Featurettes:
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"¿Qué importa como me llame? Se nos conoce por nuestros actos."
Poster español
Dejo mi comentario de esta película tan encantadora y bella. Saoirse Ronan está maravillosa.
Definitivamente este es el año de Irlanda en el cine. Brooklyn y La habitación, la otra película irlandesa que está triunfando, acaparan todas las nomaciones a mejor película y actriz principal en los premios que reparten las diversas Asociaciones de Estados Unidos. Consolidadas como dos de las mejores películas del año, se ha unido también la compatriota Viva, una cinta hispanoparlante que ha roto las expectativas al colarse en la preselección de las candidatas a mejor película de habla no inglesa en los Oscars. John Crowley pertenece a la ola de directores irlandeses que llevan dando guerra desde hace más de 20 años y cuyas películas traspasan las islas británicas para coronarse en los festivales de todo el mundo. Crowley es un caso particular, pues es muy difícil reconocer en él un estilo propio. Comenzó su carrera en 2003 con Intermission, una cinta ambientada en Dublín y que contaba con un reparto coral para así formar una serie de historias cruzadas. Imitando en su desarrollo a Trainspotting, de moda en aquella época, fue una carta de presentación más que digna. Cinco años más tarde abandonó la comedia alocada para meterse de lleno en un drama duro (Boy A) para televisión, el cual tuvo un enorme éxito y ganó cuatro premios BAFTA. Pero a partir de ahí, desapareció. La irregular ¿Hay alguien ahí? no cumplió las expectativas y esta comedia dramática pasó sin pena ni gloria. Peor suerte tuvo su último trabajo, Circuito cerrado, una obra de corte político más que digna pero que no se llegó ni a estrenar en cines por nuestro país a pesar de contar con actores reconocidos como Eric Bana o Rebacca Hall. Tal vez, este fuera su trabajo más impersonal y que parece más el típico encargo de Hollywood que de un director europeo. Con Brooklyn, continúa en el drama pero echa una mirada atrás al retratar la sociedad irlandesa y americana de los años 50. El guion corre a cargo de un especialista en centrar historias en mujeres como es el nominado al Oscar Nick Hornby (An education, Alma salvaje). La película está basada en el libro del reputado escritor irlandés Colm Tóibín, especializado en plasmar la sociedad irlandesa, vivir en el extranjero y la lucha por preservar la identidad de uno mismo.
No hace falta irse muy lejos para pensar en una película parecida y que trate este tema de manera similar. Imposible que no se venga a la mente de uno El sueño de Ellis (The Immigrant), dirigida por James Gray, y que, casualidad o no, el título en español contiene el nombre de la protagonista de Brooklyn: Ellis. Y es que en el film protagonizado por Marion Cotillard, ese nombre hace referencia a Ellis Island, la isla que actuaba como entrada a todos los inmigrantes que llegaban en barco desde Europa. Aunque luego en el desarrollo se va a distanciar, ya que la cinta de Gray es mucho más oscura y trata temas tan delicados como la prostitución, sí que es parecida en cuanto al tema de la inmigración y el triángulo amoroso en la que se ve envuelta Cotillard.
Ellis Lacey es una joven que vive en el pequeño pueblo de Enniscorthy con su hermana (Fiona Glascott) y su madre (Jane Brennan). Trabaja en una pequeña tienda y tiene que soportar día tras día a su jefa que no para de reprocharle todo cuanto hace. Cansada de no tener un futuro, y gracias a su hermana y a un cura que reside en Nueva York (Jim Broadbent), logra escapar y embarcarse hacia la tierra de las oportunidades. A su llegada, se instala en Brooklyn junto a una serie de jóvenes irlandesas que también hizo lo mismo que ella tiempo atrás. A pesar de que la casera es la única que le apoya, tiene que vivir con las burlas de las otras componentes de este especie de hostal. Tampoco encontrará afecto y compañía en su jefa del centro comercial donde trabaja. Por suerte, y gracias al cariño que le deposita el sacerdote, ingresa a la universidad de Brooklyn para estudiar contabilidad y poder dedicarse a lo mismo que su hermana, espejo en el que se mira cada día. Poco a poco, parece que todo va mejorando y a las buenas notas se le une Tony Fiorello, un joven de origen italiano que va a conocer en un baile irlandés. Es aquí donde la película da un vuelco totalmente tanto a nivel argumental como en la personalidad de Ellis. Lo que todo estaba siendo una pesadilla se convierte en el paraíso. Pero lamentablemente, un trágico suceso obliga a Ellis a volver a Irlanda. Transformada totalmente -maquillada, vestida y peinada como antes no lo había estado-, vuelve con la idea de marcharse a los pocos días. Aquí es donde entrará en escena el personaje de Domhnall Gleeson y que hará volver a dar otro giro a la historia. Los fantasmas del pasado asoman de nuevo y nos encontramos una Ellis insegura y frágil. Una lucha crucial entre las ganas de irse y las de quedarse tiene lugar en su interior y tendrá que decantarse por un bando si no quiere caer en la locura.
A lo largo de la historia del cine, ha habido dos directores que han hecho del humanismo y la nostalgia sus dos principales características reconocibles en sus trabajos. El primero fue el japonés Yasujiro Ozu, que contaba perfectamente la descomposición familiar -muy presente en Brooklyn- a causa del abandono de los hogares por parte de los hijos. Para siempre quedará el duro retrato de Cuentos de Tokio. El segundo fue John Ford que, casualidades de la vida, era de origen Irlandés. Supo plasmar perfectamente la añoranza por los tiempos pasados y la identidad territorial que tiene uno. La patria jugó un papel muy importante en todos sus trabajos, al igual que las personas que uno va dejando atrás. De esta manera, rebosaba a sus protagonistas de una melancolía palpable y que tocaba a uno el corazón. El hombre que mató a Liberty Valance, Río Grande o Qué verde era mi valle son algunos de los ejemplos más claros. En Brooklyn podemos encontrar todo ello con un lirismo que adorna todo el relato y evoca continuamente al maestro californiano. Tal vez, la diferencia más palpable es que John Crowley se centra exclusivamente en los sentimientos de Ellis y se olvida en parte, intencionadamente o no, de hacer una radiografía clara de la sociedad de la época y su continua evolución como sí hacían los otros dos; aunque sí podemos ver un poco las diferencias que existían entonces entre la vida americana y la irlandesa. Ya sea en la forma de vestir o en la manera abierta o cerrada que se comportaban las diferentes personas. Lo que sí concuerda con Ford o con Ozu es en la capacidad de dotar a los secundarios de un humanismo que no todas las películas son capaces de dar; pues todos ellos rebosan de vida y están presentes incluso fuera de plano.
John Crowley rueda con elegancia, dentro de los parámetros clasicistas que hay en este tipo de películas, pero lo hace acorde a la simplicidad de la historia. Y es aquí donde resalta el aroma de los clásicos y la convierte en algo diferente. Porque muchas veces, como pasan con muchas películas antiguas, no hace falta tener un idea muy innovadora para hacer algo espectacular. Brooklyn está hecha con todo el mimo del mundo, y su fuerza radica precisamente en una realización muy cuidada y en la grandísima interpretación de Saoirse Ronan, la cual consigue emocionarnos y conmovernos ante la nostalgia que le invade. Un personaje débil e inseguro, que hace acordarnos de Marion Cotillard en el film antes mencionado, pero que cada paso que pega significa un adelanto hacia su felicidad. Y Crowley acierta plenamente en no convertir Brooklyn en una historia derrotera y pesimista. Así, pega un giro completamente cuando aparece en escena Tony, y de los escenarios de cuatro paredes, que son los que predominaban, se pasa a campo abierto para mostrarnos la belleza de una ciudad que no nos habían permitido apreciar. El trabajo de Saoirse Ronan ya se ha visto recompensado con todas las nominaciones recibidas, y es que toda alabanza es poca para lo que se merece. Brooklyn es ella.
Quizá se le puede achacar la torpeza a la hora de tratar la segunda historia de amor, que lamentablemente no llega a estar igual de construida que la primera. Esto se debe en parte a que la evolución de Ellis, la cual era crucial en la primera mitad, ya se ha consumado en esta última parte y peca de cierto inmovilismo; a la vez que el escaso y rápido desarrollo que hay en su relación con Domhnall Gleeson, el personaje que más sale perjudicado, altera al tacto con el que se estaba tratando a la cinta. El cambio de Ellis en sus sentimientos y las dudas que le entran a la hora de decidir si quedarse o irse, no son igual de intensas que la añoranza y la melancolía que sentía al principio. La delicadeza y el conservadurismo en el desarrollo es lo que más destaca y lo que impide que se meta de lleno en el melodrama puro y duro, del que podría haber salido perdiendo. Y con esa contención es como terminará la película, que para algunos será una resolución rápida y para otros un acierto que hace que no se pierda en determinadas subtramas de las que luego son difíciles de salir.
La banda sonora, de corte clásico y muy emotiva, cumple con creces, pero lo más destacado es la fotografía, que rebosa de iluminación y de un delicioso color pastel, la cual está a cargo del canadiense Yves Bélanger, fiel colaborador de Jean-Marc Vallée. El diseño artístico, como viene siendo habitual en este tipo de trabajos, es exquisito y cuenta con más de una nominación en diversos premios que están por darse.
Brooklyn vendría siendo el ejemplo de aquellas películas, como Mustang, que son pequeñas pero que, precisamente de esa inferioridad, es donde radica su grandeza. Habrá películas más grandes e interesantes, pero ninguna será más conmovedora y adorable que este precioso trabajo.
8/10
Es curioso porque es una película que, pese a tener todos los ingredientes para atraerme, no lo consigue del todo. Después de leer tu magnífico análisis, la verdad es que has conseguido incrementar mi curiosidad, especialmente por las comparaciones que haces con el cine de otros autores. Así que nada, tendré que verla tarde o temprano
"El único modo de ser feliz es amando. Si no sabes amar, tu vida pasará como un destello" - The Tree of Life
Tráiler Español
Leído el libro de Tóibín, el cual me ha gustado muchísimo, y ha hecho que tengas muchas ganas de ver el film.
Ahora habrá que ver qué posibles cambios se dan entre la novela y la película, porque si algo me ha quedado claro tras la lectura del libroSpoiler:
Por cierto, la novela presenta una descripción de personajes excelente que creo que van a dar grandes oportunidades de lucimiento a lso actores.
Saludos
Última edición por Tripley; 28/03/2016 a las 01:04
Q: "I'm your new quartermaster"
007: "You must be joking"
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CLAUDIO: "Lady, as you are mine, I am yours"
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EISENSTEIN: "I'm a boxer for the freedom of the cinematic expression" -"I'm a scientific dilettante with encyclopedic interests"
Debo reconocer que, pese a todo lo bien que parece estar Ronan (y que todas las loas sean para ella en nominaciones y más), el hype mayor de esta Brooklyn me lo causa Domhnall Gleeson. Tras verlo en Ex-machina, me parece queu estamos ante uno de los actores con más futuro y desde luego, presente.
Ya viene de un 2014 bueno y se mete en un 2015 maravilloso. Ex-machina, Brooklyn, Star wars, The revenant.
Mi blog: www.criticodecine.es
Sí, casi sin hacer ruido Domhnall Gleeson ha estrenado cuatro films este año que, además, están todos en los Oscars.
A mí ya me llamó mucho la atención en esa maravilla que era Una cuestión de tiempo y lo visto desde entonces ha afianzado mi opinión sobre su versatilidad.
Saludos
Última edición por Tripley; 03/02/2016 a las 21:53
Q: "I'm your new quartermaster"
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Vista.
Una encantadora sorpresa. Con un envoltorio sencillo, la historia cuenta cosas de peso, como esa nostalgia que a veces puede atraparnos hasta la asfixia mental. Me ha parecido preciosa, sincera, contada de manera excepcional. No es grande porque, realmente, la historia no busca serlo, pero sí lo suficientemente respetable y sólida como para entender su nominación a mejor película. Ronan está de premio, no digo más. A falta de ver Room, es mi favorita por encima de Rampling.
http://www.cronicasdecinefilo.wordpress.com
Si hay alguien que entienda de cámaras de vídeo profesional agradecería infinito que me mandara un privado. Gracias!
Saoirse Ronan (sensacional su interpretación) y Emory Cohen hacen una pareja verdaderamente buena, de las más entrañables que he visto en los últimos tiempos en una película. Por lo demás, Brooklyn es un drama romántico de manual. Es cierto que no es ninguna maravilla, pero se convierte en una de mis favoritas de las nominadas este año.
http://dfcinema.com/2016/02/23/brooklyn-vivir-su-vida/
http://cineinherente.blogspot.com.es/
Magnífica, sensacional, lo mejor que he visto en mucho tiempo.
Una pena que no le vayan a dar ningún gran premio en los Oscars, para mi es una joya en todos los sentidos.
Podría hablar de la fotografía, ambientación, actuaciones y demás, pero me reservare para el vídeo.
5 estrellas.
Yo le tengo unas ganas bárbaras a esta película,a voy a ir a ver.
Hace mucho, mucho tiempo, que no me emocionaba tanto con una peli. Me ha parecido preciosa, sencilla y con una actuación de Saoirse Ronan de escándalo.
De lo mejor de año sin ninguna duda.
Dado que Anomalisa, El hijo de Saul y Carol han sido olvidadas en la máxima categoría (no seria la primera vez que una película extranjera o de animación optara a esa estatuilla), mi película favorita es Brooklyn.
Para los enamorados del cine clásico.
Última edición por Kapital; 28/02/2016 a las 17:27
Se me pasó dejar la crítica por estos lares, por lo que veo. Asunto solucionado ;).
cronicasdecinefilo.wordpress.com/2016/02/22/brooklyn/
http://www.cronicasdecinefilo.wordpress.com
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Tienes mucha razón en lo de la sencillez.
Aquí no tenemos es pretenciosidad que muchas veces aprecio en películas con bella fotografía, vestuario y demás. Esto último hace a muchos críticos o aficionados al cine dejarse llevar en pensar que porque la mona se vista de seda ya se convierte en princesa.
En esta película la fotografía, cuidado vestuario, ambientación o banda sonora están al servicio de la historia y no al revés. Una historia narrada con sencillez, directa y sin revueltas de cara a la galería.
Y al contrario que con Carol, esta película creo que llega más allá en cuanto a las emociones.
Es, con Yo, él y Raquél, la joya de estos últimos meses.
Yo, él y Raquel, la gran olvidada de estos Premios Óscar...
Tanto Carol como Spotlight (la cito por características similares) gozan de una frialdad extrema. A mí me gusta mucho, pero entiendo que la emoción cueste más palparla. De hecho, tengo que reconocer que la intensidad que siento con el final de Carol no la aprecio, y mira que me gusta, en las dos horas de Brooklyn.
http://www.cronicasdecinefilo.wordpress.com
Si hay alguien que entienda de cámaras de vídeo profesional agradecería infinito que me mandara un privado. Gracias!
A mi es que Carol me pareció algo más previsible, al personaje de Cate o al de Mara no le queda otra salida y, pese a que renieguen un poco, acabarán como acaban.
Y, a su vez, la trama de road movie no aporta todo lo que sí aporta Brooklyn en el viaje de la protagonista. Creo que Carol se queda demasiado en la superficie de lo que el tema podría haber dado de sí.
Me extiendo:
Kapital, sinceramente me entristece ver que comparas Brooklyn con Carol para dejar a ésta última lago mal parada. Las dos películas me parecen llenasde emoción y sentimiento y que su pegada es grande, contundente y sencilla. Y qué decir de la joya de Gomez-Rejón, es que croe que has mencionado tres de los films que más me han emocionado esta temporada.
Saludos
Última edición por Tripley; 29/02/2016 a las 01:16
Q: "I'm your new quartermaster"
007: "You must be joking"
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CLAUDIO: "Lady, as you are mine, I am yours"
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Efectivamente, en Carol hay que rascar un poco su frialdad superficial para llegar a esa emoción que late en su interior. Y sí, la intensidad de esa última escena de Carol tal vez no se aprecie tanto en este Brooklyn, tal vez porque esa intensidad, esa sencillez, esa emoción este más pautada en pequeños detalles durante el metraje.
Saludos
Última edición por Tripley; 05/03/2016 a las 21:50
Q: "I'm your new quartermaster"
007: "You must be joking"
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Vista esta tarde, la película me ha gustado muchísimo.
Es verdad que todo es muy bonito, muy sencillo pero no por ello me parece impostado. Creo que la película hace de dicha sencillez y belleza su principal virtud. Es verdad que se liman algunos de los elementos dramáticos de la novela de Tóibín, pero la adaptación me parece excepcional, sobre todo en su labor condensadora del texto, al eliminar personajes y elementos no esenciales y acercarse todo lo posible a la esencia de la historia.
Por tanto, la historia creo que está muy bien y que es muy fiel a la novela excepto, tal vez (tal como yo lo interpreto) en la perspectiva de presenta el final. Pero bueno, es un detalle menor que no empaña para nada el gran guión firmado por Nick Hornby.
Me gusta como John Crowley plasma en la pantalla el guión, como recurre a recursos sencillos para dar ritmo a muchas escenas, como el uso de cortes temporales para mostrar diferentes partes de un mismo diálogo (sobre todo en las escenas en torno a una mesa).
Por tanto, gran historia, plasmada de forma eficaz en pantalla y, sobre todo, sustentada en grandes interpretaciones. Ronan lleva a cabo una labor grandísima que, creo que puede ser la única que le agüe la fiesta a Brie Larson (Yo veo a Larson ganadora, pero Ronan podría ganar perfectamente, sí, incluso compitiendo con Blanchett y Rampling). El desarrollo de su Eilis me parece precioso y la manera en que nos cuenta muchas cosas con la mirada. Además cuenta con un excelente complemente en Emory Cohen, cuyo Tony creo que muestra perfectamente la riqueza del personaje literario, esa extraña mezcla de candidez y determinación que transmite una gran sensacion de empatía. Todas las escenas entre ambos me parecen preciosas en su sencillez y en todo lo que transmiten, el momento en quees grandioso. Y luego hay un momento divertidísimo cuando EilesSpoiler:Spoiler:
Por tanto, ambos intérpretes están excelentes. Creo que es algo, la excelencia como intérprete, que ya había constatado en Ronan pero que en Cohen, tras la sospecha de dicha cualidad tras ver su papel, además tan diferente al visto aquí, en Cruce de caminos, se confirma ahora tras este visionado. Y queda Glesson, en el cuarto papelón de la temporada y eso que se podría decir que le toca cargar con la peor parte, ya que su papel presenta un desarrollo menorpero que al igual que Cohen consigue tener una gran química con Ronan. Y luego están por ahí Broadbent o Walters que siempre son gratísimos de ver. Por tanto por este frente, el interpretativo, la película cumple con nota.Spoiler:
En definitiva, bonita película que creo que desde su falta de pretenciosidad consigue transmitir de forma muy sencilla y emotiva todo lo que su historia nos quiere contar.
Saludos
Última edición por Tripley; 02/07/2016 a las 12:08
Q: "I'm your new quartermaster"
007: "You must be joking"
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CLAUDIO: "Lady, as you are mine, I am yours"
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