Otra de las cortas
Otra de las cortas
Una auténtica jam session.
Hola, soy el que debería estar hablando de premios aquí!! Alcaudón, tienes mi permiso para hacerlo.
En serio, me he leido vuestras reviews de Breve encuentro, que vi hace ya años, también en una edición deprimente en dvd.
Posteriormente, me hice con el bd. Tengo ganas, después de leeros de volver a verla, a ver si ha variado mi opinión, que no creo.
Y es que, curiosamente, y como diría mad dog, sin que sirva de precedente, calcaría mi punto de vista con lo que ha escrito mad dog.
El acierto de los personajes principales, rostros que no nos son tan reconocibles como las primeras estrellas, pero que nos llegan más adentro en sus sentimientos, miedos y anhelos.
O la increíble fotografía con ese juego de sombras y luces que aporta una sensación de incomodidad, de aventura furtiva, de "pecado", etc... Sobre todo, imaginándolo con la mentalidad general de los años 40.
Tiene defectos, desde luego, pero aquí mejor que en muchas otras, le viene ni al pelo lo de "pequeña gran obra maestra", porque las virtudes, con escenas casi icónicas, pueden con mucho con los defectos.
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Se agradece leerte de nuevo. A ver si nos das más alegrías y te prodigas por aquí... aunque sea para coincidir conmigo.
El BD patrio no tiene buena calidad, la de la criterion le da mil vueltas. Esperemos que la saquen en UHD algún día.
Bueno ya sabéis que todo lo que huela o intente oler a terror me tiene comprado, y CADENAS ROTAS, a grandes zarpazos, o sea, no sólo un poco, abraza al género de terror, ya sea en esos exteriores que ha nombrado Mad como todo lo que sucede e el interior del castillo, mansión o lo que fuere. Martita Hunt en su papel es terror puro y Finlay Currie el Monster movie de turno con su corazoncito entrañable. Todo lo que sucede alrededor del personaje de Martita Hunt es tan inesperado como terrorífico, ya sea por su gótico atrezzo, por el zoo creado en ese tétrico comedor, que por la cantidad de telas de araña se intuye un buen número de las protagonistas de Aracnofobia, que no se ven.
Recuerdo haber visto GRANDES ESPERANZAS de Cuarón, que si bien es cierto, Anne Bancroft estaba también muy terrorífica, muy a lo Bette Davis, el film está en otra liga que el film de Lean, en la segunda divisón como mínimo. La Paltrow, De Niro venido de Frankenstein, no la recuerdo mala, pero comparándola con la de Lean, que no es perfecta, no tiene nada que hacer.
Volviendo al film, a parte con los dos actores mencionados, me quedo prendado de Estella, o sea de Jean Simmons de jovencita, una auténtica Lolita pero con cositas de la Dorothy de OZ, todas sus apariciones son magia pura, al igual que la mencionada Martita Hunt, que por suerte van cogidas de la mano. También entrañable ese Alec Guiness, aunque esa escena de boxeo entre ellos, de niños, es un cachondeo puro y una escena de la más divertida. Pues de John Mills, quizá tiene un rostro demasiado cómico para mi, en algunos momentos no me acaba de convencer, pero no desentona, aunque el nivel es altísimo.
Mi edición es un DVD de Regia, correcto sin más, sin sobresaltos técnicos y con una calidad de imagen que es suficiente para gozarla, aunque quiero esa edición de Criterion, pero veo que está en DVD, y por sólo 43 euros.
En resumen obra de altísimo nivel de Lean, la mejor por ahora, donde me ha dejado con ganas de revisionarla, y donde sólo le pongo algunos peros en bajadas de ritmo en momentos puntuales, bueno quizá no son bajadas de ritmos, simplemente el listón de las escenas interiores de la mansión, y la presencia del tándem Simmons/Hunt, hacen que los demás se quede en poco. También espectacular el final del film, que no la escena final, y el momento de combustión casi espontánea de la estrella del film.
Pero no está editada en 4K ? o sí?
En BD sí. En 4K no.
Yo la he visto esta noche en una copia en HD.
06. Oliver Twist (1948)
Segundo film consecutivo de Lean dedicado a adaptar una novela de Dickens, tanto o más conocida que “Great Expectations”, “Oliver Twist”, aparecida inicialmente a partir de febrero de 1837 en forma de entregas mensuales, de la que se han hecho multitud de versiones para la gran pantalla, la pequeña pantalla, reducciones en formato de novela juvenil e incluso traslaciones al mundo del cómic.
En su momento, cuando dedicamos un ciclo a revisar la obra de Roman Polanski, la comenté brevemente en el hilo correspondiente, en comparación con el Oliver Twist filmado por el franco-polaco. En aquel momento no había leído la novela de Dickens, por lo que no pude juzgar las diferencias ni de una ni de otra respecto al original literario. Lo hice un poco más tarde, pero ya han pasado unos cinco años, por lo que la memoria no me permite afinar en las comparaciones. Ahora bien, y la consulta a cualquiera de las sinopsis que encontramos en internet lo corrobora (por ejemplo, esta de la Wikipedia en inglés), es fácil detectar que las diferencias son notables, mucho más que en el caso de Great Expectations. A la previsible simplificación de la trama argumental y la reducción del número de personajes que suele llevarse a cabo en una adaptación de estas características (volvemos a encontrarnos ante una novela voluminosa, con una larga lista de dramatis personae), el guion del film (firmado esta vez por el propio Lean y Stanley Haynes, al que contribuyó Kay Walsh, todavía esposa del director, y que tendrá esta vez un papel importante en el reparto) añade un brillantísimo prólogo (que en la novela solo se expresa mediante unos pocos párrafos), en el que se nos muestra la llegada de la madre de Oliver, embarazada, a un asilo parroquial.
Como en Great Expectations, la ambientación de este prólogo es propio de un film de terror: un cielo tempestuoso y amenazador, rayos y truenos, un fuerte viento, la lluvia torrencial, incluso las afiladas espinas de unos arbustos, se ciernen sobre una joven mujer encinta que llega con dificultades al orfanato.
La joven, al ingresar en el centro, se ve absorbida por un mundo oscuro, envuelta en marcadísimas sombras (brillantísimamente filmadas por Guy Green, que firma un trabajo tan bueno o mejor que el del film anterior), donde dará a luz a nuestro protagonista, Oliver, para morir poco tiempo después. El llanto del Oliver recién nacido, a los casi cinco minutos de película, es la primera expresión humana que oímos, y todavía tardaremos algún tiempo más a oír voces. De hecho, la madre morirá sin que hayamos oído la suya, en una bella secuencia en que muestra una agónica ternura hacia su hijo, cerrándose con la obertura de un ventanal y la entrada de la luz (como en la célebre secuencia final de Great Expectations). Pero esa luz sirve también para que resalte el medallón que lleva al cuello, objeto que va a jugar un papel esencial en el desarrollo argumental (sumamente oscuro por lo que se refiere a este objeto y su significación).
A partir de ese momento, la acción da un salto temporal de varios años para mostrarnos un Oliver de nueve años, que asumirá, por azar, el papel de portavoz de sus compañeros de orfanato para reclamar más comida.
Como castigo será vendido al propietario de una funeraria, de donde Oliver huirá para viajar hasta Londres.
Ya en la capital, en un ambiente de callejones retorcidos y mugrientos, Oliver (adecuadísimo John Howard Davies) conocerá a un pilluelo, Dodger (Anthony Newley), que le llevará hasta el escondrijo del judío Fagin. Aunque lo de que es judío no se dice en todo el film, la caracterización de Alec Guinness no deja lugar a las dudas, puesto que reproduce la imagen caricaturizada del típico avaro judío, desgraciadamente tan explotada en aquellos años, lo cual le ocasionó problemas al film, sobre todo en Estados Unidos, donde para estrenarla, con retraso, se tuvieron que recortar minutos del metraje en donde aparecía Fagin.
Desde luego, la figura de Fagin es terrorífica. Si os fijáis en el cartel que he insertado se advierte que el film es “not suitable for children”, algo más que comprensible. Estoy convencido de que, de haber visto esta película de niño, me hubiera aterrorizado tanto o más que las películas de monstruos de la Universal, porque toda ella tiene un aire de sordidez, de mugre, de suciedad y mezquindad, de peligro, de indefensión del niño, que nos violenta emocionalmente. Se añade al personaje de Fagin el de Bill Sikes, un auténtico psicópata asesino, encarnado de manera brillante, pero tremendamente histriónica, por Robert Newton.
Lean filma la llegada de Oliver a la guarida de Fagin y su ejército de pilluelos, acompañado de Dodger, mediante el montaje de tramos de escaleras que van subiendo hasta alcanzar los tejados de Londres, con la cúpula de Saint Paul de fondo. En esta ocasión, los “bajos fondos” están situados en lo más alto, compitiendo con la grandiosidad de la catedral.
El resto de la trama está muy simplificada respecto a la novela. Oliver es acogido por el venerable Mr. Brownlow (Henry Stephenson), que al final resultará ser su abuelo, en cuya casa recibirá el trato amoroso del que ha carecido hasta entonces.
Pero Sikes, acompañado de la bondadosa Nancy (Kay Walsh), lo rapta y lo devuelve a las garras de Fagin, por miedo a que Oliver dé información que los ponga en peligro.
La parte final vuelve a rayar a gran altura, desde la violentísima muerte de Nancy a manos de Sikes, tan terrible que incluso espanta al feroz Bullseye, a la turba con antorchas que cerca el nuevo escondite de Fagin y la huida por los tejados de Sikes arrastrando a Oliver (tan propia de un film de terror) y que acaba con el criminal colgado accidentalmente.
Hay que decir, no obstante, que el guion no resuelve satisfactoriamente la explicación del vínculo de Oliver con la intrigante figura de Monks (Ralph Truman), un turbio personaje que intenta obtener beneficio de la desgracia de Oliver mediante el medallón de la madre. Para aclararlo, me temo que no hay más remedio que acudir a la novela.
Como en Great Expectations, a pesar de todos los horrores vividos (diría que extremos en este caso, porque simpatizamos desde el primer momento con el frágil Oliver),
el film acaba con un destello de luz, un fugaz final feliz en que el muchacho vuelva al seno del hogar de Mr. Brownlow, y a los cariñosos brazos de Mrs. Bedwin (Amy Veness).
Mención especial merece la excelente labor de Kay Walsh, encarnando a Nancy, de trágico destino, capaz de iluminar con su ternura el tenebroso mundo en que se tendrá que mover Oliver en manos de Fagin y Sikes.
En resumen, otra excelente película de Lean a partir de Dickens. Me costará al final decidirme a la hora de ordenar Great Expectations y Oliver Twist, quizá merezcan un ex aequo. Acabo con dos apuntes externos al film en sí mismo. Por un lado, mencionar que la edición en DVD de Filmax es correcta (aunque es mejor la copia disponible en Filmin). Por otro lado, señalar dos errores presentes en la monografía de Montero Cantero: la sinopsis del film que incluye no corresponde a la película, sino, en todo caso, a la novela, aunque de forma muy abreviada; además, se refiere al golfillo que acompaña a Oliver en su llegada a la ciudad como Noé, cuando en realidad es Dodger. Noé/Noah (Michael Dear) es el personajillo que trabaja en la funeraria y que será el causante de la discusión que impulse a Oliver a huir con destino a Londres.
En la próxima entrega dejaremos atrás, de momento, la adaptación de grandes clásicos, pero no la literatura, puesto que The Passionate Friends se basa en una novela de H.G. Wells. Pero quizá lo más característico es que, con ella, iniciaremos un tríptico de films protagonizados por Ann Todd, que además tomaría el relevo de Kay Walsh como esposa del director.
Pero antes...
Oliver! (1968), de Carol Reed
De entrada hay que decir que Oliver! (con signo de admiración, si hacemos caso al cartel y a los títulos de crédito) parece más un remake musical (con letra y música de Lionel Bart) del guion de la película de Lean que no una nueva adaptación de la novela de Dickens. La estructura, salvo por lo que respecta al prólogo y al final, es sumamente fiel a la trama que desarrolla la película de Lean, con el acierto de eliminar el personaje de Monks, las motivaciones del cual, ya en el film comentado anteriormente, quedaban poco claras. Supongo que, ante la dificultad de desplegar la compleja trama que vincula en la novela al personaje con Oliver, el guionista, Vernon Harris, optó por la poda (una más respecto al original literario).
Eliminada la llegada de la madre de Oliver al asilo, la película arranca con el protagonista (encarnado por un soso Mark Lester, aunque en su día adquirió una considerable fama por este film), ya con nueve años, obligado a un extenuante trabajo, recompensado con escaso sustento. También la petición de más comida finaliza aquí con la venta a Sowerberry, el enterrador.
Oliver huye a Londres donde Dodger (un simpático Jack Wild, aunque demasiado propenso a las muecas) lo llevará ante Fagin.
Como es natural (estamos ante un musical), la clase práctica que Fagin le imparte para que aprenda a robar carteras, relojes, pañuelos..., da pie a uno de los números musicales más brillantes, “You've Got to Pick a Pocket or Two”.
En esta ocasión la caracterización del judío Fagin es menos caricaturesca que la de Guinness. Ron Moody (un actor al que le encuentro un gran parecido con Richard Harris) compone una figura mucho más blanca, simpática, que no en el film de Lean, lo que, junto a las canciones, las notas de humor y la iluminación brillante y clara, dota al film de un carácter más familiar, más apto para todos los públicos (como, en cierto modo, también hará años después Polanski).
Tampoco el Sikes de Oliver Reed desprende la locura psicopática del de Robert Newton, aunque sigue siendo el cruel y violento criminal que acabará matando a Nacy (Shani Wallis) y muriendo en los tejados cuando intenta huir con Oliver.
Hay una escena que no aparece en el film de Lean, cuando Sikes fuerza a Oliver a acompañarlo en un robo, que acaba frustrándose (momento que sí aparece en la novela). Por lo demás, todo es bastante similar argumentalmente a la película de Lean, salvo las lógicas interrupciones para dar paso al número musical correspondiente (números y canciones, que, en general, no me parece nada destacables, a pesar del gran éxito que tuvieron).
Al final hay otra diferencia notable respecto tanto al film de Lean como al de Polanski, ya no digamos a la novela de Dickens: Fagin y Dodger consiguen escapar de la redada policial y, juntos, se alejan dispuestos a continuar su carrera criminal, felices y contentos. Por lo demás, se reproduce el happy end con Oliver volviendo al seno del hogar de Mr. Brownlow (Joseph O’Connor), que en esta ocasión no es su abuelo, sino el tío de su madre.
Como no soy entusiasta del género musical, y menos cuando lo protagoniza un niño y se rellena de sonrisas algo forzadas, no creo que vuelva a ver la película, lo cual no quiere decir que me haya parecido un mal film. Reed filma competentemente (de hecho, el film ganó varios Oscars, entre ellos el de mejor film y el de mejor director... por delante del Kubrick de 2001: A Space Odyssey ), ahora bien, puestos a elegir una aproximación a la novela de Dickens, prefiero sin duda la película de Lean. Curiosamente, uno y otro fueron durante años (dejado de lado a Sir Alfred ), los dos directores británicos de más prestigio a nivel internacional. A pesar de ello, no me veo impulsando un “revisando sus películas” del tío de Oliver... no Twist, sino Reed.
Mañana me pondré con el comentario de CADENAS ROTAS y, si duermo bien esta noche, al final del día me veré o bien OLIVER TWIST o la segunda entrega del subhilo Tanaka o la primera de Ozu, del que tengo prácticamente ya toda su filmografía... si se da la conjunción planetaria esperada...
Louis, presiento que este es el comienzo de una hermosa amistad...
A modo de añadido respecto al Oliver de Carol Reed, señalar que pese a ser un film británico, triunfó en los Oscar y los Globos de Oro, pero no en los BAFTA de las islas. El graduado (con Mike Nichols) y Adivina quien viene esta noche (BAFTAs a las mejores interpretaciones principales) se llevaron la gloria.
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"¡Destrózales el corazón, esperanza y orgullo mío, destrózales el corazón y no tengas piedad!".
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05. GREAT EXPECTATIONS (1946, CADENAS ROTAS)
Director: David Lean.
Productor ejecutivo: Anthony Havelock-Allan.
Productor: Ronald Neame.
Producción: Cineguild / Independent Producers Ltd. / The Rank Organisation.
Distribución: General Film Distributors Ltd. (Reino Unido) / Universal Pictures Company, Inc. (EUA).
Guion: David Lean, Ronald Neame y Anthony Havelock-Allan + Kay Walsh y Cecil McGivern (diálogos adicionales), basado en la novela homónima de Charles Dickens (Chapman and Hall, Londres, 3 vol., 6 de julio de 1861) [Serializada previamente en la revista “All the Year Round” del 1 de diciembre de 1860 al 3 de agosto de 1861].
Fotografía: Guy Green, en blanco y negro (1.37:1).
Diseño de producción: John Bryan.
Dirección artística: Wilfred Shingleton.
Música: Walter Goehr + Kenneth Pakeman y G. Linley (no acreditados).
Montaje: Jack Harris, supervisado por David Lean (no acreditado).
Reparto: John Mills (Philip “Pip” Pirrip), Valerie Hobson (Estella / Molly, la esposa de Abel y la madre de Estella), Bernard Miles (Joe Gargery), Francis L. Sullivan (Señor Jaggers), Martita Hunt (Señorita Havisham), Finlay Currie (Abel Magwitch), Alec Guinness (Herbert Pocket), Ivor Barnard (Señor Wemmick) y Freda Jackson (Señora Joe) + Anthony Wager (Joven Pip) y Jean Simmons (Joven Estella).
Presupuesto: 375.000 libras esterlinas.
Duración: 10.624 pies / 118 minutos.
Rodaje: desde septiembre de 1945 hasta abril de 1946 (D & P Studios, Denham, Inglaterra).
Estreno: 16 de diciembre de 1946 (Londres) y 22 de mayo de 1947 (Nueva York).
…
Coordenadas espacio / temporales:
Kent > Londres / 7 años > 34 años
…
20-3-48 / 5 nominaciones - y 2 premios * - a los Oscar (película, director, guion, fotografía * y dirección artística *)
…
Lo primero de todo me gustaría indicar que comparto plenamente la opinión de mad dog earle de que “Grandes expectativas” hubiese sido un título más ajustado a lo que se nos narra en la novela que el de “Grandes esperanzas”, como habitualmente ha sido traducida esta al castellano.
Curiosamente, en estos momentos estoy leyendo la edición cortesía de Alba y en el capítulo XVIII (perteneciente al primero de los 3 volúmenes en los que se dividió la obra cuando fue publicada en forma de libro)...
... se usa la expresión “un gran porvenir”.
Sin embargo y como podemos apreciar en la captura de pantalla siguiente (y que es muy similar a la que puso el mencionado Roy Earle en su reseña) también el subtitulaje lo expresa de dicha manera…
David Lean siempre había sido un gran devoto de la obra de Dickens y de “Grandes esperanzas” en particular.
De hecho, el recuerdo de su asistencia junto a la que por entonces era su esposa, Kay Walsh (y que aquí ejerce no de actriz sino de guionista), al Rudolf Steiner Hall de Londres en 1939 sería la semilla de la que años después brotaría la que sigue siendo una de las mejores adaptaciones a la gran (o la pequeña) pantalla de la obra del escritor británico más famoso (y más querido) de todos los tiempos.
Y es que en dicho teatro y entre el 7 de diciembre de 1939 y el 11 de enero de 1940 se representó una adaptación de la misma entre cuyos actores se encontraban Alec Guinness y Martita Hunt en los mismos papeles que años después encarnarían en la gran pantalla.
Es por eso por lo que cuando Ronald Neame (reconvertido de director de fotografía en productor *) le inquirió a Lean qué película le gustaría hacer después de BREVE ENCUENTRO este indicó sin dudarlo GRANDES ESPERANZAS.
* Aquí me gustaría desfacer un entuerto que ya comenté en mi anterior crónica.
Al contrario de lo que indica mad dog earle el hecho de que Guy Green se encargase de la fotografía de esta cinta no se debió a una decisión de Lean sino a que Neame había decidido pasarse a la producción y dejar en manos de otros profesionales (como ya vimos en BREVE ENCUENTRO con Robert Krasker) el trabajo de iluminación.
Y dado que Green había sido el operador de Neame nada más lógico que el primero se encargase a partir de entonces de la dirección de fotografía.
- Lean y Green durante el rodaje de la película -
No obstante, no sería Green el primer elegido sino Krasker. Sin embargo, tan pronto como se inició el rodaje tanto Lean como Neame se dieron cuenta de que este último no se adecuaba a las exigencias de un relato que se escoraba, al menos en su primer tramo, hacia el cine gótico.
Desconozco si algo de lo que filmó Krasker se mantuvo en el montaje final de la película aunque lo dudo. *
No obstante y dado que Cineguild, a pesar de ser una compañía independiente, se sustentaba económicamente en buena medida gracias a The Rank Organisation, hubo que pedir consejo a esta sobre la viabilidad del proyecto.
Afortunadamente la Rank no puso objeciones (salvo las lógicas de atenerse al presupuesto y al plan de rodaje pactado) dado que hasta ahora las producciones del trío Havelock-Allan/Lean/Neame (en colaboración con Coward) habían sido – salvo, tal vez, en el caso de BREVE ENCUENTRO – grandes éxitos no solo en Reino Unido sino también en los EUA, un aspecto este que era prioritario para la Rank.
- Recordemos a este respecto que las tres primeras producciones de la compañía acumularon 4 nominaciones a los Oscar sustanciadas en una estatuilla. -
A pesar de que el trío ya estaba curtido en cuanto a la elaboración de los guiones de sus películas (en conjunción – más o menos estrecha – con Coward) solicitaron primero la colaboración de la prestigiosa Clemence Deane (pseudónimo de Winifred Ashton [1888-1965]) y toda una experta en el mundo dickensiano – pero que resultó un completo fracaso – y después de la mencionada Kay Walsh y de Cecil McGivern (1907-1963) que trabajaban por entonces en dramas televisivos para la BBC y que se encargaron de elaborar diálogos adicionales para la película.
- Página del guion de rodaje que corresponde a los primeros instantes de la película, cuando "Pip" visita el cementerio donde yacen sus progenitores -
No obstante, es de justicia reconocer que muchos de los parlamentos de la novela se mantuvieron prácticamente letra por letra en la película.
Evidentemente y como ya indicaba mad dog earle fue necesario cortar pasajes enteros de la novela y eliminar algunos de los personajes de la misma.
Sin embargo y por la que voy leyendo de la novela (página 143 de 520) la película se mantiene notablemente fiel a la misma.
Y aunque no lo hiciera GRANDES ESPERANZAS seguiría siendo una excelente cinta y una de las grandes obras de su autor, aunque yo discrepo levemente del querido amigo Alex Fletcher puesto que la colocaría un peldaño por debajo de BREVE ENCUENTRO, como así indico al final de mi exposición.
Si en el comentario anterior me quejaba de la falta de traducciones de las obras de Noël Coward en nuestras librerías no puedo decir lo mismo de Charles Dickens.
Retrocedamos un poco en el tiempo.
La 13ª (y penúltima) novela de su autor apareció por primera vez en la revista “All the Year Round” fundada por el propio Dickens en 1859 en forma de folletín, en concreto en 36 entregas, entre el 1 de diciembre de 1860 y el 3 de agosto de 1861.
Previamente había visto la luz en ella la anterior novela del autor (y tal vez la más popular de todas sin nos atenemos al número de ediciones que se han hecho de la misma), “Historia de dos ciudades” (31 entregas, desde el 30 de abril al 26 de noviembre de 1859).
- Por cierto, entre ambas se publicó la magnífica “La mujer de blanco” de Wilkie Collins (40 entregas, entre el 26 de noviembre de 1859 y el 25 de agosto de 1860).
* (La bellísima) Eleanor Parker y (el orondo) Sydney Greenstreet en la versión de 1948... -
Si nos fijamos atentamente, el final de “Historia de dos ciudades” coincidió con el inicio de “La mujer de blanco”. -
Debido al fulminante (y habitual) éxito de las entregas dickensianas la novela salió en forma de libro (y en 3 volúmenes, como indiqué al principio) unas semanas antes de que concluyera la publicación de la última de aquellas.
Volvamos al presente (de la época en la que se preparaba la película).
Si como hemos dicho Lean no dudó ni un minuto en ofrecer a Guinness y a Hunt los mismos papeles que habían interpretado en las tablas...
... tampoco hubo mayor problema en la elección del resto del elenco.
Pero a pesar de lo que podamos pensar John Mills no fue elegido por haber trabajado previamente con Lean en SANGRE, SUDOR Y LÁGRIMAS y LA VIDA MANDA sino porque para el director no había un actor mejor para encarnar al protagonista, aunque estoy con mad dog earle en que tal vez sea un poco mayor para el personaje. No obstante, su interpretación es impecable, al igual que la de Tony Wager (1932-1990) en los primeros tramos de la película.
- John Mills con su hija Juliet -
* Por cierto, si en la anterior entrega empezamos a hablar del "pique" entre Lean y Wilder no deja de ser curioso que este, tal vez para sellar las paces, eligiera a Juliet para encarnar a la protagonista femenina de la deliciosa ¿QUE PASÓ ENTRE MI PADRE Y TU MADRE? (1972) *
De hecho y creo que en esto estamos todos de acuerdo, lo mejor de la misma transcurre durante la infancia del personaje, aunque al contrario de lo que ocurría en DAVID COPPERFIELD (1935), de George Cukor (y, lógicamente, antes en la novela que le servía de inspiración) el segundo tramo de la película no acusa el bajón tan profundo que sufría esta (y, repito, la novela) cuando el protagonista se hace adulto gracias, sobre todo, a la espléndida secuencia final que transcurre en Satis House, el hogar de la señorita Havisham (una inolvidable Martita Hunt)...
... y Estella (una deslumbrante – y jovencísima – Jean Simmons)...
Y hablando de Estella y de la actriz que la encarna de adulta en la pantalla, la bellísima Valerie Hobson (1917-1998), me gustaría comentar algunas curiosidades.
Como bien dice mad dog earle la actriz era por entonces la esposa del productor (ahora ejecutivo) Anthony Havelock-Allan y, sin embargo, su elección, al igual que la de John Mills, no tuvo nada que ver con ello.
La actriz ya había intervenido en dos de las mejores películas de terror de la Universal, LA NOVIA DE FRANKENSTEIN (1935), de James Whale...
... y EL LOBO HUMANO (1935), de Stuart Walker...
Y aunque no se indique por ningún lado (ni siquiera en la IMDb) la actriz no solo encarnó en GRANDES ESPERANZAS a Estella sino también a su madre, Molly (y, por tanto, esposa del forzado Abel Magwitch [Finlay Currie (1878-1968), el rey Baltasar en BEN-HUR (1959), de William Wyler o Shunderson en PEOPLE WILL TALK (1951), de Joseph L. Mankiewicz… ¿verdad, querido amigo Otto+?… ), que ejerce de sirvienta para el abogado Jaggers (Francis L. Sullivan [1903-1956]).
Siguiendo con este juego de la oca se da la coincidencia de que tanto Sullivan como Hobson participaron en una versión previa rodada en Hollywood y titulada GRANDES ILUSIONES (1934), en la que el primero encarnaba igualmente a Jaggers y la segunda a Biddy, la segunda esposa de Joe (un magnífico Bernard Miles al que ya vimos en SANGRE, SUDOR Y LÁGRIMAS), aunque al parecer las escenas en las que aparecía esta fueron suprimidas del montaje final…
Por cierto, el encargado de rodar la película fue Stuart Walker… o sea, el director de EL LOBO HUMANO…
Como decía, esto se parece al juego de la oca.
En cuanto al equipo técnico Lean por fin pudo contar con un compositor para crear una banda sonora ad hoc algo a lo que siempre se había opuesto Noël Coward.
Para ello contrató los servicios del prestigioso músico alemán Walter Goehr (1903-1960) quien compuso una excelente columna sonora que se ajusta como un guante a una historia que bascula entre distintos géneros. Pese a ello, Lean contó con la colaboración de otros dos músicos, Kenneth Pakeman y G. Linley, para corregir alguno de los pasajes de la misma en los que banda sonora chocaba con la milimétrica puesta en escena de Lean.
- Lean con todo el equipo de cámara de la película -
Sin duda fue todo un acierto la sustitución de Krasker por Green (quien se encargaría de los siguientes tres títulos de la compañía [OLIVER TWIST, THE PASSIONATE FRIENDS y MADELEINE]) puesto que Lean quería acentuar los aspectos más góticos de la película incluso hasta el punto de que por momentos la misma bien podría ser un vástago tardío del cine expresionista que marcó muchas de las propuestas fantásticas y/o de terror de los años ‘20 y ‘30.
Para lograr esa atmósfera ominosa, especialmente en las secuencias que transcurren en Satis House – sin duda las mejores de toda la película – fue igualmente determinante la labor conjunta de John Bryan y de Wilfred Shingleton, merecido Oscar, sin lugar a dudas.
Y, efectivamente, esa mansión donde el tiempo se ha detenido exactamente a las nueve menos veinte minutos nos recuerda poderosamente al castillo de cierto Conde de quien hemos dado buena cuenta en el rincón dedicado a la Hammer y más específicamente a su director más importante, Terence Fisher.
Y para nada es descabellado pensar que fuese el visionado de esta película lo que llevase a este último a solicitar a Martita Hunt para que encarnase a la baronesa Meinster...
... en la magistral LAS NOVIAS DE DRÁCULA (1960) – ya sabéis, la película donde NO aparece el Conde pese a lo que pueda indicar el título – puesto que la (vengativa) señorita Havisham (sin duda el personaje más fascinante de toda la obra dickensiana) presenta todas las características del vampiro tradicional...
- Recordemos que en la madre de todas las novelas de vampiros, "Drácula" (1897), de Bram Stoker, al personaje de Lucy Westenra se le denomina en los periódicos como la "Hermosa Dama" porque aparte de su belleza viste de punta en blanco... -
Por cierto, aunque nadie lo ha mencionado Freda Jackson (1907-1990) que aquí encarna a la hermana mayor de “Pip”, la señora Joe (sic), también intervino en dicha película y su personaje, Greta, era todavía más aterrador que el de su ama. Recordemos, si no, la escena en la que alienta a salir de su sepultura a una de las “novias” del discípulo de Drácula, el barón Meinster (David Peel)…
Dado que en mi caso el tiempo no solo no se ha parado sino todo lo contrario por la longitud que está empezando a coger este modesto comentario intentaré dar unas últimas pinceladas al mismo here, there and eveywhere…
“David Copperfield” y “Grandes esperanzas” son las únicas novelas de Dickens narradas en primera persona y a pesar de que el autor tenía a la primera como su favorita los méritos literarios de la segunda (por lo que voy leyendo) me parecen muy superiores.
Además porque una obra sea más personal no tiene por qué implicar que sea mejor.
En estos tiempos políticamente correctos no deja de resultar irónico que las principales antagonistas del protagonista, “Pip”, sean mujeres.
Su hermana mayor, la señora Joe.
Estella.
La señorita Havisham.
Solo Biddy (Eileen Erskine) es la excepción a la norma.
Algo además que suele pasar desapercibido es el hecho de que mientras que la señorita Havisham pasa el tiempo (es un decir dado lo expresado más arriba) entre penumbras el nombre de su pupila, Estella, significa “estrella de la mañana”.
O sea, que independientemente de que la señorita Havisham trate de convertir a Estella en el arma con la que se vengará de todo el género masculino (del que formaba parte el novio que la dejó plantada en el altar el día de la boda)...
... esa oposición a la que acabo de hacer referencia bien podría expresar la resolución final de la trama, independientemente del final de la novela.
- Por cierto, la edición de Alba incluye ambos finales. -
Un final, por cierto, magistral y que de nuevo nos devuelve a ese registro gótico que nunca abandonó la película.
Y es que la luz (Estella) acaba por derrotar a la oscuridad (la señorita Havisham, que no es solo verdugo sino también víctima, no lo olvidemos) gracias al inquebrantable amor que por ella profesa desde que eran niños “Pip”.
Y como ya dije, a pesar de la que los mejores momentos se dan al inicio y al final de la película, la historia en el tramo central no desentona del resto gracias a la espléndida labor de todo el equipo técnico y del reparto.
Y, por supuesto, la novela que toma como base, seguramente una de las mejores (o al menos de las mejor escritas) de su autor.
Y donde su protagonista es un héroe con pies de barro, al contrario del maniqueísmo habitual de su autor.
Recordemos a este respecto la magnífica secuencia en la que “Pip” muestra su (mezquina) decepción cuando descubre que su mecenas particular no es la señorita Havisham sino el forzado Magwitch, aquel a quien siendo niño ayudó a escapar de su trágico destino.
En el fondo “Pip” no deja de ser un arribista al que solo le redime el hecho de que su ascenso social se justifica por el irresistible amor que siente por Estella.
Pese a ello al final logrará recuperar su propia autoestima...
Por eso, al menos para mí, los personajes más interesantes de la obra (tanto de la película como de la novela) son los de Magwitch, Estella y la señorita Havisham.
Los tres capitales en el destino final de su protagonista.
Y creo que por hoy ya es suficiente.
Buenas tardes y, buena suerte.
…
Ranking provisional:
01. BREVE ENCUENTRO
02. CADENAS ROTAS
03. LA VIDA MANDA
04. SANGRE, SUDOR Y LÁGRIMAS
05. UN ESPÍRITU BURLÓN
Última edición por Alcaudón; 03/03/2024 a las 14:12
Como te puedes imaginar, yo no estaba allí (sospecho que tú tampoco), por tanto si indiqué que Lean prefirió a Green es porque así se recoge en la monografía editada en su día por Dirigido Por, escrita por Tomás Fernández Valentí (citada en el primer post). No solo eso, sino que Fernández Valentí ve en esta elección personal de Lean el inicio del fin de Cineguild, puesto que parece ser que Neame no se lo tomó nada bien. En todo caso, como deberíamos hacer siempre en estos casos (y no siempre hacemos ), te agradeceré que cites la fuente.
Aunque la asociación del nombre "Estella" con esa luz liberadora del final está muy bien vista, hay que decir que es algo propio del guion del film, no de la novela de Dickens, en la cual ella se llama también Estella pero no hay tal escena de alumbramiento (aunque, si se quiere, se puede buscar una cierta relación con la luz que emana del cielo nocturno bajo el que se desarrolla la última escena).
En realidad el fin de Cineguild se debió a que Neame prefirió convertirse en (otro) productor y dejar las labores de iluminación a su pupilo.
Además la desintegración fue paulatina. Primero se marchó Havelock-Allan (su último fin fue OLIVER TWIST) y luego Neame (ídem THE PASSIONATE FRIENDS).
La 7ª (y última) producción de la solo de nombre Cineguild fue MADELEINE (1950), la segunda película de la "trilogía Ann Todd".
La desaparición de Cineguild supuso igualmente la ruptura con The Rank Organisation de la que, en el fondo, no era más que una unidad autónoma de producción más que una compañía independiente de facto.
Por lo que se refiere a las fuentes, aparte de lo que pico aquí y allí por el proceloso Internet, me fio más de lo que cuenta Gene D. Phillips en su excelente libro "Beyond the Epic: The Life & Films of David Lean" (The University Press of Kentucky, Kentucky, 2006).
Y en cuanto a la dicotomía luz/sombras que yo simbolizo en los personajes de Estella y la señorita Havisham no la he leído en ninguna parte. O sea, que es de cosecha propia. Además tú mismo indicas muy acertadamente en tu comentario que tanto el entorno como el personaje recuerdan poderosamente a los aposentos y la figura de cierto noble transilvano. Y, desde luego, cuando "Pip" descorre los cortinajes de la estancia para dejar así entrar la luz (o sea, para devolver a Estella al mundo real o devolverle la luz que ella desprende, a menos a ojos de su amado) es todo un antecedente del magnífico final de DRÁCULA (1958), de Terence Fisher.
Y, ya, como apunte final indicar que fue este director quien trabajó con la bellísima Jean Simmons en una cinta justamente célebre (¿verdad, querida compañera Jane Olsen? )...
Última edición por Alcaudón; 26/02/2024 a las 12:45
En todo caso, parece ser un libro más reciente que el de la monografía de Fernández Valentí, que es del 2000, en el cual, como es natural, se citan referencias memorialísticas de algunos de los implicados. Siempre es un asunto complicado rehacer lo pasado, incluso en el hipotético caso (que no es este) en que el comentarista (o sea, nosotros) haya sido testimonio o protagonista del hecho. Uno siempre ha de acabar haciendo un acto de fe sobre lo que dice uno u otro historiador/crítico/comentarista.
No se si el film no me ha encantado por desgaste de historia conocida o por repetir fórmula, o sea Dickens. Yo creo que la primera, aunque no voy a decir que el film es una mierd.... como en otros rincones, y hay puntos concretos que son loables e incluso superior a CADENAS ROTAS, pero en su totalidad, me parece más compacta el film anterior, o quizá no tenía el desgaste aunque la historia es sabida y conocida, pero no he tenido el gusto de profundizar en ella.
Tiene una primera parte y parte final brillantes, pero en su trama central, Oliver desaparece de la trama y se centra en personajes que, siendo interesantes, me descoloca que el bueno de Oliver pierda tanto paso, casi pensando que mejor le cambien el título. Desconecto lo suyo, se centra demasiado en el personaje femenino, que no es que reste, pero me produce a veces sensación que estoy viendo otra peli.
Cosas buenas, muchas, los personajes masculinos, y el niño, están a un muy buen nivel. También encuentro brutal al personaje de Robert Newton, un auténtico british Psycho, con un final digno de las más grandes de la Hammer. Me encantan esos finales cuando el pueblo encabronado va a por todas, que sabiendo que son los malos, lo pasas mal, pobrecitos, sabes que la cosa no va a acabar muy bien con tanto encabronado suelto, normal. Y el personaje de Alec Guiness que decir, para la historia del cine, icónico.
No me enrollo más que voy mal de tiempo de entrega y tengo que empezar a visionar el siguiente de LEan. En resumen, buen film, con momentos de alto nivel, pero que encuentro en su globalidad, un pelín sobrevalorado.
"Sobrevalorado" cada vez me parece un adjetivo más sobrevalorado entre los cinéfilos. Al final ya no tengo claro qué quiere decir, porque parece como si se tuviera que aplicar a partir de una estadística de puntuaciones.
07. Amigos apasionados (The Passionate Friends, 1949)
Después del miniciclo dickensiano, Lean se embarcó en una trilogía que, vista hoy en día, parece estar hecha a mayor gloria de la actriz Ann Todd, con la que inició una relación amorosa (que acabó en matrimonio) durante el rodaje de The Passionate Friends (título que resultaba de lo más premonitorio). Como Ann Todd no es una actriz de mi gusto (ni siquiera en manos de Hitchcock, en The Paradine Case), reconozco que esto puede condicionar mi comentario de este y de los dos siguientes films, uno de los cuales, The Sound Barrier, no he visto nunca.
Para no alargarme en el comentario, comienzo por reproducir lo que ya dije hace casi seis años en el OR:
Según la monografía de Fernández Valentí (ni quito ni pongo, ya vendrá Alcaudón para desmentirlo), la adaptación cinematográfica de la novela de Wells (de 1913) era un proyecto que quería dirigir Ronald Neame a partir del guion de Eric Ambler, pero Lean se lo quitó a su compañero de productora (no sé si, sin embargo, amigo), puesto que estamos ante otro film de Cineguild (con Neame como productor, a pesar de todo).
Lean, junto a Stanley Haynes, adaptó el guion y dirigió finalmente la película, contando de nuevo con Guy Green como director de fotografía y con Richard Addinsell como compositor de una melosa banda sonora, demasiado enfática en general. Leyendo una breve sinopsis de la novela (en la Wikipedia) se aprecian notables diferencias entre el film y la obra de Wells, no sé si ya presentes en el guion de Ambler. Mientras que la novela es una narración en primera persona de Stephen Stratton (Steven en el film, interpretado por Trevor Howard), en la película es Mary la que nos cuenta la historia mediante un uso de la voz en off desde mi punto de vista a menudo tan innecesario como el de Brief Encounter, y muchísimo más confuso.
Porque ese es uno de los puntos quizá más interesantes, pero a la vez más insatisfactorios de la película. La narración no es lineal en absoluto, sino que, como pasaba en In Which We Serve, se mezclan los tiempos presentes y pasados, comentados en off por una Mary que no sabemos desde qué espacio y tiempo nos habla. La película se inicia en una localidad turística de los Alpes suizos (aunque con localizaciones en Francia), donde el azar (muy presente en el film y, por lo que llevamos visto, en el cine de Lean) va a provocar el reencuentro de Mary y su antiguo amante Steven, ahora casado y con dos hijos.
Rememoran viejos tiempos, pero su tierna actitud provoca los celos del marido, Howard (magnífico Claude Rains, lo mejor de la función, aunque el personaje está demasiado caricaturizado), que planteará el divorcio, lo cual conlleva el riesgo de la ruptura del matrimonio de Steven.
Entremedio, de forma entrelazada, asistimos a diversos flashbacks, en algún caso uno dentro de otro, que nos cuentan la relación de Mary y Steven en dos momentos de su vida: muy brevemente, en su juventud, cuando se enamoran, aunque Mary preferirá la independencia y seguridad que le aporta el maduro Howard (pudiente financiero) a la pasión de Steven;
y, parte a la que el film le dedica mucho más metraje, el reencuentro, nueve años antes, de Mary y Steven durante un baile de disfraces en Nochevieja (en el que Howard viste con capa, cual ominoso vampiro) que volverá a avivar las brasas de su pasión.
En la fase adúltera de la relación, hay varios momentos de gran tensión, que Lean plantea de manera hitchcockiana, recurriendo al suspense. Mientras Howard dicta un informe a su secretaria su mente está fija en unas entradas de teatro que su mujer se ha dejado en casa. De forma reiterada, se nos muestran esas entradas en primer plano, lo que nos indica que Howard está pensando que, si las entradas están allí, ¿dónde estarán su mujer y su “viejo amigo”? Howard, con la mosca tras la oreja, decide ir al teatro donde comprueba que no han ocupado las butacas correspondientes, lo cual es la constatación del engaño y la humillación.
Más tarde, esa misma noche, se vivirá un momento de gran incomodidad entre los tres personajes (en una de las mejores secuencias del film), cuando Howard juega con la esposa y el amante mediante el programa de mano de la obra teatral que deberían haber estado viendo. A pesar de todo, la relación matrimonial sobrevive al incidente, Steven es el perdedor.
Pero, al final del film, cuando Howard ate cabos sobre la “coincidencia” del encuentro entre Steven y Mary en Suiza, esta vez no estará dispuesto a tolerarlo, a dar una segunda oportunidad, repudiando violentamente a su mujer y tirando adelante el divorcio... aunque el espectador sabe que las sospechas son infundadas: no ha habido relación adúltera, pero solo hay que tener ojos para darse cuenta de que para Mary su gran amor es Steven, no su marido, y eso duele.
Como estaba a punto de suceder en Brief Encounter, también Mary, como Laura, parece decidida a suicidarse, esta vez lanzándose a las vías del metro, pero Howard lo evita en un final de lo más inverosímil (en esto de los finales inverosímiles parece que Lean también siguiera la enseñanza hitchcockiana). En mi opinión reitera demasiado el posible suicidio: ya lo insinúa en una primera escena, para luego enfatizarlo con un montaje efectista de imágenes. Quizá con otra actriz hubiera conseguido otro resultado, pero al menos en mi caso el rostro de Todd solo sirve para que la escena resulta aún menos satisfactoria en su conjunto, a pesar del gran trabajo de montaje.
Por otra parte, la película cambia radicalmente el final de la novela, ya que Wells, puede que de manera más coherente (tengo la impresión de que se trata de un apólogo moral contra los celos), la finaliza con el suicidio de Mary.
A pesar del trabajo de Green tras la cámara y algunas buenas ideas de montaje (aunque demasiado enfatizadas), The Passionate Friends me parece un melodrama un tanto alicaído, a lo cual contribuye sin duda (y siento repetirme) la escasa química de Todd con sus partenaires, unos magníficos Trevor Howard y Claude Rains. Veremos si el segundo film del “ciclo Todd”, Madeleine, me reconcilia con la rubia actriz
Última edición por mad dog earle; 05/03/2024 a las 15:03
Pues yo no lo tengo claro. Va para ex aequo.
06. OLIVER TWIST (1948, ídem)
Director: David Lean.
Productor: Ronald Neame.
Producción: Cineguild / Independent Producers Ltd. / The Rank Organisation.
Distribución: General Film Distributors Ltd. (Reino Unido) / United Artists Corp. (EUA).
Guion: David Lean y Stanley Haynes + Eric Ambler y Kay Walsh (no acreditados), basado en la novela homónima de Charles Dickens (Richard Bentley, Londres, 3 vol., 9 de noviembre de 1838) [Serializada previamente en la revista “Bentley’s Miscellany” entre febrero de 1837 y abril de 1839].
Fotografía: Guy Green, en blanco y negro (1.37:1).
Operador de cámara: Oswald Morris.
Diseño de producción: John Bryan.
Música: Sir Arnold Bax.
Montaje: Jack Harris, supervisado por David Lean (no acreditado).
Reparto: Robert Newton (Bill Sikes), Alec Guinness (Fagin), Kay Walsh (Nancy), Francis L. Sullivan (Señor Bumble), Henry Stephenson (Señor Brownlow), Mary Clare (Señora Corney), Anthony Newley (Artful Dodger), Josephine Stuart (La madre de Oliver), Ralph Truman (Monks), Kathleen Harrison (Señora Sowerberry), Gibb McLaughlin (Señor Sowerberry), Amy Veness (Señora Bedwin), Diana Dors (Charlotte), Frederick Lloyd (Señor Grimwig) y John Howard Davies (Oliver Twist).
Presupuesto: 371.500 libras esterlinas.
Duración: 10.436 pies / 12 rollos / 116 minutos.
Estreno: 22 de junio de 1948 (Odeon Leicester Square, Londres) y 30 de julio de 1951 (The Park Avenue Theater, Nueva York).
Después de visionar el pasado sábado la cinta coincido plenamente con la apreciación de mad dog earle de considerarme incapaz de decidir cuál de las dos adaptaciones dickensianas es mejor.
Y es que Lean ajusta a la perfección su preciosista puesta en escena en función del entramado dramático de la novela que le sirve en cada caso de base.
Y el Dickens de “Oliver Twist” (1838) no es, desde luego, el Dickens de “Grandes esperanzas” (1861).
Pero que nadie saque conclusiones equivocadas sobre la prevalencia literaria de la una sobre la otra o viceversa.
“Oliver Twist; or, The Parish Boy’s Progress”, que tal es el título completo de la novela, no fue publicada bajo su nombre sino bajo el (conocido) pseudónimo de “Boz”.
Al igual que en el caso de “Grandes esperanzas” la misma fue serializada previamente - en este caso en forma de entregas mensuales y no semanales - en la revista “Bentley’s Magazine”, entre febrero de 1837 y abril de 1839.
Y como podéis observar si leéis atentamente la ficha técnica que tanto trabajo me da… la novela (al igual que lo que sucedía en “Grandes esperanzas”) se publicó en formato libro mucho antes de que la 24ª y última entrega saliera a la venta.
Un claro ejemplo del enorme éxito que acompañó a Dickens desde sus inicios hasta el punto de convertirle en el escritor más popular no solo del momento sino de toda la literatura británica.
Dado que todavía estoy en el ecuador de “Grandes esperanzas” (acabo de finalizar el 2º volumen) no me ha dado tiempo más que a leerme un par de capítulos de “Oliver Twist” en la excelente traducción de Josep Marco Borillo para Alba Editorial.
Y lo cierto es que no recordaba el corrosivo humor negro que destilan todas y cada una de las páginas de la novela (y de las que vendrán después) y en las que el escritor británico sacaba a la luz lo peor de la sociedad británica (y por extensión europea) de la época.
Ese humor vitriólico tan característico del Dickens primerizo (si exceptuamos “Los papeles póstumos del Club Pickwick” [1837]) de difícil traslación a la gran pantalla (tengamos en cuenta la censura imperante en la época) supuso todo un reto para Lean pero del que salió triunfante gracias sobre todo, aunque no solo, al trabajo del diseñador de producción John Bryan, del director de fotografía Guy Green y de la diseñadora de vestuario Margaret Furse, todos ellos colaboradores en la cinta previa del director.
- Por cierto, el operador de cámara Oswald Morris se encargaría ya como director de fotografía de la iluminacion de la versión musical de 1968 que mad dog earle reseña en la segunda parte de su programa doble.
Y lógicamente la infinitamente (nunca mejor dicho) superior 2001: UNA ODISEA DEL ESPACIO, de Stanley Kubrick no se pudo llevar el Oscar a la mejor película puesto que ni siquiera llegó a estar nominada, algo ciertamente incomprensible, aunque sí lo estuvo Kubrick… aunque tampoco se hizo con la preciosa estatuilla…
En fin… -
Algo que no se suele mencionar es el hecho de que para conseguir esa perfecta equivalencia entre la prosa de Dickens y las imágenes de la película Lean y su equipo tomaron como referencia los inolvidables grabados del gran George Cruikshank (1792-1878) que acompañaban ya a las entregas mensuales de la novela.
El primero de ellos es toda una declaración de principios…
- Oliver pide más -
Si mad dog earle mencionaba en su comentario los “gazapos” del crítico Ramón Moreno Cantero en su monografía sobre el director lo más gracioso es que hay uno todavía mayor en la propia película y del que nadie parece haberse dado cuenta hasta el punto de que la propia (y no siempre infalible) IMDb lo reitera.
Me refiero al hecho de que el (auténtico) villano de la función, Bill (un espléndido Robert Newton), no se apellida Sykes como indican los títulos de crédito finales…
… sino Sikes, algo que curiosamente sí ha sido corregido en la mencionada monografía…
- Primer grabado en el que aparece Bill Sikes...
- Oliver es reclamado por sus afectuosos amigos -
Otro par de entuertos que desfacer aunque uno de ellos sea exclusivamente de cosecha propia, como ocurría en la entrega anterior del presente coleccionable…
Uno.
Preámbulo:
La compañía Cineguild, creada por Havelock-Allan, Lean y Neame en 1943, no solo produjo 7 de las 8 primeras películas que dirigió el segundo sino también otras 2 en las que este no participó. Todas ellas fueron coproducidas y distribuidas por The Rank Organisation y las tres primeras además en conjunción con Noël Coward.
O sea,
1944, LA VIDA MANDA
1945, UN ESPÍRITU BURLÓN
1945, BREVE ENCUENTRO
1946, CADENAS ROTAS
1947, TAKE MY LIFE (dirigida por Ronald Neame)
1948, BLANCHE FURY (dirigida por Marc Allégret)
1948, OLIVER TWIST
1949, THE PASSIONATE FRIENDS
1950, MADELEINE
¿A qué viene todo esto?
Pues al hecho de que si bien hasta ahora todas las películas del trío habían sido escritas en colaboración en este caso solo Lean estaba disponible dado que Neame, que ya había pasado de director de fotografía a productor, quería emular a Lean y por ello se embarcó en el rodaje de la mencionada TAKE MY LIFE (1947), que además sería producida por Havelock-Allan.
Al parecer semejante “espantada” no le gustó nada a Lean y por ello para calmarlo Neame accedió a ejercer de “productor” en OLIVER TWIST aunque yo diría que debido a lo indicado en el párrafo anterior su implicación en la misma sería mínima y no sería nada descabellado pensar que el propio Lean ocupara su silla.
Y ello nos lleva al entuerto n.º...
Dos.
Y, como digo, esto no es más que una conclusión a la que yo he llegado y que contradice todas las fuentes a las que he consultado, incluido el libro que me sirve de Biblia de Gene D. Phillips.
Claro que tampoco nadie menciona por ningún lado ese gazapo Sykes/Sikes…
¿Y cuál es, os estaréis preguntando?
Pues que en mi modesta opinión Havelock-Allan no tuvo nada que ver con OLIVER TWIST.
Dos pruebas de cargo a mi favor.
Una.
Su nombre no aparece en los títulos de crédito.
Dos.
Y lo que es más importante, en el “press book” original de la película únicamente aparecen Lean y Neame, como podéis apreciar en la siguientes imágenes …
Ninguna mención a su (supuesto) socio cofundador.
Nada que ver con el de su primera producción conjunta...
O sea, que las semillas de la paulatina desintegración de la compañía (y que ya he mencionado en anteriores entregas) germinarían no en THE PASSIONATE FRIENDS, como afirman todos los críticos (incluido el mencionado Moreno Cantero) sino en OLIVER TWIST.
Vamos, que si nos hacemos un pequeño resumen de lo anteriormente expuesto la cosa quedaría tal que así:
Havelock-Allan/Lean/Neame:
1944, LA VIDA MANDA
1945, UN ESPÍRITU BURLÓN
1945, BREVE ENCUENTRO
1946, CADENAS ROTAS
Lean/Neame:
1948, OLIVER TWIST
1949, THE PASSIONATE FRIENDS
Lean:
1950, MADELEINE
And then there was one...
Ya estoy empezando a pensar que tal vez debería escribir yo una monografía sobre el montador/productor…
Por lo que respecta a la (espléndida) secuencia inicial, en la que presenciamos la llegada de la madre de Oliver (Josephine Stuart) al hospicio, por un lado nos retrotrae a la igualmente inicial de GRANDES ESPERANZAS y por otro, aunque pueda parecer extraño, a aquella en la que Blancanieves, huyendo del cazador se adentraba en el espeso y amenazante bosque antes de toparse con el hogar de los Siete Enanitos.
Pues bien, dicha secuencia fue escrita por la que por entonces era la esposa del director, Kay Walsh, a instancias de aquel puesto que encontraba el inicio de la novela demasiado anodino. Algo, por cierto, que no comparto, aunque sí mi entusiasmo por esta secuencia, sin duda una de las más bellas de toda su filmografía dado que durante la misma no hay diálogo alguno.
A continuación incluyo las tres primeras páginas del guion de rodaje que incluyen dicha secuencia y que como digo fueron escritas por Walsh...
Sería hora de reconocer las importantes contribuciones de la actriz a los guiones de su esposo puesto que fue idea suya el final de GRANDES ESPERANZAS y el inicio de OLIVER TWIST.
Ahí es nada.
Y además su trabajo interpretativo es digno de mención. Y además era una mujer muy bella, para qué negarlo.
OLIVER TWIST, al contrario que GRANDES ESPERANZAS, centra toda la peripecia vital de su protagonista durante su infancia.
Aunque al parecer a Lean no le gustaba especialmente trabajar con niños desde luego no es algo que se note en sus películas, todo lo contrario.
Bueno, de hecho y en esto se parecía algo a Hitchcock, prefería centrarse en los aspectos técnicos de las películas que interaccionar con los actores.
John Howard Davies (nombre ciertamente sonoro) fue elegido para encarnar al protagonista porque era hijo de un prestigioso columnista del “Daily Express”, Jack Davies, amigo tanto de Lean como de Neame.
Al parecer dicha elección se basó más en la expresiva cara del niño que sus (indiscutibles) dotes como actor.
Y de nuevo aparece el nombre de Kay Walsh puesto que fue ella la que llamó la atención a su esposo de un joven actor con el que ella había trabajado en una reciente película, VICE VERSA (1948), de Peter Ustinov, Anthony Newley y que aquí encarna a la mano derecha de Fagin (del que hablaremos en breve…), (¿Ingenioso?) Dodger.
- En la novela, por cierto, su nombre es Jack Dawkins. -
Por lo demás y al igual que otros grandes (y pequeños) realizadores Lean solían rodearse de rostros conocidos para encarnar a los protagonistas de sus películas.
El pendenciero (y dipsómano) Robert Newton de LA VIDA MANDA (y antes de MAYOR BÁRBARA, si la consideramos parte integrante de la filmografía del director objeto del presente estudio).
Alec Guinness de GRANDES ESPERANZAS.
Kay Walsh de LA VIDA MANDA.
Francis L. Sullivan, el señor Jaggers, tutor de Pip, de – lógicamente – GRANDES ESPERANZAS.
Ivor Barnard encarnó al señor Wemmick, el pasante del mencionado Jaggers en dicha cinta y aquí al (implacable) señor Limbkins, el presidente de la junta del hospicio.
- El primero, por cierto, es uno de los personajes más atractivos de “Grandes esperanzas” algo que puede observarse incluso en la versión (lógicamente digest dado el tamaño de la misma) del director. -
Si las anteriores coproducciones Cineguild/Rank se habían rodado en los estudios Denham en este caso se optó por desplazarse a los mucho más espaciosos (y hoy mundialmente (re)conocidos) Pinewood.
Aunque Lean se las tuvo tiesas con Robert Newton durante el rodaje de LA VIDA MANDA volvió a contar con él por el excelente villano (redimido) que había encarnado en (ya lo siento) MAYOR BÁRBARA y consiguió que este permaneciera sobrio hasta prácticamente el final del rodaje.
Y digo prácticamente porque durante la última escena que rodó, la de la huida con Oliver por los tejados, nadie pudo asegurar si Newton estaba o no borracho, de forma que en este caso la ficción casi supera a la realidad puesto que el actor estuvo de morir de verdad ahorcado cuando las piernas le empezaron a jugar una mala pasada. Vamos, como para repetir la toma.
No deja de ser paradójico que cuando Lean y Walsh ya se estaban distanciando sentimentalmente aquel le ofreciera su mejor papel.
Y si antes he destacado la magnífica secuencia inicial no puedo hacer menos con la igualmente magistral de la muerte de la dulce Nancy a manos del brutal Bill. Ni Hitchcock la hubiese rodado mejor.
Capítulo aparte es el personaje de Fagin, judío en la novela y de etnia indeterminada (aunque bastante evidente dada la longitud de su apéndice nasal y sus maneras) en la película.
No deja de resultar curioso que el formidable personaje de Fagin, que pese a todo tiene una humanidad de la que carece por completo Bill, fuese el objeto de las iras de los censores, pero no de los británicos sino de los norteamericanos hasta el punto de que la película no pudo estrenarse allí hasta 1951. O sea, 3 años después y con 12 minutos menos de metraje, todos ellos circunscritos a dicho personaje.
Me gustaría indicar que el antisemitismo (hoy en día, me temo, alentado por los propios judíos dada su extremada crueldad contra los palestinos en una guerra que la comunidad internacional debería haber evitado desde un principio) no solo aparece en la obra de Dickens sino también en la de sus coetáneos, tanto a uno como a otro lado del océano.
Y aunque pueda parecer extraño en cierta medida Oliver y Fagin bien podrían ser las dos caras de una misma moneda puesto que el primero lo que más ansía en este mundo es tener una familia y el segundo se ha creado la suya propia con todos los pilluelos que trabajan a sus órdenes y a los que llama “queridos”, un apelativo que algunos podrían encontrar algo equívoco, aunque no es ese mi caso…
Es más, Oliver recibe una trato mucho más humano (y no digamos comida) de un paria de la sociedad como es Fagin que de las (supuestas) instituciones de caridad en las que recala el protagonista.
Y que conste que pese a la dureza de las imágenes (en la que los niños a veces parecen prisioneros de un campo de exterminio)...
... en la novela Dickens se muestra todavía mucho más contundente.
Lo más gracioso es que a Alec Guinness le costó Dios y ayuda convencer a Lean de que era el actor ideal para encarnar a uno de los villanos más famosos de la literatura debido a que era demasiado joven para el papel.
Y aunque hoy el personaje nos pueda parecer una burda caricatura del judío prototípico y usurero lo cierto es que Guinness consigue transmitir a la perfección el yin y el yan del personaje, en la que sin duda es una de las mejores interpretaciones de su impecable carrera.
Y de nuevo el mismo toma como claro referente los grabados del mencionado Cruikshank y el primero en el que aparece es el siguiente…
- Oliver es presentado al respetable anciano -
Y creo que ya va siendo hora de ir terminando porque si no a este paso el comentario va a ser más largo que la propia novela de Dickens…
Después de ver seguidas BREVE ENCUENTRO, GRANDES ESPERANZAS y OLIVER TWIST – ahí es nada – me resulta muy difícil decantarme por una de ellas para ocupar el podio pero creo que finalmente me uniré al bando de Alex y lo dejaré (al menos temporalmente) de la siguiente forma:
01. OLIVER TWIST
02. GRANDES ESPERANZAS
03. BREVE ENCUENTRO
y luego…
04. LA VIDA MANDA
05. SANGRE, SUDOR Y LÁGRIMAS
06. UN ESPÍRITU BURLÓN
Mi cambio de parecer se debe a que aunque BREVE ENCUENTRO es maravillosa me molesta ese abuso de la voz en off (y del que afortunadamente se deshace rápidamente el director en la denostada – al menos por mad dog earle – THE PASSIONATE FRIENDS) y sin embargo pienso sinceramente que tanto OLIVER TWIST como GRANDES ESPERANZAS (o viceversa) no solo son las mejores adaptaciones a la gran pantalla de la obra de Dickens sino de la literatura general, al menos si nos circunscribimos a la cinematografía anglosajona.
De cualquier forma cualquiera de las tres destaca claramente del resto de la obra vista hasta ahora de su director.
Y después de este extenuante comentario (mañana juro que saldré por la mañana a disfrutar del día que no quiero convertirme en otro señorito Havisham) me queda la tediosa aunque gratificante tarea (al menos para un servidor) de incluir las pertinentes imágenes ad hoc que hagan más lustroso este modesto comentario.
Un saludo, amigos.
Última edición por Alcaudón; 05/03/2024 a las 23:56
Yo no soy tan duro con Ann Todd como Mad, aunque seguro que no estará en la lista de mejor chica Lean, si que tiene todos los números de estar en la lista Trevor Howard, pero como peor chico Lean. Y como os he dicho en privado, suerte del gozo de ver Claude Rains en pantalla.
Pues sí, la estructuración del film, flashbacks para aquí para allí, no me molesta, me molesta Trevor Howard . Ya en BREVE ENCUENTRO no me acabó de convencer, aunque no recuerdo si lo dije, aquí, y con una temática parecida, un amor difícil por no decir imposible, adulterio, pero con clase, ya lo tiene Lean, que logra filmar el engaño como una cosa bonita y aceptable, jugando con la temporalidad, o sea, como se ven X veces en tantos años -en el film a comentar- o X veces al año -en BREVE ENCUENTRO-, pues parece que todo vale, y no es tal el adulterio, o por lo menos no es tan grave. Quizá el buen rollismo de ambos personajes de TRevor Howard ayudan a que dichos hechos moralmente reprochables, sean visto como un pasa rato, donde David LEan, logra montar un film -o dos- la mar de entretenidos. Pero eso rostro de peli familiar de Walt Disney no me da para llevar el peso dramático del film.
Sobre Eva Saint Marie, digo Ann Tod, no me ha parecido tan katastrophal como dice Mad, pero si fría, y un química con don simpático que es difícil de agarrarla. A mi me costaría mucho enamorarme de una mujer así, y desde el punto de vista de Ann Todd, su romance con el personaje Trevor Howard es casi indignante , pero bueno ellos sabrán.
Mi escena preferida del film, es una que me da mucha grima, cuando se despiden en la bella Suiza (Francia por lo que dice Mad) en el mini puerto con la barca, con un payasete Howard y ella una teeneger enamorada dando botecitos, hasta ahí, bien filmado pero los personajes dando bastante grima, es cuando ella entra en la habitación, va directamente al balcón y sigue con los saltitos de enamorada, y el gran CLaude Rains viéndolo todo, hundido, tocado y hundido para ser más preciso, con un montaje de la escena sensacional.
En fin, cuando la historia te gusta, uno de los tres actores está a un alto nivel, uno de ellos es detestable, y la chica ni fu ni fa, es difícil posicionarla y cuantificarla, llegando al punto de no tener muy claro si me ha gustado o no.