Vista en un periodo de 3 días y no me queda más remedio que corroborar las buenas críticas que está recibiendo. Cuando se anunció no estaba muy convencido de lo que pudiese salir de este proyecto. Tenía ciertas retiencias a que acabasen convirtiendo una historia y personajes míticos en zombies que, estilo MTV en mano, pasasen a recolectar el cheque y poco más. Me extrañaba, más aún tras ver entrevistas a lo largo de los años donde Ralph Macchio decía haber rechazado unirse a varios proyectos por su baja calidad.
El resultado, en mi opinión, es magnífico y con los mimbres que tenían a su disposición han hecho un excelente trabajo.
Consigue una sinergia perfecta entre drama-comedia-acción. Ésto, que puede parecer fácil, no lo es en absoluto. Se ha intentado muchas veces y la mayoría de ellas han sido infructuosas. Además, logra que el producto tenga alma propia y no acabe en un sucédaneo para púberes adictos a la MTV. Los jóvenes tienen el protagonismo justo y necesario, dejando que sean los veteranos quienes lideren la función.
El espíritu de Karate Kid está latente y presente durante los diez episodios de esta primera temporada, ya sea mediante diversos flashbacks o la propia banda sonora. Se nota además que los guionistas son gente formada y conocen muy bien el cine de los 80-90, ya que nos obsequian con múltiples referencias de películas de la citada época como Rocky, águila de acero o sospechosos habituales.
Las interpretaciones son buenas y destaca especialmente William Zabka, auténtico protagonista en esta ocasión, quien se merecería una nominación en los próximos Emmy o incluso Globos de Oro. Y resulta curioso pues en la película original no es que destacara precisamente, siendo más bien un personaje funcional y poco más. Aquí, como digo, demuestra que tiene tablas como actor pese a que su carrera haya sido muy discreta desde su personaje en Karate Kid. También ayuda el guión, que le marca el camino y no deja nada al azar. Gracias a éste llegamos a concer a fondo a Johnny Lawrence y quizás llegue a cambiar la percepción que muchos teníamos de él tras la película de Avildsen.
Y cuando todo parecía quedar cerrado nos obsequian con un final tan retorcido como brillante, siendo éste en realidad un punto y seguido, pues ya se ha confirmado una segunda temporada que, sin duda alguna, esperaré con una sonrisa y altas dosis de nostalgia.
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