LA FERIA DE LAS TINIEBLAS (1962) de Ray Bradbury /
EL CARNAVAL DE LAS TINIEBLAS (1983) de Jack Clayton
Aquí hay una gran diferencia de estilo que acaba afectando al fondo. Poco en común entre las exacerbadas lisergia y mística fantasy que impregna cada párrafo, casi cada expresión de la novela de Bradbury, con el tratamiento de drama fantástico old-fashioned que pretendía Clayton (si no fuera por los fx impuestos en post-producción, podría pasar por una cinta filmada en los 50 o 60), que rebaja el tono alegórico hasta lo mínimo indispensable funcional para una historia ya alegórica de por sí (casi en la nada quedan los conceptos de Amor, Felicidad, Risas u Odio, como si fueran abstractos entes vivos, de la novela). Solo un ejemplo significativo: la parte de la novela en que el padre y su hijo rien, saltan y cantan, pasa en su equivalente fílmico, a unas pocas muecas de Jason Robards, con el niño impertérrito (revelando lo poco a gusto de Clayton con el tema). Quizá por ello, era un destino inevitable que ambos, antes amigos, acabaran sin volver a hablarse; después de que Clayton modificase, sin aviso al escritor y por sus narices, el guión de Bradbury.
Tras la desastrosa preview del first cut del film (“demasiado innacesible y sin magia”, dijeron), Disney pidió ayuda a Bradbury, que, según este último, “arregló y salvó en lo posible el producto”, añadiendo la voz en off que estaba en su guión al principio y el final (que Clayton había desechado) y supervisando, sobre todo, el (re)montaje de su parte final, por ej.: Clayton mataba al villano Mr.Dark, enganchando su pantalón al tiovivo mágico –aún se puede ver algún plano de eso- , lo que Disney y Bradbury encontraron ridículo, por lo que añadieron la idea del “rayo inmovilizando a Dark” como la verdadera razón de su muerte (y de paso, lucir más fx).Y más fx que se añadieron aquí y allá (“la magia” …) y Bradbury pidió recuperar una escena importante de su guión (y el libro): la de la Bruja volando en globo, acechando las casas de los niños. Pero presupuesto) y se optó por una cosa más barata, con neblinas verdes y arañas (en el primer montaje, del director, una mano articulada gigante era la amenaza).
Dejando definitivamente “el guión v peli workprint y la final”; y retomando al libro: la peli añade una razón terrenal (más allá de la mística diferencia juventud/vejez del libro) en la vagamente “distante” relación del crío protagonista con su padre (Robards) y que no estaba en la novela: el papá no sabe nadar y por eso no pudo acudir en auxilio del hijo cuando estuvo a punto de ahogarse en el río. De hecho, en cierta manera, se nota que mientras a Bradbury le interesan ante todo los niños (siendo el padre como un “complemento” salvador, al final), a Clayton le interesa, y hace centro del core dramático de la película, el padre (siendo los niños como “complementos” a él -el padre del otro crío salvó al hijo de Robards-, aunque dispongan de más metraje para ello). Otras básicas diferencias: el grandullón siervo de Dark, muere envejeciendo en el tiovivo en el libro (en la peli escapa), Dark muere como “derritiéndose” por el efecto del Amor en la novela (como dije antes, es Dark el que muere hecho pellejo y esqueleto, en el tiovivo, en el film), la Bruja muere en el libro por el místico efecto de una “bala con sonrisa tallada”, en la peli porque un personaje (más o menos mágico y benigno) le clava un parrarayos (¿). Hay algún otro cambio: los secundarios pueblerinos (alguno más creado curiosamente para el film) tentados por la feria-que-ofrece-deseos, el principal ej: la vieja profesora que desea recuperar su belleza veinte o treintañera, es convertida malvadamente en para-siempre-niña en el libro, malvadamente en bella jóven, pero ciega en la peli; la escalada a un balcón para asistir a una adulta “actitud amatoria” en el libro, tendría un más o menos equivalente en la atracción de la feria, donde su cuelan los niños, en el film. Inexistente en la peli el recordado pasaje del libro en que se ve el torso completamente tatuado de Dark.