El misterio de la Puerta del Sol (1930)
Producción: Hispano Phonofilm - Feliciano Vitores (ES)
Guión y Dirección: Francisco Elías.
Intérpretes: Juan de Orduña, Jack Castello, Anita Moreno, Teresa Silva, Antonio Barbero.
Edición: Divisa. Colección: "Filmoteca Española"
DVD 5 | 1,33;1 | 4/3 | Idioma: Español (sonido e inertítulos) | Blanco y negro + virados | 75 min.
Extras:
-Esencia de verbena (Ernesto Giménez Caballero, 1930)
-El orador (Feliciano Vitores, 1929)
Creía haberles hablado ya de esta obra pionera en la historia de nuestra cinematografía. Compruebo que no es así y procedo a subsanarlo.
El misterio de la Puerta del Sol es el primer largometraje sonoro rodado en suelo español. Como otras películas pioneras -el mismo Cantor de jazz- nada entre dos aguas e intercala fragmentos hablados y cantados con otros en que los diálogos y la continuidad se dan con intertítulos.
El sistema empleado fue el Phonofilm de Lee de Forest, del que ya les hablé a propósito de la edición de The Jazz Singer. Baste decir que, pese a sus muchos méritos y su pionerismo, fue barrido por la patente Western Electric por la que apostaron los hermanos Warner. Feliciano Vitores, que había comprado el equipo Phonofilm para la región centro de España se vio obligado a exhibir su película en unos cuantos lugares en plan transhumante puesto que los nuevos equipos no concordaban con su sistema.
La película es una parodia del mundo cinematográfico. El director Carawa -Carawe se apellidaba el marido de Dolores del Río-, la actriz Lya de Golfi -malograda estrella silente Lya de Putti- y Pimpollo Pomepeyo -un Juan de Orduña en galán antes de meterse a cocinar melodramas históricos para Cifesa- viven o sueñan una la aventura del cinematógrafo. De paso, vemos un Madrid insólito y algunos números de variedades de los que se daban por entonces en los teatros Martín o Pavón de la capital.
La calidad de la edición es justita, para qué vamos a negarlo, pero habría que proceder a la elaboración de un máster nuevo para verla mejor en formato doméstico.
Lo abrumador son los extras: sendas piezas de indudable valor para los interesados en la vanguardia a la española... y además tronchantes.
El monólogo de Ramón Gómez de la Serna es una auténtica delicia (supongo que también podrán disfrutar de él en el diabólico youtube) y Esencia de verbena es un muestrario de greguerías al que el propio Giménez Caballero, fundador de uno de los primeros Cine-Clubs que hubo en España, sonorizó más tarde.
En los cibercomercios está descatalogada pero la encuentran ustedes saldada en baratillos.