Poster italiano
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Poster italiano
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Parece un cuadro de Hooper
Saludos
Q: "I'm your new quartermaster"
007: "You must be joking"
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CLAUDIO: "Lady, as you are mine, I am yours"
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EISENSTEIN: "I'm a boxer for the freedom of the cinematic expression" -"I'm a scientific dilettante with encyclopedic interests"
6 Nominaciones pero Rooney Mara esta triste
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"¿Qué importa como me llame? Se nos conoce por nuestros actos."
Han tardao en sacarlo
Poster español
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Teaser tráiler doblado:
"¿Qué importa como me llame? Se nos conoce por nuestros actos."
Tráiler doblado:
"¿Qué importa como me llame? Se nos conoce por nuestros actos."
desde este post, rompo una lanza en favor del actor Kyle Chandler. Todo el mundo cita a las dos actrices de este film, pero me parece de justicia alabar también no solo que aparezca aquí, sino en sí la trayectoria que, en silencio, se está labrando este tipo.
Lo ví hace años en tv en la serie titulada Early edition, que me tenía absorbido (la edición anterior, aquí).
Pero lo que es en cine, desde el 2011 es un no parar. Super 8, Argo, Zero dark thirty, The spectacular now, El lobo de WS, esta Carol o una que tiene muy buena pinta, vista en sundance hace un par de días, Manchester by the sea. Esta última es la responsable de que buscara su filmografía.
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Mi blog: www.criticodecine.es
Todd Haynes ha parido una verdadera obra maestra. Un deleite para los sentidos. Cine de verdad. La he visto ya 2 veces y no dudaré en verla de nuevo este viernes cuando se estrene. Imprescindible.
http://dfcinema.com/2016/02/01/carol...-out-of-space/
http://cineinherente.blogspot.com.es/
Aquí tienes a otro admirador de Chandler, Tomas!
Curiosamente, también lo tengo identificado desde el principio por aquella maravilla de serie que era Early Edition, y otras apariciones esporádicas en distintas series a lo largo de los años, pero su labor en cine, a pesar de ser tambien discreta, esta resultando muy interesante. Parte del éxito de Super 8 es su papelazo como padre del protagonista, donde toda su figura lo decía todo del personaje y sus sentimientos.
Cuando lo vi en un spot de Carol, no podía creerme que también salía aquí. De todas formas, otro motivo de peso para desear ver la película![]()
FUERA DE SERVICIO
"So this is how liberty dies, with thunderous applause." - Padmé Amidala
Vista (dos veces) y reposadísima.
Os tengo que confesar que, la primera vez que la vi, no acabó de encandilarme como a la mayoría. Me gustó, consideraba que era extraordinaria en muchos momentos, pero también sentía algo que me pasa en ocasiones: no me había metido en la película, más por venir de un pase digno de olvidar que por la peli en sí. Durante varios días, no pude quitármela de la cabeza. Algo me había atrapado, pero no sabía qué era realmente.
El domingo la volvi a ver fijándome en cada detalle, en cada plano. Con ganas, con la certeza de que había algo grande en ella. Descubrí cosas que no aprecié en un primer visionado, como me ocurre con la mayoría de las pelis de Douglas Sirk, su gran referencia. Y entendí por qué esta película está considerada como algo grande, como una de las mejores historias de amor de nuestro tiempo.
El final es ANTOLÓGICO.
Os dejo por aquí mi crítica:
https://cronicasdecinefilo.wordpress...6/02/03/carol/
http://www.cronicasdecinefilo.wordpress.com
Si hay alguien que entienda de cámaras de vídeo profesional agradecería infinito que me mandara un privado. Gracias!
Una joya de Todd Haynes. Más tarde la comentaré más extensamente porque vaya si lo merece.
Como bien dice Gon, repite casi los mismos elementos que en Lejos del cielo. Homosexualidad, años 50, contención, engaños, desmitificacion del sueño americano, etc. Haynes es ya el digno sucesor del maestro de los melodramas: Douglas Sirk.
Menos mal que los Oscars ya ni me van ni me viene porque que este film no esté nominado a mejor película y sí lo estén otras por tener simplemente un gran apartado técnico.... Para eso ya está el Oscar a mejor director. Al menos se han dignado a incluir una película con aire clasicista: Brooklyn.
El director californiano siempre ha tenido el tema homosexual muy presente, ya sea tratándolo de manera directa o dejándolo caer. De la misma forma, sus personajes se caracterizan por ser inestables y frágiles; nunca llegan a encontrarse a sí mismos. En Lejos del cielo, Julianne Moore interpretaba el papel de una mujer que parecía tenerlo todo: Un matrimonio perfecto, un hijo adorable, una casa gigante y grandes amigas. Era imposible que no se fuera a dormir con una sonrisa. Pero todo se viene abajo cuando se entera de la homosexualidad de su marido. La sociedad, tan conservadora como crítica, la empuja fuera de ella. Para más complicaciones, encuentra a su otro yo en un jardinero de raza negra. Así, los dos principales debates de la primera mitad del siglo XX (homosexualidad y racismo) eran analizados minuciosamente. Unos años antes, Todd Haynes habia dirigido Velvet Goldmine, un musical inspirado libremente en la vida de David Bowie. Si bien es cierto que no se centra directamente en el tema sexual, sí que se puede apreciar cómo se retrata la vida de los años 70 y cómo se empiezan a abrir las mentes respecto a esos temas. Ya lo dejaba claro Jonathan Rhys Meyers en varias escenas al anunciar sin miedo que era bisexual y que no le importaba nada confesarlo. Claro que eso no le quita a que otra vez estuviéramos ante un personaje que acaba devorado por un mundo gigante y agresivo. Algo parecido hizo en el exquisito biopic de Bob Dylan: I’m not there. A través de 6 personas diferentes nos cuenta la vida del cantante; una vida que está llena de huidas, polémicas, mentiras y desengaños amorosos. Tras un breve paso por la televisión, en el que realiza un drama ambientado en la gran depresión con una madre soltera como protagonista, vuelve a la gran pantalla para terminar lo que vendría siendo la trilogía del melodrama clásico.
La película empieza desde el final, en un restaurante con las dos heroínas sentadas una frente a otra. Sin hablar, mirándose fijamente con las caras serias, el ambiente está concentrado con un aire de nerviosismo palpitante. A lo lejos, un joven cree reconocer a Therese. Una vez confirmada su identidad, le pregunta si quiere acompañarle a un fiesta. Tras un silencio, Carol pide disculpas y se marcha rápidamente, apoyando previamente su mano en el hombro de Therese durante unos segundos. Ella, yéndose en el coche con el joven, mira a través de la ventanilla. ¿La volverá a ver de nuevo? Un flashback nos sitúa en el origen de todo para contarnos la historia. Carol es una mujer acomodada, vive en una mansión y tiene una hija, pero su matrimonio está en la ruina. Pronto se divorciará de su marido (Kyle Chandler), a pesar de que este se niega a aceptarlo. En vísperas de nochebuena, se acerca al centro comercial para comprar juguetes. Es ahí donde ve a Therese, una de las dependientas de la tienda. El cruce de miradas que tienen ya lo dice todo. Carol se deja ¿accidentalmente? un guante en el mostrador, cosa que aprovechará la joven para mandárselo y seguir en contacto. Se irán viendo en lugares comunes mientras que poco a poco se produce un acercamiento amoroso y, sobre todo, peligroso. Ambas siguen unidas a sus hombres. En el caso de Therese su novio le ha pedido que se marchen juntos a Europa a iniciar una nueva vida. Pero las dudas florecen y su inseguridades acerca de quién le importa más aumentan.
Todd Haynes demuestra su admiración por los clásicos. La forma en la que ha decidido iniciar el film es un grandioso calco a Breve encuentro. En ella un hombre y una mujer estaban sentados en la cafetería de la estación cuando una amiga de ella les interrumpe y consigue romper ese silencio doloroso. El tren de él llega a los pocos minutos y se despide formalmente de las dos. Se marcha a África y ya no volverá a ver a su amor platónico. De ahí pasamos a un “plagio” del melodrama por excelencia del que mejor supo llevar al cien este género: Douglas Sirk. En una tienda y por accidente Carol y Therese se encuentran fortuitamente. La joven es una dependiente con aspiraciones de ser fotógrafa, y la otra una futura madre soltera. Un guante olvidado será el inicio de todo. En Imitación a la vida, Lana Turner -alter ego de Carol -es otra mujer que cría a una niña sola al haber muerto su marido. John Gavin -la versión masculina de Therese -es un fotógrafo amateur que no duda en plasmar en la cámara todo lo que ve. El escenario esta vez será la playa y el detonante de aquella historia de (no)amor serán las fotografías que irá él a entregar a Lana. Lo que el azar ha querido unir, la ambición – el deseo de ser actriz que tiene Lana- o las reglas de la sociedad lo separará.
Mientras que Douglas Sirk construía su relato a base de gritos y momentos violentos, Haynes apuesta, al igual que en Lejos del cielo, por la sutilidad y la contención. Nos situamos en los años 50, la gente vive más pensando en el qué dirán que en lo que desean en realidad. La naturalidad se hace cargo de la trama, a la cual la impregna de diálogos con dobles sentidos (“no he pensado en él en todo el día“), de quedadas a escondidas, de una tensión sexual palpable pero a la vez invisible. Viven todavía en un mundo conservador y claramente machista, cualquier movimiento que haga balancear el régimen establecido puede traer consigo consecuencias aterradoras. La custodia de la hija está en juego y el pasado turbio de Carol puede hacer que no la vuelva a ver. Así pues, la relación que hay entre ambas parece un viaje sin fin, uno del que no hay un destino aparente, al ser el alejamiento de la cotidianidad el único objetivo a conseguir. Un viaje que se materializa en el que realizan las dos hacia la otra punta del país. Entre carreteras interminables y hoteles de paso surge lo que bien podría ser la explosión de lo implícito, pero que incluso en lo mostrado, se sigue tratando con delicadeza. Las insinuaciones de lo que se quiere pero no se puede queda patente en una maravillosa escena entre las dos, donde los primeros planos limitarán en parte la acción. Lo inmoral está prohibido.
Lo explícito queda relegado a las relaciones personales de cada una. La incertidumbre de Therese, ya sea en el viaje a Europa o en su orientación sexual –“¿alguna vez te has enamorado de un hombre?” le pregunta en un momento determinado-, y sus negativas continuas entorpecen una relación en el que solo su novio parece estar interesado y que terminará con una fuerte discusión. Su acercamiento al hermano de este, tampoco llegará a buen puerto y lo único que conseguirá será un puesto como fotógrafa en el NY Times; cargo que claramente consigue solo por intereses sexuales. El caso de Carol es mas complicado, puesto que el divorcio y el comportamiento obsceno que tuvo años atrás la pueden destruir. Será prácticamente solo en su casa donde veamos a una Carol desquiciada y fuera de sí. Los silencios que adornan los momentos románticos son sustituidos momentáneamente por rugidos.
El conmovedor final que tuvo la relación entre Julianne Moore y un hombre negro, aquí es cambiado por uno dulce que, aunque viene siendo emocionante y precioso, se aparta de la espontaneidad con la que se estaban desarrollando los acontecimientos. Tal vez requería algo más crudo y más característico de los melodramas clásicos de Hollywood como vendría siendo esa última secuencia desgarradora de La heredera, de William Wilder, por ejemplo, o de la ya citada Breve encuentro. Pero pasando por alto los pequeños defectos, a esta cinta hay que alabarla por hacer sencillo lo complejo y por prescindir, y muy acertadamente, de los artificios dramáticos típicos en nuestros días. No sobra ni un diálogo ni un plano, todo está construido milimétricamente a la perfección.
Cate Blanchett y Rooney Mara tienen una química bestial, de la misma forma que Adèle Exarchopoulos y Léa Seydoux la tenían en la película del lesbianismo por excelencia: La vida de Adèle. Sin duda son dos de las mejores actuaciones del año, pero que nos lleva a preguntarnos, otra vez, sobre cuál es la linea que separa ser la actriz protagonista de la secundaria. Ni los Oscars ni los Globos de Oro parecen tenerlo claro. Edward Lachman, alma gemela de Todd Haynes, apuesta esta vez por tonos apagados y fríos para plasmar la Nueva York de los años 50 y la relación entre las dos mujeres. Carter Burwell, por su parte, compone una exquisita banda sonora aparentemente invisible para no condicionar las emociones de los espectadores.
Carol es una de las mejores películas del año, sin duda, y puede ser comparada con el resto de obras maestras que ha dado el género del melodrama. La unanimidad que ha habido entre público y crítica (la europea sobre todo) parece que no ha servido para que la Academia la incluya en la carrera por el Oscar a mejor película. Una injusticia si tenemos en cuenta que hay candidatas solo por su labor detrás de las cámaras y que precisamente ese aspecto ya se recompensa en el premio a mejor director. Al menos se han dignado en meter a Brooklyn, otra película con aroma a clásico. El tiempo la pondrá en su sitio.
8/10
Extraordinaria crítica, Fshtravis.
Coincido en muchas cosas que comentas, salvo en el tema delSpoiler:
http://www.cronicasdecinefilo.wordpress.com
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Vista.
Ni chicha, ni limoná, se queda a medias tintas en muchos factores
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Una gran pelicula.
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Última edición por debenito; 11/06/2021 a las 19:39
vista esta tarde, la película me ha parecido una sencilla obra maestra.
Haynes vuelve a transmutarse en Sirk para ofrecer otro melodrama años 50, donde forma y contenido creo que no han podido estar tan conjuntados.
Formalmente la película me parece excelsa, la fotografía de Edward Lachman me parece grandiosa, con ese uso de tonos ocres y grisáceos, en contraste con el uso de verdes o azules claros y grandes toques de color rojo, verde o amarillo. Además me ha gustado mucho el aspecto natural que tiene la fotografía, muchas veces hay escenas rodadas a través de cristales que muestran gotas de lluvia o que tamizan la imagen y la difuminan.
debenito ha mencionado la influencia de Edward Hooper, ya intuida en algún cartel de film. A mí me ha parecido una influencia positiva, tanto en el aspecto formal (esos colores) como en la manera que tiene Haynes de crear la puesta en escena: me parecen formidables todos esos planos de interiores donde las puertas, ventanas o simplemente la oscuridad, enmarcan, limitan, a los personajes, los "separan" o muestran su soledad (muchas veces en los planos de diálogos uno de los personajes está fuera de campo o escondido por algún elemento de la escena). Esta para mí exquisita manera de rodar ha hecho que me acuerde de Ang Lee, su Sentido y sensibilidad y la influencia de Vermeer en la manera de componer la escena.
Además Haynes creo que recurre a elementos sencillos, pero muy elegantes: ese uso de primeros planos para mostrar manos, roces o detalles, planos-contraplanos donde las miradas "hablan" más que los diálogos, o ligeros movimientos de cámara para seguir la secuencia.
La banda sonora de Burwell ya me parecía preciosa es su escucha aislada, pero integrada en el film me parece incluso mejor. Me gusta esa mezcla que presenta de ritmo a lo Glass con sonoridades, en primer plano, típicas de Burwell. Creo que la música encaja perfectamente con el tono visual y anímico del film, y, como se ha indicado, refuerza las imágenes pero creo que nunca intenta superarlas, creo que en ningún momento se abusa de la música. Como muestra, el precioso tema principal:
Spoiler:
Por tanto formalmente la película me ha parecido todo un triunfo, donde todos los detalles están muy conseguidos y cuentan mucho de los personajes y su evolución. Por ejemplo está la evolución enSpoiler:
Hace mucho que leí la novela de Highsmith y casi no la recuerdo. No sé donde leí que Blanchett indicó en Cannes que la adaptación es una especie de haiku de la novela, donde hay detalles que se amplifican o partes enteras que se resumen en una mirada, un gesto, un detalle. Me ha parecido una muy buena adaptación, porque creo que el tono de la historia se mantiene, todo ese trasfondo que sí recuerdo que presentaba la novela original. Además creo que la historia, con esos cambios tipo haiku avanza muy bien, de forma serena pero constante y algún recurso de guión,me ha parecido muy interesante.Spoiler:
Además, con esas dos bestias pardas creando a los dos personjes protagonistas, creo que cualquier historia se engrandece. La química entre Mara y Blanchett me parece tan fuerte como sutil. La evolución de sus personajes y su relación me parece conseguidísima, vemos como ésta avanza de una forma casi inperceptible como natural, y como todo ello lo capta Haynes con igual nivel de sutileza. Por ahí ha venido cierto nivel de crítica al film, la presencia de cierta frialdad. Yo no veo frialdad, veo cuidado, sutileza, elegancia en lo que se muestra, lo que casi se respira de la historia. Y ahí Blanchett y Mara están perfectas, permitiéndonos ver todo lo que la historia provoca en sus personajes, sus deseos, sus miedos, ver todo lo que no se dice, lo que se dicen con la mirada. A veces lo dicho con la voz no es lo mismo con lo dicho con la mirada. Como ya ha comentado muy acertadamente ivanesece, la referencia a cierto clásico de Wilder, y el comentario de cierto personaje, al visionar dicho film:
me parece toda una declaración de intenciones."Esta vez estoy intentando diferenciar lo que los personajes dicen de lo que sienten en realidad”
La escena delme parece un casi colofón magnífico,Spoiler:
que provoca ese final, en mi opinión verdaderamente magistral, donde Haynes creo que se permite por primera vez cierta ligera (y sí, de nuevo, elegante y sutil) cámara en mano para atraparSpoiler:
y donde Mara y Blanchett, Therese y Carol, están sencillamente excelsas.Spoiler:
Saludos
Última edición por Tripley; 29/09/2016 a las 01:00
Q: "I'm your new quartermaster"
007: "You must be joking"
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CLAUDIO: "Lady, as you are mine, I am yours"
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EISENSTEIN: "I'm a boxer for the freedom of the cinematic expression" -"I'm a scientific dilettante with encyclopedic interests"
Maravillosa crítica/ análisis, Tripley ;).
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