Como ya hemos comentado en otras ocasiones en este blog, no todo director de cine es necesariamente un autor en el sentido estricto y puramente cinematográfico del término, es decir, un cineasta que tiene una temática personal y característica y que la expresa mediante recursos e imágenes recurrentes. Bajo estas premisas, no son pocas las sorpresas que guarda el séptimo arte: por un lado, tantos y tantos realizadores que hoy en día firman con la coletilla “Una película de…” y que de autores no tienen nada; y por el otro, integrantes del sistema clásico de estudios no especialmente geniales que, sin embargo, sí consiguieron erigir una iconografía propia. James Whale, tantas veces considerado como un mero asalariado de la Universal al servicio de sus monstruos, es precisamente uno de estos autores rara vez considerados como tales.
En parte, la escasa valoración como tal del británico afincado en Hollywood se debe al relativo olvido en el que ha caído en la últimas décadas, con las excepciones de FRANKENSTEIN (El doctor Frankenstein, 1931), THE INVISIBLE MAN (El hombre invisible, 1933), THE BRIDE OF FRANKENSTEIN (La novia de Frankenstein, 1935), SHOW BOAT (Magnolia, 1936) y puede que alguna otra; en parte, a la innegable irregularidad de su obra, y a que esta tampoco alcanza, para qué vamos a engañarnos, unas cotas sublimes (¿cuántos votarían un Whale entre sus diez o veinte películas favoritas de la historia?);
y en parte, porque muchas de sus veintitrés películas no han tenido edición en DVD, ni reciente, ni antigua; incluso algunas de ellas, como THE IMPATIENT MAIDEN (1932), BY CANDLELIGHT (1933) y el documental PERSONNEL PLACEMENTE IN THE ARMY (1942) pululan por la red en copias tan infames…, o directamente ni pululan, que son, o bien imposibles de ver, o bien un suplicio para ver…, y de muchas otras tampoco se pueden echar las campanas al vuelo, resultando para la mayoría de los aficionados casi igual de ignotas. [De hecho, comprobará el lector que las capturas de algunas películas presentan una calidad inferior a la habitual en «Capricho cinéfilo»: es que no hay mejores copias asequibles.
Incluso una obra mayor como THE KISS BEFORE THE MIRROR ha tenido que esperar a 2021 para conseguir una copia decente, en concreto, el magnífico Blu-ray editado por KL Studio Classics…, de momento sólo disponible en sistema NTSC.]