Misión a Marte (2000):
Curioso encargo en la filmografía de De Palma, que nos entrega un producto más que digno hasta que llega su ridículo desenlace. La trama tiene buenas ideas como esas 2 expediciones consecutivas que tienen que ir a Marte o la enigmática "tormenta" que desencadena el rescate. Otro punto para el guión es que no hay antagonista, no hay nadie malo y quizás ahí sí que la película es coherente con su final, es blanquísima de principio a fin, todos son buena gente para un final new-age coro de la patata.
De hecho, de tan blanco (ese ñoñísimo vídeo con la esposa muerta) que es todo hasta llama la atención algo tan poco "sucio" como que Robbins y su mujer estén encoñadísimos. Vamos, que se necesita mucha insulina para poder disfrutar de lo bueno que sí tiene la película.
Y es que De Palma dosmiluneacomo casi nadie ha sido capaz y en las secuencias espaciales sale a flote su virtuosismo, con unos travellings acojonantes y unas transiciones no menos brillantes. Además, la película arranca con una fantástica secuencia a lo Boogie Nights con fiesta en piscina y presentación de personajes. O ese montaje a dos bandas en semidiferido con los 20 minutos de decalaje mientras unos ven el vídeo de los que están en Marte y, al mismo tiempo, los de Marte están en serios problemas con la tormenta.
Sorprende, por cierto, la cantidad de ideas que Prometheus saca directamente de esta peli: "es una invitación", el templo que es una nave, el ADN, la atmósfera y quitarse los cascos, la representación virtual del pasado, ...