Cuando un director decide doblar a un actor debe ser porque le resulta poco convincente su interpretación (evidentemente había que doblar a Linda Blair en "El exorcista"; lo de López Vázquez en "Mi querida señorita" ya dió que hablar en su época y, a día de hoy, sigue resultando más que discutible el cambio radical de voz en razón de su asunción sexual).
El hecho de que coproducciones como las que citas funcionasen a pesar de que los actores fuesen doblados, no invalida el que resulte lamentable no poder oír a actores como Lancaster interpretar su papel. No creo que el hecho de contratar actores de diferentes nacionalidades y doblarlos a todos sea precisamente un elemento que asegure la excelencia de una película. Y desde luego, sí asegura que las interpretaciones que aparecen en pantalla están distorsionadas por voces postizas. El Lancaster de "El gatopardo" no es el Lancaster completo de "Atlantic City", por ejemplo. Los actores en el cine no sólo actúan con sus miradas o sus gestos, también lo hacen con su voz. A nadie se le ocurriría sustituir sus miradas, en cambio parece poco relevante sustituírles la voz.
¿Serían peores los westerns de Sergio Leone si hubiésemos podido oir a Eastwood mascullar sus frases en lugar de a un doblador en italiano, español o watusi? ¿Sería más Eastwood o menos Eastwood?
Sobre los musicales, creo que ha quedado clara mi argumentación anteriormente. "Cabaret" sería distinta si a Liza Minnelli la hubiese sustituído Karina, eso seguro.