NAVIDADES NEGRAS (1974) de Bob Clark.
Claro antecedente del slasher, con un extraño que se introduce en la casa de una fraternidad femenina de estudiantes en plenas vacaciones de Navidad, quedando en la casa un puñado de chicas. El film alcanza gran cota de calidad gracias a la estupenda labor de puesta en escena del director, sorprendente para quien solo lo conozca por la posterior
“Porkys”, pero que en sus inicios pareció muy dotado para el terror, especialmente con esa obra maestra que es
Crimen en la noche (Deathdream, 1974).
La cosa empieza con cierta similitud al
“Halloween” de Carpenter, con alguien acercándose a la casa nocturna y oteando el interior a través de las ventanas (incluyendo parte de su cuerpo ocupando mitad del plano), para utilizar una escalera exterior e introducirse en el ático (uso aquí de algo similar a la futura
steadicam). El suspense, la tensión claustrofóbica están muy conseguidos, lo mismo que la espléndida y espeluznante resolución de los asesinatos, prácticamente sin sangre –como “Halloween”- pero icónicos (ese unicornio de cristal…), todo con un mayor cariz siniestro en contrapunto a los villancicos, lucecitas y árboles de Navidad. Al asesino solo lo vemos en una oscura silueta y, solo nítidamente, sus manos y un ojo (protagonista de una estupenda escena tras una puerta). Y no se puede olvidar el potente climax final, especialmente ese famoso y terrorífico epilogo.
Los autores del film también pretenden introducir una supuesta backstory del psicópata –por medio de sus cuchilleos, audibles para el espectador, o por medio de histéricas llamadas de teléfono- que produce aún hoy graciosas teorías de todos los pelajes entre los espectadores. ¿Qué dice, divagando, el tarado? Pues algo sobre una tal Agnes, se refiere a sí mismo como Billy, y algo muy malo que hicieron en el pasado. Esto, director y guionista lo hacen sugerir, relacionar arteramente, con el deseo de abortar de la protagonista (Olivia Hussey), cosa que rechaza su novio (Keir Dullea). Hmm no digo más.
Hay algunos apuntes cómicos, como la Lois Lane de Superman (Margot Kidder) soltando varias procacidades, y los chistes de una pareja de polis capitaneados por John Saxon; pero, por una vez, estas distensiones en el tono grave del film, no me resultan estrictamente negativas. Hay también una ligera subtrama, de una niña desaparecida en un parque, que, en principio, no parece pintar mucho, más allá de desocupar la casa o dotar de mayor incomodidad al conjunto (aunque no se desecha el sugerir que el psicópata tenga algo que ver con la desaparecida). Con todo, una espléndida película que, pese a la simpleza del subgénero, aguanta muchas revisiones, lo cual es de mérito.
PRESAGIO TENEBROSO (1976) de Martin Goldman.
Mediocre historia de supuesto terror sobrenatural, con maldición y venganza en localización rural y en torno a una presencia fantasmagórica. En realidad es más un drama, carente de estilo e interés, con varias apariciones supuestamente muy inquietantes, de una figura entre los árboles (imágenes curiosas, pero en la inanidad del conjunto quedan, lamentablemente, diluidas a, eso, lo inane). A diferencia de la reseña anterior, poco más que añadir aquí.