La serpiente y el arco iris (Wes Craven, 1988)
Curiosa propuesta de Craven, con un arranque muy logrado y una trama cuidada en su guión (mezclando un relato de magia negra con cierta reivindicación política en un país como Haití). Lástima que un trabajo en conjunto competente se vea empañado por el desbarre final, digno de los peores recursos pirotécnicos del director. El tema del vudú ha tenido algunos acercamientos interesantes en el cine, y este film fue una tentativa de hacer un título serio donde predominasen la atmósfera y los personajes. Siendo imperfecta, sí está entre los tres o cuatro mejores trabajos del inefable Craven. En el reparto, un clásico del género, el entrañable Michael Gough.