
Iniciado por
Mo Cuishle
Después del fiasco innecesario de Banderas de nuestros padres, me sorprende escribir lo que voy a escribir de este film, ya que creo que Eastwood hará historia con esta entrega. Y no me refiero ya a la innovación que supone la visión japonesa desde el punto de vista de uno de los autores norteamericanos más importantes que hemos tenido, sino al respeto y la coherencia que se aplica desde ese punto de vista.
La realización ya se desprende de Spielberg, ya vemos al Eastwood que conocemos aplicado a sus LEYES bélicas. Todos los actores están en su sitio, en su punto. La fotografía, pese a tener demasiado artificio de posproducción, juega con las sombras y la oscuridad de manera extrema, agobiando, como lo pedía la fascinante historia.
El agobio general de la muerte colectiva, segura, la brutalidad estilosa de sus secuencias clave (sí, todos estamos de acuerdo, las inmolaciones van de cabecita a la historia del cine), la música a sorbitos, con la invisibilidad justa. Su perfume clásico, la forma de entroncar con la flojota Banderas, sin mezclarse ni agitarse, con autonomía suficiente (no como pasaba con Kill Bill, por ejemplo), toda la sutileza de sus componentes cinematográficos y el trabajadísimo e innovador texto, me han hecho pensar que estamos ante OTRO Eastwood mayor, con una mera excusa ideológica como Banderas para dar lugar a este pedazo de film.
Aquí sí, Eastwood, aquí sí estás tú detrás.
IMPRESIONANTE.