
Iniciado por
repopo
King Kong de Jackson: peñazo difícilmente soportable, con unos agujeros en el desarrollo por los que se cuela un T-Rex.
King Kong de Cooper: Magia. Un lector que se acercase por primera vez a Shakespeare, haría gala de su ignorancia soltando un "pero si está todo muy visto, no son más que tópicos, hoy se hace mejor..." (frase que escuché realmente hace un tiempo). No, señores, Cooper estaba, al igual que Shakespeare, sentando unas bases originales que nunca antes se habían establecido. El uso y abuso posterior las han convertido en los tópicos que las nuevas generaciones "dan por sentado". Sólo por eso se merece admiración. Y para colmo, es que le quedó un peliculón pluscuamperfecto.