Bah. Llamadme raro.

Seguiré comprando material original de procedencia no dudosa y descartando mis propias ediciones caseras como hasta hoy.

Si considero que la edición que está en la tienda tiene un posible origen no legal, seguiré ignorándola.

Es mi manera de contribuir al mercado legal 100% y legítimo, aunque me pierda meter en la estantería alguna película.

Quizás sea una ilusión, pero con esta postura al menos tengo la conciencia tranquila de que a quien se dedica con su esfuerzo 100% legal al cine, al menos yo no le hago el más mínimo daño.