En eso estamos de acuerdo. Y no habría habido más protestas que en cualquier otro caso de películas españolas no editadas (que son muchííísimas). Y muchas menos quejas habría habido si lo que se hubiera explicado es que no se disponía de un material que cumpliera unos mínimos requisitos de calidad.
Pero eligieron editarla en condiciones sumamente deficientes y, además, defenderla con argumentos aún menos presentables que la propia edición (que si todo era correcto, que si se respetaba la obra original, que si los que protestaban desconocían las intenciones de Zulueta...)
Todo esto no quita para que editar aquí lo que se ha editado en USA se merezca una aplauso tan fuerte como el tirón de orejas y los reproches que se han merecido con las dos porquerías de edición anteriores.