He dicho esto tantas veces en estos foros que me estoy arriesgando a que un día alguien lo convierta en meme, pero...
sí, otro caso más de susto o muerte.
El viejo
transfer era muy deficiente, claramente obtenido de un viejo
master preparado para DVD, con un aspecto muy procesado y electrónico, un contraste a juego con ese aspecto de video, y una clara dominante magenta.
El nuevo repara esos defectos... y los sustituye por otros: ahora la dominante es verde, la imagen es más cinematográfica, más orgánica y con más detalle fino, pero arruinado por una codificación desastrosa que convierte el grano en una sopa de
artifacts digitales, el contraste está más equilibrado pero hace acto de presencia el temido –y cada vez más frecuente en remasterizaciones–
soft clipping, y todo eso con un nuevo encuadre ligeramente recortado.
Siendo justos y en puridad, no sabemos si la nueva colorimetria es más fiel al original; es cierto que, en el recuerdo, la mayoría asociamos esta película con una paleta muy saturada pero contrastada a la vez con el mundo frío de Edward, dominado por una gama de azules que el nuevo transfer convierte en verdes, pero, sin haber participado directamente en la película o, en su defecto, contar con una buena copia en celuloide, es imposible posicionarse con certeza.
Y lo mismo vale para la ligera pérdida de información en el nuevo encuadre; puede que sea éste y no el antiguo el que se corresponda con las intenciones de composición.
Pero lo que no tiene discusión, excusa ni paliativo es el deplorable trabajo de codificación.
Así que, considerándolo todo, ¿qué edición me parece más recomendable? Bueno, estoy seguro de que la imagen electrónica de la primera tiene que ser muy notable en movimiento y muy molesta, mientras que las diferencias de colorimetría serán "obviadas" por el cerebro al ver la nueva edición en nuestras pantallas sin la referencia de la otra al lado para compararlas.
De modo que me quedo con la nueva: elijo susto.
