1. La dualidad realidad/ficción que sobrevuela durante todo el film.
2. Los primeros planos de Nina, tan subjetivos, que hace que nos pongamos en su piel, en su cabeza y en su corazón. También nosotros, como ella, llegamos vírgenes a esta historia, y también, llega un momento en que no somos capaces de reconocer lo que es verdad de lo que no. Lo más chocante es que hasta cierto momento, nos importa (aún no hemos caído en el descontrol absoluto) pero después, ni pensamos en ello, pues ya no tiene sentido: lo importante es hacer el papel de nuestra vida (realmente, ese papel glorioso ya comenzó tiempo antes, con toda la transformación, y lo que vemos al final, es solo la derivación de todo lo anterior)
3. Lo importante de los elementos adyacentes (los otros personajes) como factores "moldeadores" de la personalidad final de la protagonista, pero también como elementos "objetivos" de valoración de la transformación que experimenta Nina. En este sentido, tenemos muy presente en pantalla, ese pensamiento de "esto que le pasa es porque tú le hiciste tal, o tú le has aconsejado que tal", al mismo tiempo que pensamos "Nina, no te das cuenta que te está pasando esto o lo otro?"
No os dais cuenta? El director, a propósito y sin darnos cuenta apenas, nos mete en nuestra piel esa sensación de inseguridad, de inestabilidad, para que nosotros también vivamos nuestra propia transformación.
4. Como de la madre ya habéis hablado mucho, diré alguna cosa del maestro. El personaje de Vincent demuestra toda su profesionalidad. Hemos visto como ha moldeado a la anterior estrella, aunque también ninguneado por el paso del tiempo (hay otra ocupando su lugar). Y tiene experiencia en manejar "psiquis". Sabe darle a Nina todo lo que esta requiere (y desconoce) en cada momento, para que finalmente, se produzca el resultado deseado.
Lo verdaderamente interesante es que, pese a que alguna que otra vez pensemos, se les está yendo a todos, todo de las manos, y están creando un monstruo, en realidad, Vincent "controla" mucho más de lo que parece...hasta casi el final. Por eso el final desborda todas las previsiones, porque incluso para quien ha visto de todo (el profesor), y por supuesto, para el espectador, que ya está en un estado catatónico, la situación nos supera.