Iniciado por
Jane Olsen
Me cito a mí misma. No me voy a meter mucho en la versión con Holm para no destripártela... pero sólo decir que la idea del doble, muy presente en la literatura del romanticismo, y en especial, en la literatura gótica, está muy presente en esa versión como lo estaba en Frankenstein... algo que el cine, en general, ha explotado muy poco. El doble , el doppelgänger, el reverso tenebroso, la parte oscura de nosotros, esa parte de nuestra personalidad que no queremos que vean los demás. Ya que la sacas a colación, el caso más paradigmático es sin duda Dr. Jekyll y Mr. Hyde, de Stevenson. Pero otras obras también lo han tratado, como el relato Markheim, también del propio Stevenson, o William Wilson, de Poe, o la novela breve El doble, de Dostoyevsky. En una novela seminal del género, como es El monje, de Matthew Lewis, hay ya un abismo entre la verdadera personalidad del protagonista, Ambrosio, y la imagen que él da de sí a los demás. El público de la época se debió de poner las botas con la hipócrita conducta del monje que da título a la novela y el sensacionalista relato de sus siniestras y libidinosas andanzas. También en Drácula o en El Fantasma de la Ópera hay retazos de esto. El Otro siempre ha sido un objeto de inquietud. Y desde luego, muchos personajes de Frankenstein se han interpretado como reversos o contratipos de otros personajes. El propio Victor y su Monstruo. El Monstruo y Victor o Félix. Victor y su padre. Victor y su mejor amigo, Clerval. El padre de Frankenstein y el viejo De Lacey. Especialmente, en lo tocante a relaciones paternofiliales. La novela está llena de buenos y malos padres, de hijos ideales y de hijos díscolos, de ángeles y de demonios. También en lo referente a ciencia y conocimientos. Victor y Clerval (las ciencias y las letras). Victor y el capitán Walton (o el conocimiento mal usado y el conocimiento bien usado). Cualquiera que se siente a leer un poco entre líneas se dará cuenta de ello.