He visto idas de olla más allá de Orion. Todas son inquietudes sin motivo: El drama de los replicantes es conocer su finitud. Si Deckard es replicante o humano, es indiferente desde el momento en que el no es consciente de su naturaleza y, por tanto, de su inminente (o no) final. La cosa es el asunto: La peli funciona de los dos modos.

En cuanto a las secuelas y sus necesidades, yo opino que, al igual que hay mares de versiones en teatro de Otello o La Vida es sueño, en música de Las bodas de Figaro o Carmina Burana, en cine debemos permitir que existan versiones de otros filmes. Mejor aún si son grandes directores quienes vienen a aportar su visión del argumento. ¿Acaso Yojimbo no mola en su versión Leone?

Un problema sería: Si las pelis fueran como los testamentos, y el posterior aniquilara al anterior, pero no es el caso, y las versiones que más nos gustan no se autodestruyen nunca (Imaginaos una explosión en nuestra filmoteca cada vez que a un productor se le ocurriera reconstruir un filme de los que tenemos...).

Un problema es: Que las nuevas versiones acaban invadiendo los espacios en la tv, de modo que cada vez que tienen que poner LA COSA, o PERROS DE PAJA, por ejemplo, se obvian las de Carpenter y Peckimpah, con lo que las nuevas generaciones, normalmente (y salvo que se busquen la vida por su lado) mamarán las malas.