En toda investigación policial que se precie, es necesario visitar al menos un club de striptease.
Todos los números de teléfonos de Estados Unidos comienzan por 555.
Si alguien te persigue por el centro de la ciudad, siempre puedes quitártelos de encima ocultándote entre los participantes del Día de San Patricio, sea cuál sea la época del año.
Todas las camas tienen una sábana especial que llega hasta las axilas en el caso de las mujeres y hasta la cadera en el caso de los hombres.
Todas las bolsas de la compra del supermercado deben tener, como mínimo, una barra de pan que sobresalga un poco. En América aún no se han descubierto las bolsas de asas.
Es fácil pilotar un avión y aterrizar con él si hay alguien en la torre de control que pueda dirigir la operación por radio.
Los sistemas de ventilación de los edificios son el escondite ideal: a nadie se le ocurrirá mirar en ellos, siempre están limpios, bien iluminados, y sirven para desplazarse hasta cualquier parte del edificio, como la sala donde el malo explica su malvado plan.
Si tienes que recargar la pistola, siempre dispondrás de suficiente munición, aunque vayas desnudo.
Es muy probable que sobrevivas a cualquier batalla, a menos que cometas el error de enseñarle a alguien una foto de tu novia. Y ya no digamos si te jubilas al día siguiente.
Si tienes que hacerte pasar por un militar alemán, no es necesario hablar el idioma; con tener acento alemán bastará.
Si la ciudad se ve amenazada por un desastre natural o algún tipo de monstruo , la principal preocupación del alcalde será siempre la futura feria de comercio o su próxima exposición de arte.
La torre Eiffel se puede ver desde cualquier ventana de París.
Un hombre no se inmuta mientras recibe una paliza de campeonato, pero se queja cuando una mujer intenta limpiarle las heridas (Indiana Jones dixit).
El comisario de policía siempre es negro, y siempre terminan una bronca concediéndote días libres.
Si tienes que pagar un Taxi, no busques un billete en la cartera: saca lo que tengas en el bolsillo al azar. Siempre será el importe exacto.
Los procesadores de textos nunca tienen cursor, pero siempre se abren con una pantalla que dice: <<Introduzca la contraseña>>, y cuya pista siempre se encuentra al lado del ordenador.
Todas las mañanas las madres siempre cocinan huevos, tocino y gofres para la familia, aunque su marido y sus hijos no tengan tiempo para comérselos.
Los automóviles que chocan casi siempre acaban explotando o ardiendo o ambas cosas.
Un solo fósforo sirve para iluminar una habitación del tamaño de un estadio de fútbol.
Los habitantes de ciudades y pueblos medievales tienen una dentadura perfecta.
Toda persona que sufra una pesadilla, se incorporará de golpe en la cama y jadeará sudorosa.
No es necesario decir "hola" ni "adiós" cuando se empieza o termina cualquier conversación telefónica.
Cuando conduzcas, no es necesario mirar a la carretera: pueden conversar tranquilamente con el copiloto.
Las bombas van equipadas con temporizadores que tienen pantallas con grandes números rojos para que uno sepa cuándo van a estallar.
Siempre es posible estacionar delante del edificio al que se va de visita.
No importa si tus enemigos te superan en número durante una pelea de artes marciales: te atacarán de uno en uno, mientras esperan, con gesto agresivo, a que vayas acabando con sus compañeros.
Cuando están a solas los extranjeros prefieren hablar inglés entre ellos.
Siempre hay una motosierra a mano si uno la necesita.
En cuestión de segundos, no hay cerradura que se resista si uno tiene a mano una tarjeta de crédito o un clip, a menos que sea la única puerta de acceso a una casa en llamas con un niño atrapado dentro.
En los noticiarios de televisión siempre dan una noticia que tiene relación directa con uno mismo en ese preciso momento. Y nunca pillarás una frase a la mitad.
Si lees o escuchas algo, luego serás capaz de repetirlo con las palabras exactas, sin importar que tan largo o dificil sea.
Cuando tengas al héroe atado, te entretendrás contándole los entresijos de tu maléfico plan, incluidos los detalles sobre cómo podría vencerte.
Y después de todo esto, y a pesar de todas las pelis con bomba que he visto, aún sigo sin saber si hay que cortar el cable rojo o el azul.