Sin ganas de polemizar, has de reconocer que el cine es maniqueista y manipulador. El director te lleva por donde quiere, y si encima sabe narrar y meterte en la historia... no te digo. No creo que en la mente de ningún director honesto esté tratar como borregos a la gente. En la misma película que citas, Berlanga consigue que aborrezcas la pena de muerte, con humor, con inteligencia, pero te lleva a donde quiere.
Muy buena la escena, no la recordaba.
Te aconsejo encontrarás dragones. Buena factura técnica.