Si me permitís este pequeño rollo retro-nostálgico...
Desde pequeñito me ha encantado James Bond. De niño vi "Cobra" de Stallone en VHS, cuando salió como novedad en el videoclub, y dicha cinta traía un anuncio de la saga Bond, donde sobre todo me impresionó "el tío con hierros en los dientes", ¡hasta daba miedo!

Además aquella musiquilla... y cosas volando y explotando por todas partes; mi mente infantil también salió volando y explotando al pensar en cómo serían aquellas películas
Recuerdo ir al videoclub con mi padre y preguntar, y resulta que en la estantería, el tío del videoclub tenía TODAS las pelis de Bond salidas hasta el momento allí, ordenaditas... con unas carátulas preciosas

mis ojos hicieron chiribitas. Recuerdo todavía la primera que vi, "La espía que me amó" porque el del videoclub me dijo que ahí venía el tal "Tiburón" el de los dientes de metal.
Desde entonces, mi relación de amor con esta saga ha ido continua o casi continua. Me encanta "007 al servicio de su majestad" aunque Lazenby sea de los menos queridos; y me encanta el Bond de Timothy Dalton... en cambio, Pierce Brosnan no me gustó nada (y eso que yo quería que me gustara, porque me encantaba en Remington Steele). Por suerte, Casino Royale me pareció la mejor peli de Bond en muchos años y Craig, un gran Bond.
Por no enrrollarme, pasaron los años, y de joven siempre quise tener las películas de James Bond en mi colección. Pero empecé a comprarlas, y ya desde el principio me fastidiaba ver aquellas carátulas, insulsas, muchas veces objetivamente horribles, "photoshopeadas" que diríamos hoy... me compré de "Dr No" hasta "Solo se vive dos veces", pero yo, en mi fuero interno, seguía soñando con aquella explosión de colores que sentías al mirar las carátulas originales de sus ediciones VHS para alquiler, todas juntas.
Me las fui comprando cuando salieron en DVD, y he de reconocer que disfruté muchísimo con ellas, como buen mitómano me devoré los extras, hasta las cuñas de radio en inglés sin subtítulos me las tragaba

pero las carátulas tampoco eran de mi agrado; faltaba "algo", algo que ofendía mi sentido estético de alguna forma.
Un buen día, entré en un videoclub, de esto hará tres o cuatro años, y encontré varias cajas con películas de VHS antiguas que iban a retirar a un almacén. La dueña, conocida mía, me dijo que podía llevarme las que quisiera, a euro la pieza. Y allí estaban, tres de las ediciones de Bond originales de alquiler, sacadas por Warner Home Vídeo en los 80: concretamente, 007 al servicio secreto de su majestad, Vive y deja vivir, y El hombre de la pistola de oro. Mis recuerdos no me engañaban, eran preciosas.
Me las traje a casa, y desde entonces intento, poquito a poquito, reunir toda la saga en esas ediciones, desde "Dr. No" hasta las de Dalton, ya que las de Brosnan no me interesan, y las de Craig no llegaron a salir en VHS.