Las primeras críticas y reacciones son entusiastas. Muchísimos franceses diciendo que es la más bella que se ha visto en Cannes.
El patán de Fermaux ha faltado al respeto a Erice, que debería estar en sección oficial aunque llevase una de cinexín. Con Gilles Jacob esto no habría pasado y hoy la zarza ardiendo estaría en Cannes.
Qué ganas de verla.