proyectaban sobre la nieve. Vi al Conde tendido dentro de la caja, sobre la tierra, que con la brutal caída desde el carro se había esparcido por encima. Estaba mortalmente pálido, igual que una máscara de cera; sus ojos rojos centelleaban con una mirada horrible y vindicativa que yo conocía muy bien. Y mientras le observaba, sus ojos vieron el sol ocultándose, y la expresión de odio que había en ellos se transformó en triunfo. Pero en ese instante, relampagueó el gran machete de Jonathan. Dejé escapar un grito al ver cómo el golpe le cortaba el cuello; al mismo tiempo, el cuchillo del señor Morris le atravesó el corazón. Fue un milagro: ante nuestros ojos, y casi en lo que se tarda en aspirar, el cuerpo entero se desintegró y desapareció por completo. Mientras viva, me alegrará recordar que, en este momento de disolución final, asomó a su rostro una expresión de paz como nunca habría imaginado en él.").
Finalmente, Quincey Morris muere por las heridas en la lucha con los gitanos. Jonathan y Mina pondrán de nombre a su hijo Quincey, en honor a tan valeroso caballero.
Off topic:
Siempre he sentido una enorme curiosidad tanto por el origen de Drácula (algo que sí se establace en los cómics (véase por ejemplo "Vampire Tales" (Marvel, 1973-75) como cúando y en qué circunstancias se conocieron Renfield y el Conde).
LA ADAPTACIÓN TEATRAL DE 1924:
La pieza teatral de Deane tiene lugar enteramente en Inglaterra y las partes de la historia que transcurren en Transilvania se narran en off. Por tanto desaparecen la llegada de Harker al castillo y la persecución final en la tierra natal del vampiro. Igualmente, la destrucción del mismo sólo se insinúa. Además, desaparece el personaje de Lucy, Quincey P. Morris es encarnado por una mujer (por aquello de la paridad en las listas (sic)) y el propio Hamilton Deane adquiere el rol de Van Helsing (en principio iba a ser Drácula, pero se dió cuenta que la presencia del Conde en la obra, aunque primaria en la misma, tenía pocas oportunidades de lucimiento, dada la escasez de sus diálogos).
La obra fue fuertemente edulcorada pero el desarrollo del personaje de Drácula, aristocrático, elegante, seductor y de porte señorial, serviría de base para prácticamente todas las encarnaciones del carácter, desde Bela Lugosi, pasando por Frank Langella hasta Gary Oldman (salvo, por supuesto, el Conde Orlok de NOSFERATU).
LA ADAPTACIÓN TEATRAL DE 1927:
La reescritura llevada a cabo por John L. Balderston (futuro guionista de la Universal (THE MUMMY (1932, LA MOMIA), BRIDE OF FRANKENSTEIN (1935, LA NOVIA DE DRÁCULA), DRACULA'S DAUGHTER (1936)) adecuando la obra de Deane al gusto norteamericano, elimina en este caso el personaje de Mina (y Lucy pasaría a ser la hija del Dr. Seward) así como los encarnados por Quincey Morris y Arthur Holmwood, los pretendientes de Lucy.
Lo decisivo de esta adaptación sería que tres de sus protagonistas, Bela Lugosi, Edward van Sloan y Herbert Bunston, repetirían dichos roles en su trasvase al cine en el seno de la Universal bajo la dirección de Tod Browning.
LA VERSIÓN DE MURNAU:
Ya comentada más extensamente en otro rincón del enorme cajón de sastre que es Cinefilia, la película del director germano es, tal vez, la que más se acerca, no tanto al espíritu de la novela (prolija y extenuante, a la vez que fascinante y terrorífica), como al personaje del espeluznante Conde Drácula, aquí (por mor de los derechos de autor impagados) revertido en el repugnante Conde Orlok, un ente que se aleja totalmente de la descripción física que se hace de él en la novela pero que sí es la mejor aproximación a la maldad innata que desprende, a ese aura de repugnancia y pestilencia que trae consigo (llevando la enfermedad a través de las huestes de ratas que infestan la ciudad donde el Conde pretende expandir su poder corruptor).
Es una lucha entre la Luz y la Oscuridad. Entre el Bien y el Mal. Entre la Pureza y la Enfermedad.
Sólo un sacrificio sublime podrá acabar con la existencia del vampiro cuando llega inadvertido el tan temido amanecer.
LA VERSIÓN DE TOD BROWNING:
Iniciadora de todo un ciclo de películas que elevarían a la Universal al Olímpico de los amantes del fantástico de todos los tiempos, el DRÁCULA de Tod Browning (y dicen las malas lenguas que más de Karl Freund, el gran director de fotografía) recupera ambos personajes femeninos, Mina y Lucy (aunque la primera es hija del Dr. Seward) pero siguen desaparecidos Quincey y Arthur, pero afortunadamente se recupera el espléndido inicio de la novela con la visita de Harker (en este caso Renfield) al castillo de Drácula, la presencia de las tres "novias" y, en definitiva, la presentación del infausto Conde, encarnado con absoluta convicción por un (incomprensiblemente) minusvalorado Bela Lugosi, cuya presencia magnética y su altivo porte infunden a la película alguno de sus aquilatados valores y de sus más bellos momentos.
Igualmente, el Renfield encarnado por Dwight Frye, se convierte en el personaje más interesante (junto con el del Conde) y con mejores diálogos de la obra, dejando el John (que no Jonathan) Harker de David Manners (que cobraba 2.000 dólares por semana frente a los 500 de Lugosi, toda una afrenta por la que el actor tuvo que pasar para conseguir el personaje, en un principio destinado al más popular Lon Chaney (que moriría poco antes de iniciarse el rodaje)) deslucido y falto de carisma.
El gran problema de esta adaptación (rodada a la vez como cine mudo y sonoro) es el estatismo, la teatralidad que destila su película, cortando de raíz los experimentos visuales de su director de fotografía (y que éste, afortunadamente, pareció ignorar en muchas ocasiones) y probablemente la desazón que le entró al realizador al conocer la muerte de su actor talismán.
Curiosamente pese a que el Código de autocensura de Hollywood todavía estaba en pañales, hay una notable mojigatería en la adaptación, con las escenas más jugosas en off (la muerte del Conde a manos de Val Helsing es un tanto anticlimática) y rebajando notablemente el contenido erótico que destila la novela (y que sería potenciado en grado superlativo por la Hammer como veremos enseguida).
LA VERSIÓN DE TERENCE FISHER:
Aquí (al igual que con NOSFERATU) ya hablamos de palabras mayores.
El guión de Jimmy Sangster y, especialmente, la puesta en escena de Terry Fisher, catapultada por la extraordinaria paleta cromática de Jack Asher, junto a la suntuosidad del diseño de producción de Bernard Robinson y, sin olvidar, la fantástica banda sonora de James Bernard (DRA-CU-LA), confieren a esta adaptación (mi favorita entre todas (junto al NOSFERATU de Murnau)) como la más apasionante y una de mis películas favoritas de todos los tiempos (y que me hizo pasar tan malos ratos en mi infancia).
Jonathan Harker, convertido aquí no un vendedor de propiedades, sino en un cazavampiros en toda regla (en convivencia con Val Helsing (un portentoso Peter Cushing)) cuya misión al llegar al castillo de Drácula es destruir la amenaza del vampiro y acabar con su reinado de terror.
Desgraciadamente, su misión fracasa y es vampirizado por el Conde y será el propio Van Helsing, extrañado de la falta de noticias de su pupilo, quien acabe con su existencia de una forma contundente y harto sangrienta (pese a las numerosas objeciones del BBFC a lo largo de todo el proceso de creación de la obra).
El Drácula encarnado por Christopher Lee recupera de un lado el encanto y el porte aristocrático que ya fueran señas de identidad de Bela Lugosi y acentúa notablemente su áura sexual de una forma casi enfermiza (que llegaría en su siguiente entrega DRACULA: PRINCE OF DARKNESS (1966, DRÁCULA: PRÍNCIPE DE LAS TINIEBLAS) incluso a mostrar la famosa escena de la "felación" de Drácula por parte de Mina al abrir aquel una herida en su pecho para que la víctima beba directamente la sangre de su cuerpo corrupto (además, por cierto, de recuperar el personaje de Renfield)) y, por otra parte, reducir sus diálogos a la mínima expresión (parece que Sangster era mejor argumentista que dialoguista (de hecho, Lee eliminó totalmente sus diálgos en DRÁCULA: PRINCE...).
La persecución final de la novela con todos los "hermanos de sangre" de Mina tras el carruaje donde llevan el cajón con el Conde es sustituída aquí por una extraordinaria perfomance entre un inspiradísimo Peter Cushing (al que se le ocurrió la escena final saltando por encima de la mesa y arrancando el cortinaje para que entre la luz liberadora, forme una cruz con un par de candelabros y mande al Infierno del que procede al monstruo que se convierte en polvo (aquí no hay una liberación como en la novela, sino terror ante el inminente fin) y un soberbio Christopher Lee, sin lugar a dudas, la mejor encarnación de ese "encanto del mal" del que se habla a menudo y que el porte del excelente actor logra transmitir tan magníficamente.
P.D.
Este ha sido un trabajo muy doloroso y he intentado ser lo más meticuloso posible. Os agradezco la paciencia y espero que el aporte os resulte interesante. Al menos esa ha sido mi intención desde el principio. Y, por supuesto, todos los errores corren de mi cuenta.
Gracias de corazón.
