Al final, entre unas cosas y otras, se me echó Halloween encima (vaya tarde por cierto, al coincidir con una ingente cantidad de niños y niñas comprando huevos en una de estas cadenas que tanto nos gustan, con logo verde).
Pensé que para ver de miedo películas de miedo (valga la redundancia) no hace falta una fecha concreta, como demuestra la continuidad de este hilo todo el año.
Aún así no pude resistirme y disfrutamos (mi padre y yo, pues los demás salieron de compras) una vez más de Psicosis, del maestro. Tiene tanto bueno en cada escena, y desde luego, tanto por descubrir con ese estupendo BD (detalles que nunca antes contemplé, como retratos de la habitación del pecado inicial, o elementos del mobiliario de la casa aquella encima de la colina...incluso la calor de Phoenix y eso que era diciembre...) que uno no puede sino maravillarse una vez más, de la obra maestra que nos dejó para siempre. Eso sí: gran parte de su mérito recae en la fotografía, y sobre todo, en la música de Bernard Herrmann. Que no recibiera el premio aquel año de la Academia (ni siquiera estuvo nominada) dice poquísimo de sus miembros. Solo con sentirla, te mete en el coche, te saca de la ciudad y te lleva a aquel motel.
De 10, por supuesto.