Pese a que no hace ni un año que la película noruega Pioneer se estrenó en su país de origen, la productora estadounidense de George Clooney ya se ha interesado en hacer un remake en el que adaptar para el público norteamericano la historia basada en hechos reales de los submarinistas que en los años 80 pusieron en grave riesgo su vida para trabajar en la construcción de los gasoductos y oleoductos del Mar del Norte y la batalla legal emprendida por las indemnizaciones.
Al parecer, Clooney y su socio en Smokehouse Pictures Grant Heslov se encontrarían en negociaciones para hacerse con los derechos de la película, en la que ya habrían mostrado su interés desde el inicio de los trabajos de preproducción. Es posible que lo que despierte tanto interés entre los norteamericanos sean las posibilidades cinematográficas de emprender un rodaje submarino, además de contar una historia real que es desgraciadamente conocida en Noruega, ya que ha protagonizado una de las batallas más largas y duras libradas en los juzgados de este país.
Y es que después de haber visto su salud gravemente afectada por los trabajos de instalación de tuberías submarinas que se llevaron a cabo a una profundidad de más de 400 metros (cuando a día de hoy el límite de seguridad para los buzos se sitúa en los 150 metros), en el año 2007 cuatro de aquellos submarinistas obtuvieron por fin una sentencia favorable en la que los juzgados condenaron al estado de Noruega a indemnizarles por no haberles informado debidamente acerca del riesgo que conllevaban las labores.
Sin embargo, la sentencia fue recurrida al Tribunal Supremo de este país, donde los jueces consideraron que no era posible culpar al Estado por los daños producidos por la industria petrolífera. Finalmente, el pasado año el Tribunal de Estrasburgo volvió a ratificar la culpabilidad de Noruega.
Los submarinistas cuentan ahora con George Clooney como un potente aliado a la hora de emprender otra guerra más peliaguda aún si cabe, la de la opinión pública. Con uno de los actores, directores y productores más carismáticos de la industria cinematográfica empeñado en dar a conocer su historia, es posible que los submarinistas que tristemente pagaron muy caro el enriquecimiento petrolífero de Noruega vean más cerca un final justo para sus reivindicaciones.