Hay que reconocer que la película de
Carpenter aguanta el paso del tiempo pese a sus numerosos visionados.
Tanto la estilización de su narración, como la efectividad con que se sobrepone a sus escasos medios (sin la necesidad de mostrar gore) logra transmitir con efectividad la dualidad entre la maldad (absoluta, brutal e impasible) del personaje de Myers frente a la sensación de impotencia de la (inocente, virginal) protagonista.
Muy lograda la progresiva sensación de desasosiego del progresivo stalking de Myers a Laurie (y eso a plena luz del día no es nada fácil).
Y su influencia aún es notable, como evidencian contemporáneas como
It Follows.
Saludos.