Lee Garmes ganó el Oscar a la mejor fotografía por esta película, aunque Dietrich afirmó que el aspecto era totalmente obra de von Sternberg. Es verdaderamente hermosa visualmente.
Si hacemos caso a Von Sternberg, que lo tenía todo menos modestia, el responsable de la fotografía de todos sus films era él mismo, independientemente del técnico que tuviera detrás de la cámara y de quien apareciera acreditado como tal.