¡Muchísimas grácias por dedicarme el post,
Branagh/Doyle
(me viene a la cabeza la escena de
Wayne's World:
¡No somos dignos! ¡No somos dignos!
En apenas una página, semejante cantidad (y calidad

) de vuestros comentarios me deja, como siempre, extasiado
Efectivamente estamos hablando de un excelente director, capaz de transformar lo que en otras manos no serian más que películas alimenticias para pagar las facturas en arte y ante todo pasión y amor por el cine (por no mencionar las múltiples capas de información que contienen sus películas, metalingüismo cinematográfico puro).
Si bien yo también disfruto más con el
De Palma más socarrón y experimental, su dirección más comedida y elegante (en apariencia) en películas de la talla de
Los intocables de Eliot Ness o
Corazones de hierro, es asombrosa, con una estupenda fotografía y un montaje que funciona a la perfección, ni falta ni sobra un plano.
Y es que para mí, sus thrillers son el equilibrio perfecto entre
Hitchcock y el género
giallo, pese a que su autoría siempre domina en la mayor parte de su apabullante fimografía.
(No) es curioso, que a pesar de haber visto en varias ocasiones sus películas, apetezca su (re)visionado (tanto si se emite en televisión o decide uno poner el dvd/
bd correspondiente), descubriendo siempre algo nuevo, algún detalle que no habiamos percibido, y es que su dirección es un auténtico placer para los sentidos, un manjar exquisito que a cada visionado sabe mejor.
Me gusta mucho también su fidelidad, respeto y aprecio a varios de sus actores fetiche (de
Nancy Allen a
John Lithgow 
, a los que entrega papeles más o menos largos en la trama, pero a los que saca todo el jugo.
Una (más) de sus características visuales

que me gusta mucho, (
aunque ahora no recuerdo su nombre técnico 
) es aquella en la que en planos panorámicos se distingue nítidamente tanto al actor que está en primer plano como al que está en segundo plano, y es que pocos directores hay que le den tanta importancia a la mirada, tanto a sus personajes en su trama como la del espectador
Es una lástima que joyas como
En nombre de Caín (una de esas películas, para mí, capitales de los 90, donde el maestro, tras salir escaldado del rodaje de
La hoguera de las vanidades nos entrega una maravilla tras otra

) hayan quedado en el olvido colectivo, y es que al director como a su adorado Hitchcock, se le trata en vida como artesano, esperemos que no sea demasiado tarde y pueda disfrutar en activo del reconocimiento artístico que merece desde hace ya demasiado.
A falta de ver su última película (que a un director de semejante talento y envergadura, se le haya dejado sin estreno en salas dice mucho del nivel cultural de nuestro país

), coincido en calificar como obra maestra a su
Femme fatale, una película de una riqueza audiovisual inagotable
Coincido en el detalle de los finales de alguna de sus películas (
Snake Eyes o
Misión a Marte), aunque no estan a la altura del metraje precedente, tampoco dejan mal sabor de boca, aunque sería una gozada que el director hubiera podido contar con el poder máximo del que muy pocos directores gozan (como en el caso de
Shyamalan 
, al que en sus últimas películas los productores hayan querido cortar sus alas creativas) para contemplar su visión.
Perdón por lo inconexo del texto, puede resultar farragoso de leer, pero es que son tantas cosas por contar...
