Sabia decisión, porque cuando no hay desincronización, resulta que los menús son ilegibles. Son pésimas ediciones, por lo que lo mejor es que se queden en las estanterías para que espabilen o cierren su chiringuito.
Sabia decisión, porque cuando no hay desincronización, resulta que los menús son ilegibles. Son pésimas ediciones, por lo que lo mejor es que se queden en las estanterías para que espabilen o cierren su chiringuito.