Le podríamos llamar: "El hombre sin sueño", o: "El hombre que hacía fichas de madrugada".

Y encima es que... ¡vaya fichas! Sin duda a este hombre hay que hacerle un monumento allí en Pamplona... Venga va, tal y como ha dicho Trek, que por ejemplo cada uno lleve su harmónica (sea ésta o la de la caja de Hasta que llegó su hora), y que este alegre granaíno, con su camiseta de Flashdance puesta y radiante, se eche un baile el sábado por la noche (domingo de madrugada) en la plaza del ayuntamiento después de las copichuelas que nos vayamos a tomar, al son de la música que nosotros le dictemos con los mencionados instrumentillos... Inaudito espectáculo.