Una de las sorpresas de 2016 que incluso acabó colándose en la ceremonia de los Oscar, finalmente sin suerte, aunque su presencia en certámenes le otorgó una publicidad gratuita que, de otro modo, le hubiera costado mucho conseguir.
He de decir que la he visto recientemente, por lo que el efecto sorpresa ya estaba difuminado en mi mente y simplemente me dediqué a obervar e intentar disfrutar. El resultado, en mi opinión, es una película notable, donde una serie de elementos como dirección, puesta en escena e interpretaciones logran una sinergia perfecta. El guión (escrito por un valor en alza como Taylor Sheridan) está bien desarrollado, aunque quizás le sobren trazos de brocha gorda muy evidentes en ciertos momentos. En ocasiones más vale sugerir/mostrar y no subrayar algo que el espectador debería haber captado desde el primer cuarto de hora de película.
Los actores están magníficos y marcan la diferencia respecto a otros filmes del estilo, cuyos personajes acaban siendo accesorios o meramente funcionales. Aquí, en parte gracias al guión, tienen alma propia y la trama gira en torno a ellos. Pine nunca me ha parecido gran cosa, mientras que Foster siempre lo he visto como un actor infravalorado, encasillado en papeles muy similares donde su potencial queda reducido. Aquí están ambos muy bien. Desde el principio la película va al grano y no pierde demasiado tiempo en disputas, dimes y diretes entre ambos hermanos. Bastan un par de diálogos y situaciones para entender perfectamente como han llegado hasta el punto en que se encuentran.
Caso aparte es Jeff Bridges. No vamos a descubrirlo ahora y sabemos perfectamente lo que puede dar de sí, con lo que sería extraño hablar de "sorpresa" al referirnos a su interpretación en este filme. Es una de esas interpretaciones que elevan una obra por encima de la media. Simplemente está magnífico y recuerda un poco al personaje interpretado por Tommy Lee Jones en "No es país para viejos". Un hombre de avanzada edad, a punto de jubilarse, que ve como el mundo donde se forjó como defensor de la ley ha quedado atrás.
Un western moderno donde los forajidos reclaman lo suyo al mismo tiempo que intentan redimirse, los protectores de la ley se adaptan a los nuevos tiempos y el resto de la sociedad, simplemente, trata de sobrevivir como buenamente puede.
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